Ciudad de México a 10 de abril de 2021


Este 10 de abril se conmemora el 102 Aniversario Luctuoso de quien es uno de los símbolos más importantes de la resistencia campesina en México: Emiliano Zapata Salazar, mejor conocido como “El Caudillo del Sur”.

El líder campesino estuvo al mando del Ejército Libertador del Sur y sus principales ideales y luchas giraron en torno de la justicia social, libertad, igualdad, democracia, respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras.

Zapata fue testigo de la pobreza en gran parte de la población mexicana, generada por las políticas económicas, la mala distribución de la riqueza, el avance de las haciendas y la agricultura comercial.

El despojo agrario fue el motivo principal que lo llevó de pequeño a prometerle a su padre, Gabriel Zapata, devolverle lo que le había sido arrebatado.

Como hombre de profundas convicciones, nunca claudicó en su lucha, considerada por muchos como la más auténtica del país.

Con su movimiento, Zapata visibilizó la problemática ancestral de los pueblos indígenas y de los campesinos por defender sus tierras, aguas, bosques y recursos naturales.

El espíritu del movimiento campesino se resumió con el Plan de Ayala, firmado en 1911, y concluía la proclama con el lema: “Libertad, justicia y ley”.

Con el Plan de Ayala se restableció en los territorios, controlados por el zapatismo, un modelo de gobierno basado en la autoridad de los pueblos.

La guerra terminó el 10 de abril de 1919 cuando el general Emiliano Zapata fue asesinado durante una emboscada en la hacienda de Chinameca, Morelos.

Zapata luchó por una profunda trasformación de las condiciones de abandono y desamparo en nuestros territorios rurales; ofrendó hasta su vida por la justicia, la democracia, la libertad y por la defensa de la soberanía. 

A 102 años de su muerte, continúa vigente el sentido de su lucha campesina y se confirma que los héroes nacionales deben ser el ejemplo a seguir.