Estudios elaborados por el Instituto Nacional de Salud Pública demuestran que los niños que consumen de manera constante la leche fortificada Liconsa tienen menos tasa de anemia, deficiencia de hierro y desnutrición crónica; alcanzan más estatura y masa muscular; desarrollan mayor actividad física y registran mejor desarrollo mental.
El consumo diario de medio litro de leche fortificada Liconsa (dos vasos aproximadamente) cubre un porcentaje importante de los nutrientes que requieren los niños para crecer y mantenerse sanos.
Liconsa garantiza la calidad, pureza y valores nutricionales de la leche con la que apoya la nutrición de más de 6 millones de personas, ya que llega a sus hogares sólo después de haberse sometido a un riguroso proceso de control de calidad cuyos elevados parámetros rebasan las especificaciones oficiales en la materia.