En Aguascalientes, uno de los delitos que más se comete es el robo sin violencia. Para ejemplificar cómo funciona ahora el Sistema Penal Acusatorio, diremos que, antes, si una persona era sorprendida hurtando limones en un supermercado, de inmediato era remitida a las autoridades. Al tratarse de robo, la persona imputada, a petición del demandante, podía ser encarcelada.

Esto representaba un gasto enorme en tiempo y en dinero para la familia del acusado. El juez podría tardar hasta 180 días en emitir juicio y condena. En muchos casos, si la persona imputada o su familia no conseguía el dinero, el proceso se alargaba indefinidamente. Esto se traduce en hombres y mujeres, confinados en cárceles mexicanas, sin una condena por parte de un juez y por haber robado cosas que valen menos de 100 pesos.

Ahora, desde 2013 y en tan solo 12 estados, más de 15 mil personas fueron procesadas sin que pusieran un pie en la prisión. Más de cien mil casos fueron resueltos por los Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias.

¿De qué se trata? ¿Más culpables en la calle? No.

Los Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias refrendan un concepto nuevo en la justicia mexicana: la Justicia Alternativa que le quita de encima a los tribunales ciertos asuntos que pueden resolverse gracias a una mediación y una conciliación garantizada por un arbitraje eficiente. Durante este proceso, la persona imputada no es remitida a penales, ya que no fue requerida la prisión preventiva.

En el ejemplo de arriba, si una persona es detenida por robar limones o un refresco, las partes pueden, voluntariamente, reunirse, hablar y llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas antes de llegar a un juicio formal. Así, el imputado repara el daño, y se compromete a no reincidir.

No obstante, las críticas a este modelo han sido muchas. Los detractores afirman que esto hace que los culpables no sean castigados. Esto tampoco es cierto.

La base de este mecanismo está en el análisis y localización de aquellos asuntos en los que el delito no amerita un proceso completo. Para ser más precisos, todo caso pasará por la mediación y, solo los únicos que no puedan resolverse por este medio, pasarán a juzgados.

Esto es la base de las Reformas propuestas en 2008: impedir que los asuntos menores, que en México son los más, lleguen a juicio. De esta manera, los realmente graves, los que ameritan más atención, como el crimen organizado, el narcotráfico y la corrupción.

Eso sí. La reincidencia será castigada. Es posible que una persona que robe comida llegue a conciliación y se resuelva de una manera más humanista. Sin embargo, si lo vuelve a hacer, habrá consecuencias más severas.

Así, Aguascalientes en particular, y todo nuestro país en general, se acercan cada vez más a una justicia real, honesta y humanista. A una resolución más eficiente y expedita de los asuntos diarios. Sin trabas ni abusos por parte de la justicia; apoyando a las víctimas y a las familias. Buscando siempre la inocencia de las personas, no su culpabilidad.