Es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos. La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias), al ser bombeada por el corazón. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.

La tensión arterial óptima en adultos es de 120 mm Hg cuando el corazón late (tensión sistólica) y de 80 mm Hg cuando el corazón se relaja (tensión diastólica). Por eso es común que cuando nos toman la tensión arterial y está normal, nos digan que es de 120/80.

Cuando la tensión arterial es igual o mayor a 140/90, se considera alta o elevada y entonces se denomina hipertensión arterial.

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La mayoría de las personas con hipertensión no muestra ningún síntoma, por ello se le conoce como el "asesino silencioso". En ocasiones, la hipertensión causa síntomas como dolor de cabeza, dificultad respiratoria, mareos, dolor torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales.

¿Cómo se puede prevenir la hipertensión?

Los cambios en el estilo de vida son la piedra angular en la prevención. Se recomienda una mejor alimentación y actividad física diaria. La Organización Mundial de la Salud, recomienda que el consumo de sal sea menor de 5 gramos al día equivalente a una cucharadita cafetera.

También es aconsejable evitar factores de riesgo como: estrés, emociones fuertes, sobrepeso, consumo de tabaco o beber demasiado alcohol, falta de actividad física, consumo de algunos medicamentos, colesterol elevado, etc.

¿La homeopatía es útil en el manejo de la hipertensión?

Si, aunque la homeopatía funciona por medio del conocimiento de las reacciones individuales de los enfermos, lo que permite al médico homeópata, seleccionar el mejor o los mejores medicamentos para tratar su hipertensión.