En los últimos años la pandemia de COVID19 nos causó mucha incertidumbre y miedo, por lo que ahora cualquier tema de virus nos tiene en alerta y nos causa preocupación y eso está ocurriendo con esta enfermedad que, aunque no es nueva, no era muy conocida, especialmente porque pertenecía a países del continente africano y ahora han aparecido brotes en varios puntos del mundo. 

Estamos hablando de la viruela del mono o viruela símica.

Aunque el riesgo para la población en general es bajo, no está de más saber de qué trata para poder hacerle frente, evitar contagios, miedo o incertidumbre.

La viruela símica o del mono es una enfermedad infecciosa transmitida de animales salvajes al ser humano y aunque, se le llama viruela del mono, en realidad los hospedadores principales no son los primates, sino diferentes especies de roedores silvestres, como ratones y ardillas endémicos del centro de África.

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Sin embargo, el 20 de mayo del 2022 la OMS emitió una alerta ya que identificaron varios casos en países donde no es común esta enfermedad.

Hasta el momento, en México no hay ninguna vacuna específica disponible contra la viruela de mono, solo existe la de viruela humana, pero no es recomendada contra la viruela símica.

En los países en donde esta enfermedad es endémica, es decir, que se presenta con más frecuencia en la población de esta área geográfica específica, se transmite al tener contacto directo con:

  • Animales infectados
  • Al comer carne u otros productos de animales infectados
  • Personas infectadas a través de lesiones o flujos corporales, (incluidas relaciones sexuales).
  • Pequeñas gotas de secreciones que se expulsan por la boca o nariz al hablar, estornudar, toser o espirar.
  • Objetos contaminados, ropa o cualquier prenda con los flujos del paciente infectado o sus lesiones. 

En países en dónde está enfermedad no es endémica, como el caso de México, se puede transmitir principalmente al tener contacto estrecho con:

  • Personas infectadas a través de lesiones, flujos corporales, (incluidas relaciones sexuales).
  • Pequeñas gotas de secreciones que se expulsan por la boca o nariz al hablar, estornudar, toser o espirar.
  • Objetos contaminados, ropa o cualquier prenda con los flujos del paciente infectado o sus lesiones. 

Los principales síntomas que se presentan al contagiarse son:

  • Inicio repentino de fiebre (38 oC)
  • Dolor de cabeza
  • Agotamiento
  • Dolores musculares
  • Sarpullido, las primeras erupciones aparecen en la cara, las manos y posteriormente se extienden al resto del cuerpo.
  • Inflamación de ganglios linfáticos, que es una característica distintiva de la viruela símica.

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Se debe recordar que las personas enfermas pueden contagiar desde que inician los síntomas hasta que todas las lesiones de la piel cicatrizan.

Esta enfermedad suele ser autolimitada y dura de 2 a 4 semanas en el cuerpo de la persona, además, puede agravarse en caso de niños, mujeres embarazadas o personas con inmunidad suprimida causada por otras condiciones de salud. El periodo de incubación suele ser de 6 a 14 días.

Es posible prevenir el contagio de esta enfermedad tomando en cuenta las siguientes medidas:

  • Evitar contacto físico con personas infectadas o que sospechan tener la enfermedad, así como evitar contacto con sus objetos o cosas personales.
  • Lavarse las manos con agua y jabón y utilizar gel antibacterial.
  • Cubrir nariz y boca con la parte interna del codo al estornudar o toser.
  • Evitar compartir alimentos, bebidas, cubiertos y platos.
  • Uso adecuado del cubreboca.
  • Limpiar y desinfectar superficies contaminadas.
  • Procurar no acercarse a otras personas y evitar tener contacto con animales en caso de presentar síntomas.

En caso de contagiarse de viruela símica, es importante seguir las siguientes recomendaciones:

  • Estar aislado en casa antes los primeros síntomas.
  • Usar cubreboca, tanto el paciente como para las personas que están a su alrededor.
  • Lavar la ropa, toallas, sábanas y los utensilios que ocupa para comer la persona enferma con agua tibia y detergente.
  • Limpiar y desinfectar cualquier superficie contaminada.
  • Evitar acudir a lugares concurridos sobre todo si se mantiene contacto físico cercano con otras personas.
  • Eliminar el material de curación (apósitos, gasas) de manera adecuada, es decir tirarlos dentro de una bolsa bien cerrada aparte del resto de basura y después lavarse las manos.

Si se presenta estos síntomas y se ha tenido contacto con alguien contagiado, es necesario acudir a una unidad médica para que se reciba un diagnóstico, el cual se hace con pruebas especiales de laboratorio, lo que permite conocer con certeza si se ha contagiado.

No se debe olvidar que aplicar todas las medidas de prevención e higiene, es muy importante para evita contraer algún tipo de enfermedad infecciosa.