Parte de la historia de los pueblos originarios del altiplano central, está contada en las expresiones del monolito conocido como Piedra del sol. Para los aztecas en la construcción del mundo, habían existido cuatro eras que precedieron a la actual, y cada una, en su nombre, cuenta por sí misma lo que las extinguió.

Piedra del Sol (calendario solar)

Su convencimiento de la marcha del sol, los llevó a creer en la restauración de la quinta era, representada por el Dios Tonatiuh. Explica la preservación de los rayos de la vida en cada sacrificio humano, por temor a que otro cataclismo apagara su realidad.

Las divisiones circulares de la Piedra del Sol, no hacen más, que hablar del entendimiento entre la naturaleza, las mujeres y hombres, indicado por dos cuentas calendáricas, estas mismas estaban compuestas por los días y meses que eran acompañados con símbolos míticos, sumando la tutela de los dioses.

Piedra del Sol (calendario solar)

Los símbolos y dioses asociados con el destino de las personas estaban asignados con la fecha de su nacimiento y respondían el andar por la vida.

El monumento que se considera fue creado en 1479 por Axayacatl, sexto monarca azteca, es huella de los caminos de nuestros antepasados y muestra el ritmo de la sociedad para conseguir sustento, venerar con festividades a los dioses y asignar roles de mando y sabiduría.

Los aztecas dejaron labrada a través de los siglos su manera de entender el mundo. Actualmente su cultura es visible a través de estos monumentos que replican los verdaderos mecanismos que se usaron para la medición del tiempo; complejos en su actividad, esclarecedores para nuestras raíces.

Piedra del Sol (calendario solar)

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