El estado de Chiapas es sin duda una de las regiones culturales más plurales del país donde se conforma una compleja red de relaciones sociales entre pueblos originarios, inmigrantes y mestizos. Esta situación toma un carácter especial por tratarse de un estado ubicado en el confín de la nación mexicana, por lo que la influencia de los pueblos guatemaltecos se suma a la mezcla de culturas. Los habitantes de la frontera sur son pueblos primordialmente agrícolas que, con el conocimiento milenario de su entorno natural, construyen su particular visión del mundo.

La música de los pueblos diseminados en la frontera sur mexicana refleja la complejidad cultural de la región, pues tan sólo las dotaciones instrumentales hablan ya de una historia de múltiples influencias y antiguas tradiciones. Podemos así escuchar música hecha con instrumentos de cuerda de origen europeo como el arpa, el violín y la guitarra, que entre los pueblos de la región han cobrado un profundo sentido ritual. El modelo original de estos instrumentos ha sido modificado como ocurre con el arpa y la guitarra, incluso la interpretación dista mucho de los cánones occidentales,

Música de Chiapas. La Voz de la Frontera Sur.

Como se podrá apreciar en la pieza jacalteca "Xajlá" registrada en Loma de Ocote, Cueva del Arco en Bellavista San Pedro, ejecutada por músicos refugiados guatemaltecos que retornaron a su país, y la pieza de música tradicional tzeltal, tocada con violín y guitarra, y registrada en el Barrio de San Sebastián, en Bachajón, municipio de Chilón. Igual ocurre con la música tzotzil de arpa y guitarra que los habitantes de Paraíso Grijalva, en Venustiano Carranza, ofrendan a la Virgen, y en aquella que interpretan con violín y guitarra los tojolwinik'otik o tojolabales de Sonora del municipio de Las Margaritas.

En los años sesenta, algunos investigadores buscaron la supervivencia de instrumentos musicales traídos desde España durante la Colonia y que continúan en uso, y advirtieron que esos instrumentos posibilitaron la creación de géneros híbridos resultados de un proceso de reelaboración musical local, tal sería el caso de la guitarra, el violín y el arpa. Sin embargo, algunos investigadores han planteado otras hipótesis al respecto, argumentando que se ha exagerado la antigüedad de los instrumentos musicales provenientes de modelos europeos, y que esto se debe a que por lo regular se estudian las tradiciones musicales indígenas y no las mestizas, porque a principios de este siglo, los músicos mestizos en la región de Los Altos empleaban las guitarras séptimas de 14 cuerdas y es probable que los músicos indígenas las hayan adoptado.

Para acompañar cantos y rezos, los tzeltales agregan maracas al ensamble instrumental de flauta y tambores. En el ejemplo que se incluye en este fonograma, tanto el modelo de las flautas como la forma de los tambores y la técnica de tensado corresponden a sus similares de origen europeo incorporados durante la Colonia. No obstante, la manufactura de estos instrumentos se realiza con materiales de la región poniendo en juego el ingenio y la creatividad local. Para entender su forma actual, se debe considerar también la influencia nativa en el manejo de los materiales de construcción, pues los mayas históricos usaban diversos tipos de flautas y tambores en sus conjuntos instrumentales. Este tipo de dotación la ilustra una pieza tzeltal tocada para el santo patrono Santo Tomás y registrada en Mesbiljá, municipio de Oxchuc.

Otro instrumento de gran raigambre en la región es la marimba, un instrumento de origen africano que fue usado por los indígenas en Guatemala con la venia de las autoridades coloniales desde el siglo XVII y que se usa como conjunto instrumental junto con la chirimía y un tambor de tensores laterales. Para su construcción, actualmente se emplea madera de pino en la estructura, mientras que las teclas se elaboran con hormiguillo y los resonadores con cedro. En la punta inferior de estos últimos se le coloca un pequeño mirlitón (membrana de tripa de cerdo) que responde por simpatía a las vibraciones de las teclas para dar el efecto de timbre nasal característico de la marimba chiapaneca.

Algunos músicos compran su marimba en Guatemala, sin embargo, muchos las construyen en sus propias comunidades, tal sería el caso de la región de Venustiano Carranza. Por lo general, la marimba de las regiones fronterizas es diatónica, aunque en algunos lugares se emplea ya la cromática. Para los pueblos indígenas guatemaltecos la marimba es en muchos aspectos un elemento vital, y fueron famosas las noticias que dieron cuenta que durante la migración forzada la gente cargó con la marimba, una prueba más de que para los pueblos indígenas, los instrumentos musicales son mucho más que objetos que producen sonido.

Música de Chiapas. La Voz de la Frontera Sur.

Los jacaltecos asentados en México tras las oleadas de migración provenientes de Guatemala, y que ahora habitan principalmente los municipios de Frontera Comalapa y Amatenango de la Frontera, han agregado una variante a la instrumentación de violín y guitarra al tañer el "trocito", idiófono de la familia de los teponaztli que aporta la parte rítmica en la pieza "Eulalia ", registrada en Guadalupe Victoria, municipio de Amatenango de la Frontera.

De la misma comunidad se incluye una muestra del uso que dan los jacaltecos a la marimba con la pieza "Los Angelitos", además de otro ejemplo de la marimba tocada por un conjunto mam y registrada en el Barrio Buenavista; del mismo municipio: la pieza "La costumbre de mi pueblo".

Incluimos la pieza "Unión de ejidos Tierra y Libertad ", interpretada por un grupo mestizo de Buenavista Pachán, municipio de Las Margaritas y la pieza "Santiaguito" con marimba cakchiquel de Amatenango de la Frontera.

Finalmente, cerramos con un son jacalteco en marimba dedicado a San Rafael.

Música de Chiapas. La Voz de la Frontera Sur.

Escucha las piezas del fonograma "La Voz de la Frontera Sur" en el canal de Soundcloud de la CDI.