La creación de un sistema de cuidados busca reconocer que hay muchas personas principalmente, niñas y niños, adultos mayores o personas con discapacidad que no tienen los cuidados que realmente necesitan y que estas actividades de cuidados generalmente se realizan dentro del hogar y no hay mecanismos que apoyen estas necesidades. 

Esta situación visibiliza una vez más la desigualdad, pues desproporcionadamente son las mujeres las que se encargan de estas tareas y esto genera una pobreza de tiempo para ellas; además, quienes trabajan en este rubro no lo hacen dignamente. 

En el marco de la 3ª Cumbre nacional de Gobierno Abierto, el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), junto con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB), presentó el primer proyecto de política integral de cuidado en los municipios de México como una propuesta para comenzar a fortalecer este tipo de servicios de manera oportuna. En el panel participaron Cynthia Michel y Guillermo Cejudo del CIDE, así como Valentina Zendejas del ILSB y Marta Ferreyra del Inmujeres. 

Como parte de la presentación comenzaron con un diagnóstico y estudio de caso con el propósito de dar una visión más amplia de lo que implica la creación de una política pública de tal magnitud, así como reconocer los retos a lo que se enfrentan como las necesidades para un sistema de cuidados eficaz y satisfactorio. 

Como estudio de caso escogieron el municipio de Manzanillo, donde hicieron un diagnóstico que los llevó a reconocer las problemáticas centrales: la oferta de cuidado es muy limitada y los cuidados recaen en los hogares y en las mujeres; aunque la cobertura de los servicios es amplia, no es universal ni accesible para todos, existe la oferta privada en Manzanillo, pero no se habla sobre su calidad. Y, por otro lado, hay una gran diferencia de avance sobre el tema de cuidados pues mientras en la infancia está más adelantado en los otros dos grupos de adultos mayores y personas con discapacidad no. 

Por lo que este programa piloto ayuda a marcar una ruta en donde hay que entender que no se trata de construir políticas genéricas y homogéneas. Pues particularmente en cuidados varía considerablemente por condiciones socioeconómicas, de género, del tipo de empleo y la respuesta de cuidado debe adaptarse a cada una de las personas y sus necesidades. 

Y la propuesta para lograrlo se compone de un espacio con responsables coordinadas, un sistema de información con mecanismos para identificar a las personas y monitorearlas, al igual que instrumentos de política para definir los objetivos a partir de un diagnóstico oportuno que en verdad reconozca el interés de cada comunidad. 

Pensar en el sistema de cuidados es pensar en una política integral de manera urgente que busca ser progresiva y que es factible pues no atender el problema no hace que desaparezca y la pandemia ha hecho evidente las implicaciones que tiene en la salud mental y la vida laboral de las personas, así como en las tareas desiguales en los cuidados.  Se trata de una política que puede avanzar de forma progresiva empezando con las herramientas que ya existen y avanzar en la garantía del derecho para disminuir las brechas tan graves como la desigualdad.

Marta Ferreyra del Inmujeres señaló que el gran reto es convertir estos proyectos piloto en políticas públicas, pero desde que se pensaron siempre tuvieron ese objetivo y hoy gracias al diagnóstico de Manzanillo se tiene una visión más amplia para avanzar sin retorno. 

Valentina Zendejas del ILSB remarcó que una política como la de los cuidados necesita una mirada interseccional que busca crear políticas que no existen conceptualizadas desde la mirada del cuidado lo que lo vuelve un compromiso ambicioso pero no imposible. 

La presentación del primer proyecto diagnóstico es un primer paso para lograr su universalidad. Para ello se requiere implementar una estrategia presupuestal, pero sobre todo ampliar las conversaciones acerca de este tema para que la gente y las instituciones necesarias tomen partido y hagan que esto se vuelva una realidad. 

Pues el sistema de cuidado tiene como objetivo recibir cuidados de manera digna y ofrecerlos de la mejor manera, con los recursos necesarios y responsabilizar al Estado de garantizar el acceso al cuidado de todas las personas, distribuir equitativamente y facilitar este trabajo generando condiciones laborales óptimas para los cuidadores.

Se trata esencialmente de valorizar este trabajo que históricamente ha estado invisibilizado y precarizado, de reconocerlo, disminuirlo y reorganizarlo, pensado en los derechos humanos y las mujeres en pro de la igualdad.

Aquí podrás ver los documentos del diagnóstico: http://cuidados.Inpp.mx