Por Redacción Inmujeres 

*Artículo publicado en: “Periódico Milenio. Suplemento TODAS”. "20 aniversario del Instituto Nacional de las Mujeres". 30 de diciembre de 2021

Entrevistamos a Mónica Orozco Corona, para recordar los principales logros y retos durante la gestión de Rocío García Gaytán en el periodo 2006-2012, cuyo lema fue “Por las mujeres: todos los días, todos los derechos”.

¿Cómo describirías la gestión de Rocío García Gaytán?

Yo diría que fue un periodo de gran consolidación del trabajo de todos los grupos feministas que, desde la Conferencia de la Mujer de Beijing, lucharon por consolidar leyes, por reconocer derechos y por una vida sin violencia para las mujeres. 

Es en este periodo, se consolidaron la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Es el momento en donde las acciones de género se sustentan de manera muy importante en una normatividad de muy alto nivel, que después derivó en la legislación y normatividad en cada una de las entidades federativas, e incluso en los municipios.

¿Cuál fue una de las prioridades para llegar a las mujeres?

Fue en este periodo que, con el sustento de la ley y con la colaboración de la Secretaría de Hacienda y el Congreso, se logró establecer en el Presupuesto de Egresos de la Federación un presupuesto etiquetado y, dentro de ese presupuesto a cargo del Inmujeres, un presupuesto específicamente destinado para fortalecer los mecanismos tanto en las entidades federativas como en los municipios. 

La visión de llegar hasta el nivel territorial era justamente la de poder atender las problemáticas cotidianas de las mujeres. Mucho del trabajo de empoderamiento económico y de provisión de servicios esenciales básicos de carácter social -y también de atención a la violencia- están ahí, en el punto más cercano que son los municipios, entonces llegar al territorio fue una prioridad, y lo sigue siendo.

Cuéntanos más sobre el impulso a un sistema de cuidados

Me da mucho gusto ver que en la actualidad el sistema de cuidados es uno de los temas más importantes de la agenda de género. A mí me tocó acompañar un proceso muy importante, que derivó en que México se convirtiera, en 2011, en uno de los primeros países de América Latina en tener su cuenta satélite del trabajo no remunerado, un logro de muchos años de colaboración y de trabajo con el Inegi y también con ONU mujeres.

Conocimos que el trabajo no remunerado de las mujeres y de los hogares, en lo general, equivale a casi 23% del Producto Interno Bruto; saber esto fue muy importante, porque dio pie a plantear las políticas para actuar en consecuencia, a tener una estrategia y pensar en cómo buscar mecanismos y políticas para reconocer, reducir y redistribuir el trabajo no remunerado que realizan las mujeres. Hoy, esto se sustenta en la idea de un Sistema Nacional de Cuidados. 

¿Cómo se abordó el tema de la violencia contra las mujeres en ese periodo?

Un hecho muy relevante fue que surgiera la Norma Oficial Mexicana 046, enfocada a la prevención y la atención de la violencia de género en el sector salud, y que además va acompañada de un sistema de información.

En aquel momento, Rocío García Gaytán y el equipo de trabajo nos abocamos a tratar de colocar que la norma quedará en los términos que hoy por hoy se encuentra y a fortalecer un sistema de datos, que hoy nos permite saber qué tipo de servicios se brindan a niñas y a mujeres en el sector salud, así como los grandes retos que existen tanto en materia de atención, como de referencia y contrarreferencia hacia otros servicios.

¿Cuáles son las tres cosas que resaltarías del periodo de Rocío García Gaytán?

Primero, el gran proceso de institucionalización, desde la federación hasta las entidades y los municipios, para ir más allá del marco normativo. Segundo, traducirlo en acciones de política respaldadas presupuestalmente, eso es muy importante para avanzar, y tercero, la construcción en materia participación política de las mujeres. 

¿Cuáles siguen siendo los grandes retos?

Uno de los más grandes es poder aterrizar en acciones concretas todo el andamiaje legal normativo que tenemos. Es necesario fortalecer lo que hoy existe como presupuesto etiquetado. Hay una gran oportunidad para que las dependencias definan una agenda sustantiva que impacte en la vida de las mujeres. Creo que todavía nos queda un camino largo por recorrer, pero sin duda, el Inmujeres tiene muchas herramientas para ir hacia adelante.


Leer este artículo en el suplemento TODAS

/cms/uploads/image/file/694572/Captura_de_pantalla__609_.png