Por Dulce María SAudir Riancho, Diputada y exgobernadora de Yucatán

*Artículo publicado en: “Periódico Milenio. Suplemento TODAS”. Vamos juntas. Con paridad en todo para transformar a México. 16 de diciembre de 2021

Hace 25 años se presentó el primer Programa Nacional de la Mujer 1996-2000., que concentraba todos los compromisos que México había contraído en la IV Conferencia Internacional, realizada en Beijing, China, para el adelanto de las mujeres. Este fue el inicio de un largo camino institucional, que tuvo una importante estación en 2001, cuando se creó el Instituto Nacional de las Mujeres que hoy encabeza Nadine Gasman.

Hacer memoria implica hacernos conscientes del compromiso que tenemos con miles, millones de mujeres y niñas que en este momento nos están viendo como ejemplo e imagen de lo que ellas un día pueden llegar a ser.

Al iniciar este evento, se me acercó una compañera, presidenta electa de Pochutla, Oaxaca. Me dijo algo que, para mí, sintetiza lo que estamos haciendo el día de hoy. Hace muchos años, siendo ella una niña, asistió a una actividad política en Oaxaca, en la que yo estuve, posiblemente era gobernadora de Yucatán en ese momento. Durante dicho evento ella supo que un día podría gobernar su municipio o su estado. Eso es lo que significamos nosotras.

El paso de estafeta es fundamental en la lucha de las mujeres, porque sabemos que tenemos un tramo de responsabilidad con las que estuvieron antes que nosotras y a la vez responsabilidad con las que vendrán. Un tramo en donde los obstáculos están siendo vencidos, que no podemos en ningún momento dar por terminada la tarea, porque si algo tenemos que tener presente en forma permanente, es que los derechos humanos y en particular los derechos de las mujeres y las niñas no se conquistan de una vez y para siempre. Si no, veámonos en el espejo de las mujeres y las niñas de Afganistán. Veamos que es posible por circunstancias totalmente ajenas a las vidas de millones de mujeres y niñas afganas que sus derechos se han anulado. Y desde aquí quiero hacer una propuesta: que el avión presidencial se vaya a Qatar a buscar al mayor número de mujeres y niñas afganas para traer a México.

Este paso de estafeta quiero que signifique, en términos del poder legislativo, la posibilidad de continuar el trabajo realizado por esta LXIV Legislatura que está por concluir. Tengo el honor de ser la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. De los tres años legislativos, dos hemos sido mujeres las que hemos encabezado este órgano de gobierno. Nos hemos denominado la Legislatura de la paridad, porque somos 241 mujeres de 500 que hemos estado participando; y cuando hablo de participación, hablo de hacer leyes que cambien la vida. 

La Legislación, la Reforma Constitucional en materia de paridad, en todos los órganos del Estado mexicano, fue el anclaje que permitió al Instituto Nacional Electoral establecer a los partidos políticos la obligación de presentar candidaturas paritarias. Al menos siete mujeres fueron candidatas de todas las fuerzas políticas en contienda. 

Voy a entregar el documento que concentra todas las acciones realizadas por esta Legislatura, en la que además de las dos mujeres que hemos encabezado la Mesa Directiva, tenemos a 20 mujeres que encabezan comisiones, que son 46 de la actual Legislatura. Son mujeres que encabezan las poderosísimas comisiones de Puntos Constitucionales, Gobernación, Hacienda, Salud; la Comisión de Educación, la Comisión de Seguridad Pública, la Comisión de Seguridad Social, entre otras muy relevantes. Y quiero significar el trabajo realizado por la Comisión de Igualdad en la Cámara de Diputados que, junto con la Comisión del Senado de la República, que encabeza Malú Micher, han logrado generar un gran número de iniciativas que finalmente han sido publicadas en el Diario Oficial y tienen vigencia.

En este paso de estafeta, una última consideración. Tenemos la Reforma Constitucional sobre el derecho al cuidado y el Sistema Nacional de Cuidados. Está siendo discutida en el Senado de la República. Una vez que sea aprobada, pasará al Constituyente permanente de los estados para volverse norma, para volverse obligación del Estado mexicano, para construir ese Sistema Nacional de Cuidados. 

Es tan revolucionario el Sistema Nacional de Cuidados, como fue en 1953 que las mujeres votáramos en las elecciones y pudiéramos ser electas.

¡Que les vaya muy bien a todas ustedes en sus distintos puestos! Recuerden que nadie nos lo regaló, lo hemos ganado duramente, y tenemos la responsabilidad también de que en un futuro otras mujeres, por vernos a nosotras, por ver nuestra capacidad, nuestra entrega, nuestra dedicación, también aspiren a estar donde nosotros en este momento nos encontramos.

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