El Día Internacional de las Mujeres Rurales fue establecido internacionalmente por la ONU el 15 de octubre de 2008.  En 2020, la pandemia por el #COVID _19 acrecentó muchas de las desigualdades que ya enfrentaban las mujeres que viven en zonas rurales como: restricciones en el acceso a servicios de salud de calidad y medicamentos esenciales; acceso a información errónea; aumento en el trabajo de cuidados no remunerado; dificultades para acceder al agua y saneamiento; falta de ingresos económicos, por mencionar algunos ejemplos.
 
La seguridad de la tenencia de la tierra de las mujeres también se ve amenazada a medida que los migrantes desempleados regresan a las comunidades rurales, lo que aumenta la presión sobre la tierra y los recursos y agrava las diferencias de género en la agricultura y la seguridad alimentaria. Por ello, el lema 2020 del Día Internacional de las Mujeres Rurales es "Construir la resiliencia de las mujeres rurales a raíz del COVID-19", con el objetivo de crear conciencia sobre las luchas de estas mujeres, sus necesidades y su papel fundamental y clave en nuestra sociedad.

Las mujeres rurales en el Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (PROIGUALDAD 2020-2024)

Considera acciones para facilitar el acceso de las mujeres rurales a la propiedad de activos productivos; incorporación de la perspectiva de género en la planeación de tramos carreteros urbanos y rurales tendientes a acercar a las mujeres rurales a los servicios básicos; promover su participación en la vida comunitaria, en los Comités de Ordenamiento Ecológico del territorio y otros mecanismos de gestión del territorio; fomentar su participación en empresas y cooperativas; generar mecanismos que promuevan sus derechos de propiedad y titularidad de tierras y otros recursos naturales, así como su participación en las organizaciones agrarias a fin de promover el desarrollo territorial sustentable y equitativo; establecer medidas para promover su acceso a los recursos hídricos.

Principales acciones impulsadas actualmente por el INMUJERES:

  • En 2020, INMUJERES participa en la coordinación interinstitucional del proyecto “Mujeres por el derecho a la tierra” impulsado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), el cual busca conocer las condiciones políticas, económicas, familiares y comunitarias de las mujeres rurales que han impedido el ejercicio pleno de sus derechos a la propiedad y acceso a la tierra, para establecer mecanismos que permitan ejercer su derecho pleno.

  • Estrategia Integral para Promover la Autonomía Económica de Mujeres en Situación de Violencia (Prueba piloto). El Inmujeres, la Secretaría de Economía (SE) a través de los Microcréditos “Tandas para el Bienestar”, la Secretaría de Bienestar y Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), en colaboración del Instituto Chihuahuense de las Mujeres, el Instituto de la Mujer para el Estado de Morelos y la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca, coordinan y conjuntan esfuerzos para incrementar las oportunidades económicas de las mujeres que viven o han vivido violencia de género, así como de madres de mujeres y/o niñas desaparecidas o víctimas de feminicidio, que se encuentran en situación de vulnerabilidad, para posibilitar que emprendan un micronegocio.

    • Esta prueba piloto consiste en establecer, administrar, operar y abastecer tiendas a cargo de mujeres con dicha situación y condición, así como a darles seguimiento para detectar necesidades de atención en materia de violencia. Debido a que, el Programa de Microcréditos para el Bienestar está dirigido a población que habite en municipios y localidades que presentan media, alta y muy alta marginación, y/o presencia de población indígena o afromexicana, y/o altos índices de violencia, parte de las mujeres beneficiarias viven en localidades rurales.

  • En el marco de la Comisión Intersecretarial para el Desarrollo Rural Sustentable (CIDRS), el INMUJERES, durante 2018 y 2019, participó en la revisión de los Programas Presupuestarios que participan en el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable (PEC) cuyo objetivo es impulsar el sector agropecuario, no sólo en lo que compete a la productividad de este, sino en lo concerniente a mejorar la calidad de vida de la población que depende de las actividades agropecuarias.
  • En 2019, en el marco de la CIDRS se dio a conocer la existencia de un Acuerdo, establecido entre la SADER y la Procuraduría Agraria, para efecto de eliminar el requisito de la presentación del título de propiedad por parte de las mujeres que desean acceder a alguno de los programas sujetos a Reglas de Operación. Esta acción representa una media que podría generalizarse para abatir la desigualdad que experimentan las mujeres del sector rural.
  • Mesa Interinstitucional Mujeres Rurales, Indígenas y Campesinas (MMRIC), instalada en 2014 con el objetivo de establecer las bases de colaboración entre las dependencias afines, para trabajar conjuntamente en el desarrollo humano de las mujeres de estos sectores, teniendo como puntos de partida la Identidad Jurídica de las Mujeres y el Acceso a la Tenencia de la Tierra. En proceso de cumplimiento está el acuerdo de elaborar un documento que oriente ampliamente la implementación de la reforma al Art. 37 de la Ley Agraria.

Algunos datos clave para conocer su situación:

En el mundo:

Las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y el 43% de la mano de obra agrícola (ONU, 2018).
  • A nivel mundial, 1 de cada 3 mujeres empleadas trabaja en agricultura (ONU, 2018).
  • El 80% de los hogares sin agua corriente depende de mujeres y niñas para conseguir agua (ONU, 2018).
  • En América Latina, las mujeres rurales representan el 29% de la fuerza laboral, por lo que esta población es responsable de más del 50% de la producción de alimentos (FAO, 2015)

En México:

  • De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, 2019), en México viven en zonas rurales 10,697,916 (52%) mujeres, y 9,845,907 (48%) hombres, de 15 años y más. De ellas, únicamente el 34% forma parte de la Población Económicamente Activa (PEA).
  • El 23.2% de la población nacional vive en localidades rurales y 3 de cada 10 mujeres en México habitan en zonas rurales (FAO, 2017; INEGI, 2015).
  • El 76% de la población que vive en extrema pobreza se encuentra en zonas rurales (INMUJERES).
  • 56% de las mujeres rurales se encuentran en situación de pobreza, en comparación con el 42.4% de los hombres, y el 38.1% de las mujeres que viven en zonas urbanas.
  • La participación económica de las mujeres en México es de 43.7%, mientras que, para mujeres rurales, fue de 34.2% (INMUJERES, 2019)
  • La carencia por acceso a la alimentación es otro de los indicadores donde las mujeres rurales tienen mayor desventaja; así 25.3% de ellas presentan carencia alimenticia, en comparación con el 18.8% de las mujeres urbanas.
  • Las mujeres rurales que trabajan para el mercado se dedican principalmente al comercio (26%); a la industria, artesanía y como ayudantes (24%); a los servicios personales (23%); y a la agricultura, la ganadería, a la silvicultura, caza y pesca (14%).
  • Las mujeres rurales destinan en promedio 37 horas semanales a las tareas del hogar no remuneradas, mientras que los hombres destinan 8 horas semanales.
  • 6.3 horas semanales dedican las mujeres indígenas a desgranar el maíz, a cocer o moler el nixtamal o a hacer tortillas de maíz o trigo para sus hogares, mientras que los hombres contribuyen con 2.77 horas de dichas actividades.
  • En  2015, el promedio de años de estudio en mujeres rurales era de 6.6, frente al promedio de 9 años en mujeres a nivel nacional (INEGI, 2015).
  • 2 de cada 3 muertes maternas que carecieron de atención médica en 2015 ocurrieron en localidades rurales (INEGI, 2015).
  • 46% es la prevalencia de violencia de pareja a lo largo de la vida reportada por las mujeres que hablan lengua indígena y para las mujeres rurales es de 39%.
  • Existen en la actualidad 32,202 núcleos agrarios en el país, con poco más de 4.31 millones de ejidatarios y comuneros, de los cuales el 71% son hombres y solo el 29% son mujeres (RAN, febrero de 2020).
  • En términos relativos las ejidatarias y comuneras son más minifundistas, pues tienen predios más pequeños, de cinco hectáreas o menos.
  • Las mujeres en los núcleos agrarios son de edad más avanzada que los hombres, en 2010 ya se presentaba una proporción mayor de mujeres de edad avanzada, pues 75.5% rebasaba los 50 años y 48% tenía más de 65; para los hombres los porcentajes eran de 68.7 y 36.7%, respectivamente.
  • Actualmente, de un total de 1 millón 416 mil 206 ejidatarias, comuneras, posesionarias y avecindadas, solo 6.63% de ellas ocupa un cargo en el Comisariado Ejidal o de Bienes Comunales o en el Consejo de Vigilancia, ya sea como titular o como suplente.
  • Según las estimaciones del Registro Agrario Nacional (RAN), solo el 21% son mujeres ejidatarias en contraste con un 79 % de hombres.
  • En lo que respecta a comuneros, el 25% son mujeres mientras que un 75 % son hombres.
  • En el caso de los posesionarios, solo un 27% son mujeres, mientras que el 73% son hombres; en algunas comunidades de México este derecho lo adquieren las mujeres cuando enviudan.
  • Por último, 29% corresponde a mujeres avecindadas y los varones representan 71%, esto significa que las mujeres tienen menos posibilidades para la posesión de parcelas y acceso de uso común.