Hoy, hablar de familias implica hablar de diversidad porque sabemos que no hay un solo tipo de familia y jamás lo ha habido. El mundo ha cambiado y el concepto de familia también. En estas transformaciones, los movimientos feministas han jugado un papel central para que se visibilice y se reconozca a la diversidad de las familias, tanto social como jurídicamente.

Por ello, la revista Coyuntura Demográfica editada por el Colegio de México y la Sociedad Mexicana de Demografía, con la colaboración para esta edición de ONU Mujeres y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), dedicó su número 18 a las familias y su diversidad, con el fin de divulgar una agenda de investigación sólida para analizar la realidad de las familias en los contextos actuales y futuros, así como la construcción de políticas públicas en favor de la igualdad de género con enfoque de derechos humanos, esenciales para alcanzar las metas de la Agenda 2030.

El concepto de familia ha cambiado, también la forma en que esta es percibida, comentó Nadine Gasman, presidenta del Inmujeres: “lejos de romantizar a este elemento de la sociedad, sabemos que las familias pueden desempeñar roles contradictorios al representar, por un lado, espacios de solidaridad, cuidado y amor, pero al mismo tiempo pueden ser potenciales ámbitos de conflicto y múltiples violencias que vulneran los derechos humanos de sus integrantes”.

La contingencia sanitaria derivada del brote de coronavirus (Covid-19), así como su impacto sobre la dinámica de las familias, hacen pertinente reflexionar en los cambios ahí ocurridos para responder a los retos del contexto actual.

Entre los retos que tenemos que afrontar como sociedad en el contexto de la familia esta “la distribución del trabajo doméstico y de cuidados está en lograr que éstos dejen de ser vistos como una tarea exclusivamente femenina. A nivel global, las mujeres dedican el triple de tiempo en las labores domésticas y de cuidados. Fenómenos como la migración han enraizado esta problemática, haciendo que incluso en aquellos hogares donde quien migra es una mujer, los padres no se hagan cargo de estas tareas, sino las niñas, abuelas, etc.”, indicó Gasman.

Un grave problema que las mujeres y las niñas en el confinamiento es la violencia, y a pesar de que los hogares deberían ser lugares seguros y en paz, las cifras nos indican lo contrario, a tal punto de ser letales: el 58% de los asesinatos dolosos de mujeres fueron cometidos por un familiar.

“En el INMUJERES reconocemos, valoramos y respetamos la diversidad de familias, las que se componen por parejas heterosexuales o de la diversidad sexual y de género, las que deciden o no tener hijos o hijas, las que integrar a otros miembros, las monoparentales, las unipersonales o incluso, las que se establecen sin tener parentesco”, concluyó la presidenta del Inmujeres.

La presentación de la revista contó con la participación de la presidenta de El Colegio de México, Silvia Giorguli Saucedo; la representante de ONU Mujeres en México, Belén Sanz Luque; la coordinadora del Programa Interdisciplinario de Estudios de Género de El Colegio de México, Cristina María Herrera; y del especialista en Violencia de Género en América Latina y el Caribe de El Banco Mundial, Manuel Contreras.

Para consultar la edición 18 sobre familias de la revista Coyuntura Demográfica, ingresa a: http://coyunturademografica.somede.org/

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