El Gobierno de México es un gobierno de transformaciones. Busca transitar de las desigualdades existentes a un horizonte de igualdad y bienestar; de la exclusión a la inclusión y las oportunidades; de la corrupción a la honestidad y transparencia y de la discriminación al pleno reconocimiento, goce y garantía de todos y cada uno de los derechos humanos.

 La realidad nos dice que las mujeres son quienes han recibido, históricamente, un trato discriminatorio que las ha colocado en situación de desventaja, marginación y exclusión en las diversas esferas de la sociedad. Y como sabemos, la discriminación es acumulativa, por lo que sus efectos se van sumando e impactando en otros ámbitos: puede iniciarse en la familia y continuar en los espacios públicos.

 Sin embargo, la desigualdad no se sufre igual en todas las mujeres, porque no todas las mujeres parten de la misma situación. Especial atención merecen las mujeres indígenas, afromexicanas y en condición de pobreza, las que migran, las que tienen alguna discapacidad, las adultas mayores, las mujeres trans, las lesbianas, entre otras.

 Y para responder a la profunda transformación que aspiramos para que nadie se quede atrás y nadie se quede fuera, para el Inmujeres ha sido prioritario escuchar las experiencias y las propuestas de más de cinco mil mujeres de diversos contextos provenientes de las 32 entidades federativas del país, y con esto constuir un diagnóstico profundo sobre los problemas que enfrentan para elaborar el Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (Proigualdad) 2020-2024.

 El Proigualdad articula los esfuerzos de las dependencias y entidades del Gobierno de México, en coordinación con los tres poderes y órdenes de gobierno, con el fin de responder a las demandas ciudadanas de las mujeres y garantizar sus derechos y su bienestar. Es un programa especial que representa un horizonte de cambio por medio de sus seis objetivos prioritarios, 37 estrategias prioritarias y 267 acciones puntuales.

 Es vocación del Inmujeres lograr que la igualdad de género esté en el centro, porque si más de la mitad de la población está en desventaja, si todos sus talentos y proyectos quedan excluidos, muy difícilmente podremos hablar de una transformación real en paz, bienestar e igualdad. Tenemos que considerar esto, además, en el excepcional contexto donde la pandemia por COVID-19 reveló las profundas desigualdades que ya existían entre mujeres y hombres.

 Ante este nuevo escenario, nuestro compromiso es mayor ante la posibilidad de que estas desigualdades se profundicen; por ello, con el Proigualdad construimos compromisos y políticas que generen las condiciones necesarias y suficientes para garantizar la plena participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida. 

 Buscamos avanzar en el reconocimiento, reducción y redistribución del trabajo de cuidados sin los cuales las oportunidades de desarrollo y bienestar de las mujeres quedan reducidas a sus posibilidades y esfuerzos personales; queremos que las mujeres tengan autonomía económica, que sean protagonistas en la toma de decisiones, en la construcción de una cultura de paz y que se garantice su derecho a una vida libre de violencia.

 Tenemos la claridad y el sentido de urgencia de lo que nos demandan las mujeres, y por ello hemos trabajado muy estrechamente en el marco del Proigualdad con todas las secretarías de Estado, 49 entidades de la Administración Pública Fededal (APF), tres órganos autónomos, los Poderes de la Unión, así como con los gobiernos estatales, las instancias de las mujeres en las entidades federativas y autoridades municipales.

 El Proigualdad es un compromiso de Estado y cada institución ha identificado cómo construir soluciones específicas a las necesidades de las mujeres y acelerar el cambio ahora.

 El Proigualdad no es un programa más, en una auténtica ruta para un cambio sustantivo en la realidad de las mujeres y las niñas en México que impactará en el desarrollo del país; y es así como desde el Inmujeres ponemos toda nuestra convicción, trabajo y empeño en que cada una de las acciones propuestas se materialicen en oportunidades, bienestar, igualdad y paz para todas y todos.

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