“La ideología del romanticismo incluye la creencia de que hay un amor verdadero para cada persona y que este conduce inevitablemente a la felicidad, porque nada es más importante que el amor; creencia que forma parte de la noción del romanticismo que existe en occidente. Por ello, hay que repensarlo porque desde una perspectiva de género el amor romántico fue impulsado por la sociedad patriarcal para reforzar el papel pasivo y de subordinación de la mujer al varón” afirmó Adriana Lecona Escartín, consultora independiente en materia de igualdad de género y derechos humanos de las mujeres y las niñas, al participar en la Mesa de Diálogo ‘Violencia en el noviazgo, repensar el amor romántico’, organizada por el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol).

La experta en perspectiva de género refirió que los mitos del amor romántico implican en general una idealización de la pareja, “pero con la imposibilidad de ya no poder mantener la idealización de los primeros momentos, se va generando insatisfacción dando lugar a conductas negativas que hacen difícil continuar con la relación”. De acuerdo con la consultora, el concepto de amor romántico está fuertemente sustentado por toda una serie de mitos compartidos culturalmente y transmitidos por las diversas instituciones de socialización.

“A través del amor romántico, el patriarcado aprovecha para controlar nuestros cuerpos y nuestros deseos, a fin de lograr que asumamos los estereotipos de la feminidad y soñemos con la llegada del príncipe azul que nos elija buenas esposas y nos ofrezca el trono del matrimonio, insistiendo en el modelo reproductivo de la familia como unidad económica a partir del sistema capitalista de la división sexual del trabajo ", dijo.

De igual forma expuso que se educa a las niñas como personas carenciadas en falta de un hombre para que las ame y para poder amarlo, dándolo todo incondicionalmente, educadas en la pasividad, en la sumisión, la dependencia, incondicionalidad e ilimitadas, lo que las hace más vulnerables al control y padecimiento de comportamientos violentos y a la asimilación del rol de víctimas, “ya que asimilamos como natural que los hombres son superiores a nosotras y que por eso ellos son los que tienen el poder y los que nos pueden dominar”.

Agregó que los mandatos de género para los hombres es lo prioritario y sigue siendo el reconocimiento social, llevando así su proyecto de vida para lograr conseguir sus objetivos y escondiendo sus emociones, particularmente lo que se considera indicativa de debilidad. Por ello el amor se considera un sentimiento que no pueden expresar y debe ser controlado. Y a su vez han sido educados para conquistar y ser amados por una mujer.

Por consecuencia la socialización de la masculinidad se asocia a la violencia, agresividad y dominio, fomentando este tipo de comportamiento como prueba de virilidad, “las relaciones afectivas entre hombres y mujeres se predispone a estas conductas de agresividad y de dominio, fomentando un comportamiento de comprobación permanente de la virilidad”, y estas relaciones tienen como consecuencia la discriminación sexual de las mujeres, la desigualdad social y la violencia de género contra las mujeres.

Explicó que el patriarcado es un amor funcional porque tiende a generar fijación en el amado, aún en una relación insatisfactoria que se va convirtiendo en un mecanismo de control y manipulación, generalmente de los hombres sobre las mujeres, afectando así su personalidad, autoestima y el poder de la mujer, “entonces al educar al hombre y a la mujer con desigualdad en cuanto a la importancia y la expresión de los sentimientos, se generan relaciones dependientes, relaciones desiguales y relaciones que pueden terminar incluso en violencia”.

Finalmente aseguró que algunas de las alternativas para repensar el amor consisten en que “nadie necesita a otra persona para completarse, porque somos personas completas y tener pareja es una elección personal y no un requisito indispensable para encontrar la felicidad, tampoco existe una sola persona que encaje con nosotros, sino que nosotras somos responsables de elegir a la persona cuyas características sean afines y comparta nuestro proyecto de vida, de igual forma una relación debe basarse en la libertad y en la confianza, por lo que los celos no deberían aparecer, también otra forma de amar es desarrollar amistades profundas con diversas personas, pero lo más importante es que no se puede amar a alguien más, sino se tiene un amor propio sólido y esto se consigue cultivándolo a diario”.

Pueden contactarla a través del correo: adrixlecona@gmail.com o en redes sociales como: @adrianalecona

Compartimos enlace de acceso a Mesa de Diálogo https://www.youtube.com/watch?v=ywl1TdzDeWI&feature=youtu.be

015/2020