Naciones Unidas estableció el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud, este año bajo el lema: Espacios Seguros para la Juventud, con el fin de exhortar a los gobiernos a poner en marcha acciones que permitan la apertura de espacios seguros donde las personas jóvenes puedan reunirse, participar en los procesos de toma de decisiones y expresarse libremente.

Si bien hay muchos tipos de espacios, los que son seguros garantizan la dignidad y la seguridad de las y los jóvenes, como los espacios cívicos, que les permiten participar en cuestiones de gobernanza e incidir en las políticas públicas que dan forma a su vida; o los públicos, que les brindan la oportunidad de participar en deportes y en otras actividades de ocio en la comunidad.

Asimismo, los espacios digitales ayudan a las y los jóvenes a interactuar virtualmente a través de las fronteras con todos, así como de hacerse de herramientas que les permitan desarrollarse plena e integralmente; y espacios físicos bien planificados pueden ayudar a satisfacer las necesidades de este sector tan heterogéneo, especialmente los vulnerables a la marginación o la violencia. 

Para garantizar que los espacios seguros sean inclusivos, las y los jóvenes de diversos orígenes, especialmente los de fuera de la comunidad local, deben tener la seguridad del respeto y la autoestima. En entornos humanitarios o propensos a conflictos, por ejemplo, pueden carecer de espacios para expresarse por completo sin sentirse incómodos o desagradables.

Del mismo modo, sin la existencia de un espacio seguro, las personas jóvenes de diferentes etnias, sexo, afiliación religiosa o antecedentes culturales pueden sentirse intimidados para contribuir libremente a la comunidad. Cuando este sector tiene espacios seguros para participar, pueden contribuir efectivamente al desarrollo sostenible, incluida la paz y la cohesión social.

Jóvenes en casa del emprendedor