Según establece la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (1996) se hizo referencia al término “Seguridad” para aludir al derecho de las personas al acceso físico, social y económico de alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfarán sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para una vida sana y activa.
En México, el cereal de mayor importancia es el maíz, un alimento base cuyo cultivo es de gran importancia histórica y cultural.
El maíz es parte de los granos apoyados por el Programa Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos, lo que significa dar continuidad a una labor que suma a la Seguridad Alimentaria mediante precios de garantía e incentivos para lograr mayores y mejores producciones.
En el país se consumen más de 331.9 kg de maíz per cápita por año, según lo establece el Panorama Agroalimentario 2021*, lo que refleja la importancia del grano para la alimentación de los mexicanos.
Para cubrir la demanda de maíz, las y los productores en conjunto con el Gobierno de México, trabajan e implementan mejores prácticas de producción sustentable.
En 2021 se reportó que las y los productores mexicanos, a nivel nacional, obtuvieron 27 millones 503 mil 477 toneladas de maíz, siendo Sinaloa, con más de 5 millones 535 mil 561 toneladas, el mayor estado productor.
Le siguieron Jalisco con 3 millones 945 mil 527 toneladas y Guanajuato con 1 millón 929 mil 919 toneladas.
Consumir maíz en nuestras dietas proporciona energía suficiente para desarrollar las actividades diarias.
El maíz contiene un alto nivel del aminoácido isoleucina, que inhibe la absorción del triptófano. Cuando se nixtamaliza, la proporción isoleucina/leucina se balancea permitiendo una mejor absorción del triptófano, precursor de la niacina (vitamina B3) que se genera en el cuerpo, lo que implica una mejor nutrición.**
*Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, 2021
** Biodiversidad Mexicana. ¿Qué nos aportan los maíces?