Todo el mundo desea lo prohibido, asegura el director Mauricio García Lozano, quien se encargó de adaptar y traducir el texto Salomé de Oscar Wilde para llevarlo a escena al Centro Cultural Helénico a partir del 26 de julio, producida por la actriz Irene Azuela.

Salomé narra la historia de la princesa de Judea, hijastra de Herodes Antipas, que en un acto de venganza y despecho, pide a su padrastro la cabeza del profeta Juan Bautista en una bandeja de plata.

“Todo lo que desean cada uno de los personajes que aparecen en la obra es brutalmente prohibido, es algo oscuro. Es una obra sobre la pérdida de la inocencia, el consumo del ser femenino en un mundo de hombres, un reflejo sobre una sociedad intolerante que está en el universo del poder y el gran dinero, pero sobre todo, sobre la pulsión del deseo”, explicó en conferencia de prensa, Mauricio García Lozano.

A diferencia del relato evangélico en el que Salomé pide la cabeza de Juan Bautista, persuadida por su madre, Oscar Wilde añade peso al personaje de Salomé, al argumentar que se enamora de forma obsesiva de Juan Bautista, pero al ser rechazada, decide tomar venganza.

El director escénico mencionó que el texto en general está respetado y se mantiene la acción lineal y ascendente que se desarrolla en un universo híbrido e indefinido.

“Salomé es una obra profundamente bella donde se encarna la dialéctica del horror y la belleza”, argumentó Mauricio García Lozano, ganador en dos ocasiones de la Beca para Jóvenes Creadores del FONCA.

La actriz Aída López en el papel de Herodías, madre de Salomé, consideró que el desafío de la obra consistió en contar una historia que ya se conoce de una forma creativa.

Con escenografía de Jorge Ballina, diseño de vestuario de Mario Marín y diseño musical de Pablo Chemor, el espacio está trazado para mostrar una serie de acontecimientos que  podrían presentarse en cualquier época.

Irene Azuela, interpreta a Salomé de Judea, una joven inmersa en un mundo donde todos la desean hasta que busca un refugio en donde se encuentra con San Juan Bautista, quien despierta en ella una pasión desmedida que la hace olvidarse de su pureza y castidad. 

“Wilde —dijo Irene Azuela— pone en los personajes de Salomé las distintas maneras de ver el deseo y la puesta busca rescatar ese aliento”. 

Para el actor José Sefami, quien da vida a Herodes, la obra representa un conflicto climático, brutal y primitivo donde una noche de fiesta se transforma: “Es una obra que lleva a puntos climáticos que la hacen sumamente erótica y tanática”. 

En cuanto al personaje de Jokanáan, el actor Leonardo Ortizgris, comentó que se trata de un hombre encerrado que se plantea preguntas en torno a la pasión y el deseo.

“Se cuestiona hasta dónde para cumplir su deseo tiene que ser moral o inmoral. Hay que ser valiente para seguir tus pasiones. Es una obra muy masculina en un espacio muy constreñido, es un montaje potente y cercano”.

Salomé se presentará a partir del 26 de julio y hasta el 22 de septiembre en el Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico ubicado en Av. Revolución No. 1500, colonia Guadalupe Inn. Funciones: viernes a las 20:30 horas, sábados a las 18:00 y 20:30 horas y domingos a las 18:00 horas. Localidades: 200, 300 y 400 pesos.

Información: CGP

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