El manejo de la luz y la geometría son elementos esenciales para el arquitecto Ricardo Regazzoni (Ciudad de México, 1942), cuyo trabajo puede apreciarse en las instalaciones de la Casa-Taller Luis Barragán hasta el 4 de noviembre.

En entrevista con la Secretaría de Cultura, el artista dijo sentirse contento y honrado de exhibir en este espacio debido a que fue Luis Barragán quien lo apoyó para conseguir la beca Fullbright en Nueva York y lo incentivó a desarrollar su creatividad al pedirle que construyera una serie de columnas para uno de sus proyectos.

Es así como ÑÚ, agencia que representa a creadores a través de exposiciones itinerantes, decidió presentar en dicho recinto, ubicado en la calle General Francisco Ramírez, una muestra de su obra que abarca diferentes épocas, desde finales de la década de los sesenta del siglo pasado, hasta el año en curso.

“Es el lugar idóneo para exhibir sus esculturas debido a que Luis Barragán formó parte fundamental del rumbo que Regazzoni tomó como artista plástico”, dijo Olga Micha, directora de ÑÚ.

Resultado de un riguroso proceso analítico matemático, sus piezas se distribuyen en los jardines y cuartos con la intención de generar una mayor experiencia sensorial y establecer un diálogo único con cada espectador.

“Mi papá fue profesor de geometría descriptiva en la Universidad Nacional Autónoma de México, así que desde pequeño veía los trabajos de sus alumnos y me fascinaba. Lo mío tiene esa influencia que nace de la admiración de esos trabajos, las sombras, los volúmenes”.

Sobre su interés de incluir la escultura en los espacios arquitectónicos, Ricardo Regazzoni aseguró que ambas disciplinas hablan un lenguaje común de volúmenes en el espacio.

“La buena arquitectura es una forma de escultura. Creo que todas las artes se juntan, incluso la música que desaparece en el aire; la escultura le agrega a la arquitectura y es un complemento que las hace hermanas porque trabajan con la luz, el tiempo y el espacio”.

Agregó que el combinar algunos estudios de filosofía con los de arquitectura en la UNAM le permitió enriquecer su propuesta estética en la que las relaciones geométricas parecen coincidir con la naturaleza de manera intuitiva.

“Hice cursos de Historia del arte, de estética, pero desde pequeño estuve muy vinculado con las expresiones artísticas, viajé y conocí muchos museos, mi abuelo vino de Suiza e hizo escultura en México, así que uno va viendo cosas que va integrando”.

Regazzoni, quien actualmente radica en Holanda, ha exhibido su obra en importantes museos y galerías del mundo como el Guggenheim en Nueva York, el Van Rooy Galerie en Amsterdam y en Bellas Artes, en México.

Su actual exposición en nuestro país representa la segunda edición de ÑÚ, agencia de arte impulsada por Olga Micha, Elías Kalach y Teddy Nanes, que a casi un año de iniciar actividades, busca promover a artistas tanto emergentes como con trayectoria con exposiciones en espacios que dialoguen y representen la propuesta de cada creador.

Para mayores informes o adquisición de obras visite: www.nununu.mx.

Información: CGP

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