Por su destacada trayectoria y aportaciones al arte y la cultura de México, al compositor mexicano Javier Álvarez Fuentes (Ciudad de México, 1956) le fue concedida la Medalla Bellas Artes, la noche del 22 de abril, de manos de María Cristina García Cepeda, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). 

Ante miembros de la comunidad artística, compositores, amigos, y familiares, la titular del INBA describió al galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2013 como un alquimista del sonido, apasionado del estudio y a la reflexión en torno a la creación musical.

“Hoy celebramos a Javier Álvarez, un creador, extraordinario compositor, catedrático y académico mexicano cuya obra y estilo son referentes de la creación musical contemporánea en México, América Latina y el mundo”. El compositor es Creador Emérito del Sistema Nacional de Creadores del Fonca.

María Cristina García Cepeda agregó que el miembro honorario de la Academia de Artes de México ha sido un explorador curioso del mundo sonoro, un compositor ecléctico que a través de la experimentación ha logrado combinar estilos y tradiciones, instrumentos y tecnologías, dando origen a obras llenas de colorido.

“Para el INBA es un compromiso apoyar y reconocer a aquellos creadores cuya trayectoria ha contribuido a ampliar nuestros horizontes culturales. Con esta presea queremos agradecer tu curiosidad incansable, audacia expresiva e inagotable creatividad, que te ha convertido en una figura icónica de la composición contemporánea”, expresó la directora general del INBA.

“Hoy celebramos tu trayectoria y tu ejemplo que demuestran que ser creador requiere convicción, perseverancia, voluntad y sobre todo trabajo”, puntualizó María Cristina García Cepeda, acompañada por Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector general del INBA, y Jaime Ruiz Lobera, titular de Coordinación Nacional de Música y Ópera.

En su discurso de agradecimiento, Javier Álvarez compartió algunos momentos que lo unen al Palacio de Bellas Artes, recinto al que entró por primera vez a la edad de ocho años, y agradeció le fuera otorgada la medalla, lo que calificó como un gran honor que asume con alegría.

“En un país en el que se lee poco y se escucha menos un reconocimiento así es gratificante, sobre todo porque significa que las autoridades culturales y artísticas valoran la obra de un compositor vivo y al hacerlo reconocen de paso que el trabajo de los creadores musicales también tienen algo que aportar a la cultura contemporánea de nuestro país”, indicó.

El compositor condecorado con la Medalla Mozart en el año 2000, recordó que en la Sala Manuel M. Ponce presentó sus primeras composiciones al participar en el Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, y que el destino quiso que radicara en Inglaterra durante 25 años, tiempo en el que no perdió contacto con Bellas Artes.

“Puedo asegurarles que a pesar de que muchas de mis obras se han presentado en algunas de las salas más prestigiosas del mundo, la del Palacio de Bellas Artes nunca ha dejado de ser para mí la más especial de todas, la siento como mi verdadera Alma Mater en la que crecí y hasta hoy día ha cobijado el nacimiento de algunas de mis obras queridas”, apuntó.

La ceremonia de entrega estuvo conformada por la proyección de un video en el que los músicos Rodrigo Sigal, Ricardo Gallardo, Ana Lara, Mario Lavista y el director de Instrumenta Oaxaca, Ignacio Toscano, se refirieron a su obra y labor, destacando su disciplina e instinto musical.

Asimismo se realizó un recital integrado por tres obras de Javier Álvarez: Temazcal (1984) pieza para maracas y sonidos electrónicos ejecutado por el percusionista Iván Manzanilla; Metro Taxqueña (1994), interpretado por el Cuarteto de cuerdas José White, y se hizo el estreno mundial de Horas marcadas (2014), interpretada por el mismo cuarteto y la flautista Megan Maiorana.

Información: DAF

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