“Este es un concierto especial, en el cual, a pesar del dolor y la tragedia, debemos de hacer un homenaje a la vida, a la solidaridad y a la infinita capacidad que tiene el ser humano de crear”, expresó Eduardo García Barrios, director y maestro de la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh).

La agrupación artística del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM) de la Secretaría de Cultura ofreció emotivo concierto, la tarde de este domingo 15 de octubre, a Beneficio de los Damnificados del Sismo del 19 de Septiembre.

El Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes fue la sede de este concierto integrado por canciones rítmicas, divertidas e híbridas que fusionaron música clásica, antigua, religiosa y danzas populares europeas con blues, tango, danzón y hasta salsa.

Los 124 jóvenes que integran la OECCh (quienes se preparan para convertirse en músicos profesionales) reunieron a 410 personas que hicieron diversas donaciones como ropa, juguetes, productos enlatados y de aseo personal.   

El concierto inició con el estreno mundial de la pieza Suite de Colores integrada por I. Azul, II. Amarillo, III. Rojo, IV. Negro, V. Gris, VI. Blanco, VII. Verde, VIII. Morado y IX. Naranja.

Se trató de una obra creada por Ariel Haber, alumno de la licenciatura Instrumentista en Contrabajo de la OECCh, quien en entrevista con la Secretaría de Cultura comentó que es una pieza que representa simbólicamente y lo más impecablemente posible la esencia de los colores.  

El joven de 26 años detalló que la obra la realizó durante seis meses y que se trata de una canción cuyo mensaje es ver la vida en todas sus tonalidades para tener un aprendizaje.

“Me encantó la idea de al menos poder contribuir con algo para la situación que está pasando el país y que mejor que inspirar a la gente con música. También es una pieza con la cual los invito a hacer las cosas con ganas y mucho amor”.

En el concierto también sonó la Sinfonía núm. 1 en Do Mayor del compositor francés Georges Bizet, una pieza para orquesta convencional y clásica, pero que la sobresaliente ejecución de cada uno de los estudiantes la convirtieron en una pieza jovial, emocionante, alegre, llena de ritmos fantásticos, divertidos y que invitaban al baile.

“Queremos que el país se nos mueva menos por abajo y empiece a moverse más por arriba y que mejor que con un danzón”, expresó García Barrios antes de dar paso a Danzón No.2 de Arturo Márquez.

La pieza reunió a todos los alumnos de la OECCh en el escenario quienes lograron una fusión única de sonidos que mezclaron lo clásico con lo nuevo y popular a través de las flautas, trompetas, tarolas, timbales y congas que se fusionaron con el arpa, piano, violines, violas y contrabajos, dando origen a una canción bailable y apasionante.

El concierto terminó en un ambiente de fiesta con una versión corta y divertida de las tradicionales Mañanitas.

Información: LCL

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