“Las revistas culturales en México se han constituido como un medio para impulsar y dar visibilidad a grupos de creadores, y para que ellos entren en la discusión del contexto cultural de su época. La importancia de las revistas está siempre en el presente, es ridículo pensarlas como un artefacto hacia el futuro, aunque así suceda con revistas importantes que sirven para medir el pulso de cierta época”: Ángel Vargas.

Este jueves se llevó a cabo la mesa de discusión “El papel de las revistas literarias en México”, organizada por la Coordinación Nacional de Literatura del INBA en colaboración con la Fundación para la Letras Mexicanas (FLM), y en la que jóvenes escritores coincidieron en que la idea de constituir este tipo de publicaciones tiene que ver con el imperativo de asentarse en el presente y con la necesidad de establecer un dialogo entre creadores y lectores.

En el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, los miembros del consejo de redacción de Pliego16 -publicación semestral producto del Taller de producción de revistas literarias de la FLM-, Mariano del Cueto, Roberto B. Godoy, Julia Piastro y Ángel Vargas, moderados por el poeta y ensayista crítico, José María Espinasa, conversaron sobre el lugar y la importancia de las revistas literarias en México a lo largo de la nuestra tradición intelectual.

Los ponentes acercaron las discusiones del taller al público asistente al recinto de la colonia Condesa, donde abordaron a la revista como un órgano fundamental para dar salida a las opiniones sobre la producción literaria reciente. “La revista termina siendo un pulso del estado cultural libresco, un termómetro del inmediato”, aseguró el escritor guerrerense, Ángel Vargas, quien obtuvo una beca para integrarse como estudiante a la FLM en la categoría Poesía.

“Lo cierto es que a través del estudio de las revistas culturales se puede dar cuenta de la historia de las ideas o de la historia intelectual; las relaciones de poder, prestigio y costumbres, que muchas veces no se pueden discernir en los libros de la misma época”, explicó el también beneficiario de estímulos como el otorgado por el Fonca a Jóvenes Creadores.

Tocó el uso de la palabra a Roberto B. Godoy, quien habló de la tradición hemerográfica en México, donde “el ensayo tiene un papel central y establece un territorio para la discusión intelectual, casi siempre del presente o del pasado representado por su peso en el presente”, expuso el actual Coordinador de Taller de corrección de estilo del Centro de Investigación y Estudios Literarios de Aguascalientes “Fraguas”.

La cercanía de este género literario con el periodismo, su talante crítico y su relación con el ejercicio del criterio para el análisis de su tiempo, se remonta al El Renacimiento, publicación cultural de Ignacio Manuel Altamirano que comenzó a circular durante la restauración de la República, en 1869.

El arco histórico de estas publicaciones literarias se proyecta hasta el modernismo con La Moderna, impulsada por Amado Nervo, pasando por Ulises y Contemporáneos, luego con Plural y Vuelta para desembocar en Nexos y Letras Libres.

Para el editor, originario de Aguascalientes, entre las revistas fundamentales para entender la cultura mexicana, están Barandal y Taller,Literatura Mexicana, Diálogos,  la Revista de la UniversidadLa palabra y el hombre, y Tierra Adentro. Todas, un espacio para la reflexión ensayística y sus variables, donde en género se discute y se piensa no sólo como vehículo de la expresión de las ideas, sino como escritura autónoma en su especificidad estética.

Julia Piastro, escritora, traductora y editora, quien ha editado distintos tipos de fanzine, habló la importancia de este tipo de publicación, caracterizada por su manufactura casi artesanal y su reducido tiraje, y a la que se refirió como  “un bastión que existe para que los jóvenes aprendan el oficio de editar”.

El fanzine, además de dar a conocer a autores que no tienen otra manera de difundir su obra, por su bajo costo llega a grupos de la población que no tiene acceso a las revistas culturales publicadas por grandes casas editoriales”, afirmó Piastro, quien también ha publicado poemas en la revista La mascarada, el suplemento cultural Confabulario del periódico El Universal, y la revista Punto en línea.

Los ponentes y el moderador, quien además es Coordinador de Pliego 16, coincidieron en que el gran reto que enfrentan las revistas literarias en nuestro país, es no quedarse rezagadas ante el auge de las nuevas tecnologías, como el internet, donde han proliferado muchas publicaciones digitales que se llegan a perder entre tanta información, por lo que se debe trabajar más la difusión, la publicidad, su interfaz y la imagen.

La meta es “Mantener la calidad de los textos, pero también hacerlos llamativos para que los lectores que han migrado del papel a lo digital y para que los lectores digitalmente nativos puedan acceder a esos contenidos”, aseguró Ángel Vargas.

Finalmente, Mariano del Cueto, Egresado de Comunicación Política de la UNAM y cofundador de la revista estudiantil Afluente, presentó tres números de Pliego 16, que miden el pulso a las letras desde distintos puntos de vista: el primero, hoy en circulación, sobre literatura y erotismo; un segundo, que se encuentra en imprenta, sobre literatura y horror, y finalmente otro dedicado a las letras y el deporte.

Sobre este último tema, el Director general de la FLM, Eduardo Langange, quien se encontraba entre el público asistente, recordó que hay mucho material literario producido por autores ligados a distintos deportes, como el nobel argelino de familia francesa, Albert Camus, quien fue guardameta; así como mexicanos con textos dedicados al deporte, tal es el caso de Javier García-Galeano, quien ofrecerá el próximo martes 3 de julio, a las 19:00,  la charla “Literatura y futbol”, también en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.

Información: FAC

Documentos

Descarga el Kit de prensa

 

Multimedia

Puedes descargar el audio