Si la necesidad de escritura no es algo que te viene de las entrañas, mejor ni escribas, hay tantas otras cosas para hacer en el mundo… si escribes es porque sientes una necesidad imparable y aquí lo que estamos haciendo es encauzarla, expresó Sandra Lorenzano, tutora del Programa de Residencias Artísticas para Creadores de Iberoamérica y Haití, en el campo de letras.

El programa del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) del Conaculta otorga una beca a los creadores para desarrollar en Méxicoun proyecto artístico durante tres meses, en esta ocasión del 1 de julio al 30 de septiembre.

Primero fue jurado, pero después, ante el interés de ver cómo evolucionaban los trabajos, la escritora Sandra Lorenzano se propuso como tutora pues “me daba mucha curiosidad ver en qué medida, el estar en México y el estar dedicado ciento por ciento a la escritura, algo que a todos los que escribimos nos da mucha envidia, los estaba ayudando a crecer como gente que está dedicándose a las letras”.

Actualmente, son cuatro escritores, provenientes de Ecuador, Chile, Nicaragua y Cuba los que se encuentran en México para desarrollar proyectos literarios en el campo de la novela, el cuento y el ensayo.

Alejandra Moffat, de Chile, prepara una novela que arranca en México, en los años del exilio chileno. La también subdirectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana señaló que la autora “nunca había estado en nuestro país, imagínate el poder caminar las calles que ella ya había pensado que su protagonista iba a caminar, por relatos, por otras obras literarias y demás, para ella está siendo excepcional”.

Esta novela, precisó Sandra Lorenzano, inicia en la ciudad de México, “casi en el momento actual, pero es encontrando una carta que fue escrita por una mujer en los años setenta, muy pocos días antes de la caída del gobierno de Salvador Allende. Es una mujer que viene acompañando a su marido, que es médico, a un congreso y en esos cinco días que dura el congreso, le cambia la vida”.

El ecuatoriano Luis Alberto Bravo también alista una novela titulada El jardinero de los Rolling Stones, con un tema que, señaló la tutora, “es súper atractivo, es una historia real de un chavito jardinero, de 17 años, que aparentemente tenía una relación amorosa con la esposa de Keith Richards y se suicida dándose un tiro en la cama del matrimonio y está el hijo de testigo, el tema es alucinante”.

La novela hará un juego entre realidad y ficción, pues aunque la historia es real, su autor “le suma una historia ficcionada y un mundo de fantasía donde quienes participan, son quienes fueron testigos reales de todo esto, que son las plantas del jardín que el jardinero cuidaba”.

Por otro lado, el cubano Jorge Fornet escribe un ensayo sobre la literatura latinoamericana. “Su pregunta es si seguimos o no hablando de literatura latinoamericana en esta época, con escritores jóvenes que quizá se sienten más cercanos a un mercado del libro global, que a algo estrictamente latinoamericano”.

La posibilidad de estar en México y hablar con escritores jóvenes de este y otros países que coinciden aquí, le serán de gran ayuda al autor para abordar el tema.

Finalmente, se encuentra Manuel Membreño, de Nicaragua, quien prepara un libro de relatos sobre la realidad nicaragüense actual y de la época de la Revolución Sandinista. “Tiene mucho que ver con la memoria, con la juventud nicaragüense y cómo viven esa memoria que de alguna manera les ha llegado y en muchos casos les ha sido impuesta”.

Sandra Lorenzano aseguró que desde un principio, los tres jurados defendieron la posibilidad de que este joven escritor, de apenas 26 años, obtuviera la beca, porque “es un chico al que este viaje le puede cambiar la vida, la posibilidad de estar en México y de poder dedicarse solamente a la literatura, él escribe cuentos, es muy talentoso y viene de una familia, como muchos de los jóvenes nicaragüenses, que tuvo que ver con la Revolución Sandinista y qué ha pasado, cómo han evolucionado esos principios y esas luchas en la Nicaragua de hoy, él tiene familia involucrada, pero no es testimonio, está haciendo un tipo de relato sumamente complejo en términos de estructura narrativa con un gran talento”.

Para dar seguimiento a los proyectos, la subdirectora de la Universidad del Claustro se reúne con los becarios de manera individual o grupal, aunque reconoció que no pretende que queden terminados para septiembre, pues “soy de la idea de que un libro se va haciendo al ritmo que el escritor le imprime, escribir bajo presión no ayuda a hacer mejores libros, sobre todo ellos, que tienen que aprovechar este tiempo”.

Sin embargo, la tutora aseguró que sí se hará una especie de sesión abierta, donde los becarios podrán mostrar los avances de su escritura, la cual, tentativamente, se llevará a cabo el viernes 19 de septiembre en la Universidad del Claustro de Sor Juana.

Aunque dijo que le gustaría ver algún día estos proyectos publicados, advirtió que tienen que ser libros trabajados “muy a conciencia y muy cuidadosamente”. Por ahora, los becarios “están aprovechando, están conociendo y todo eso también es material que alimenta aquello que después va a convertirse en escritura, que es su propia interioridad”.

Información: AGB

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