Su objetivo es generar un movimiento nacional coral que trace el camino hacia una profesionalización vocal–escénica; para ello, niños y jóvenes agrupados en primera instancia en coros en movimiento conjugan el trabajo vocal con el movimiento corporal como parte de su proceso de enseñanza-aprendizaje con el objetivo de detonar su fuerza interna y su potencial únicos. En estos coros se unifica el canto con la expresión corporal y el movimiento se pone al servicio del canto para generar un ambiente lúdico, en el que los coreutas expresan con sus movimientos corporales lo que su voz canta.

Los coros talento, en cambio, tienen el objetivo de trazar el camino de sus participantes rumbo a la profesionalización. Este tipo de agrupaciones está integrado por niños con voces privilegiadas que habitan el territorio nacional, los cuales, con una metodología adecuada, disciplina y seguimiento académico potenciarán sus capacidades corales a su máxima expresión.