Contrario a los pronósticos de las autoridades monetarias, los primeros datos del año muestran signos positivos derivados del incremento de los salarios mínimos en empleo y productividad

La inflación debajo a la pronosticada por el Banco de México, institución que mantiene pasividad y rigidez en el manejo de las tasas de interés dificultando la actividad económica

El alza salarial coadyuvó, vía consumo y expectativas de confianza, al conjunto de las políticas públicas orientadas a generar un ambiente favorable para contrarrestar la ralentización de la economía

Se adopta un enfoque de política salarial de goce y ejercicio de derechos humanos nivelando los salarios mínimos a la línea de bienestar individual urbana (canasta alimentaria y no alimentaria) con lo cual se benefició a por lo menos 1 millón 694 mil de trabajadores y hasta 4 millones 098 mil asalariado

En el informe sobre la situación económica, empleo y salarios, correspondiente al mes de febrero del presente año, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI), estableció que contrario a los pronósticos de las autoridades monetarias, los primeros datos del año muestran signos positivos derivados del incremento de los salarios mínimos, decretados el 26 de diciembre de 2018 y en vigor desde el 1 de enero del año en curso, en la economía mexicana.

Por primera vez el salario mínimo se nivela a la línea de bienestar individual urbana definida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) al pasar de 88.36 pesos diarios a 102.68 pesos, un incremento del 16.21% (constituido por una aportación nominal en pesos, a través del llamado Monto Independiente de Recuperación -MIR- de $9.43 pesos diarios, y añadiendo un ajuste porcentual inflacionario de 5%) con lo cual se  benefició a por lo menos 1 millón 694 mil de trabajadores y hasta 4 millones 098 mil asalariados, incluyendo formales e informales.[1]  

Lo anterior es apenas el inicio de un periodo de recuperación gradual y sostenida del poder adquisitivo de los salarios mínimos, cuyo horizonte es alcanzar, al final de la actual administración, el nivel de 1976 o por lo menos el resultante de incrementos anuales del 16% (esto es 319.29 y 205.85 pesos diarios a precios 2018).

Con datos de enero-febrero se aprecia que el alza salarial coadyuvó, vía el consumo y las expectativas de confianza, al conjunto de las políticas públicas orientadas a generar un ambiente favorable para contrarrestar la ralentización de la economía global y, en particular, en nuestra región.

En la esfera de los precios se registró una tasa anual de inflación (febrero 2018/2019) de 3.89%, cifra inferior a la pronosticada por el Banco de México; institución que mantiene pasividad y rigidez en el manejo de las tasas de interés dificultando la actividad económica.

En materia de empleo de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al 31 de enero de 2019, se tienen registrados ante el Instituto 20,174,011 puestos de trabajo, de los cuales 85.6% son permanentes y 14.4% eventuales. Con esta afiliación, la creación mensual de empleo en enero del presente año es de 94,646 puestos, 95.9% mayor al promedio de los meses de enero de los diez años previos (48,316 puestos). Se trata del segundo mejor aumento reportado en un mes de enero de la última década.                                                            /cms/uploads/image/file/482354/Tabla_trabajo_imss.jpg

Cabe destacar que sólo los trabajadores con percepciones por debajo de dos salarios mínimos afiliados al IMSS recibieron beneficios significativos, pero no el resto de las categorías que ganan por encima de dos salarios mínimos; por ende, quedó neutralizado el efecto faro.

En enero de 2019, la tasa de crecimiento anual de empleo a nivel nacional fue de 3.5% mientras que en la frontera norte alcanzó el 4.1%. Las principales ciudades fronterizas registraron crecimientos significativos: Reynosa (7.2%), Nogales (7.1%), Tijuana (5.6%), Nuevo Laredo (5.2%), Matamoros (4.1%) y Ciudad Juárez (3.9%).                                                                                                                                       /cms/uploads/image/file/481556/comunicado_2.1_2019.png

En la ZLFN, donde el salario mínimo se duplicó para situarse en 176.72 pesos (resultado de un incremento nominal en pesos, a través del MIR de $79.94 pesos diarios y aplicando el ajuste porcentual inflacionario del 5%), mejoraron los salarios de los trabajadores, particularmente aquellos que menos ganan con incrementos de entre 8 y 11% beneficiando a alrededor de 640,000 trabajadores.

Las respectivas disminuciones en las tasas impositivas al 8 y 20% del impuesto al valor agregado (IVA) y el Impuesto sobre la Renta (ISR) y precios internacionales a la baja de ciertos bienes y servicios, entre otros factores, favorecieron el descenso inflacionario no obstante la duplicación del salario mínimo. Entre las ciudades con el menor incremento de precios (segunda quincena de diciembre 2018 a primera de febrero 2019) se encuentran varias ciudades fronterizas como Tijuana y Mexicali, ambas en Baja California  y cuya inflación fue -1.7 y 1.38%; Ciudad Juárez en Chihuahua con una inflación igual a -0.06% ; Matamoros en Tamaulipas y Ciudad Acuña en Coahuila, las cuales registraron cada una la disminución en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de -0.01% y -0.5%.

En el marco de la segunda sesión del Consejo de Representantes, el presidente de la CONASAMI, doctor Andrés Peñaloza Méndez, subrayó que con la nueva política salarial se espera alentar el consumo de bienes y servicios nacionales, la creación de empleos, continuar con el crecimiento y expansión de la productividad por empresas y regiones, abrir opciones a los migrantes acortando la abismal brecha salarial México-Estados Unidos, en la actualidad, de más del mil por ciento.

También exhortó a los sectores de los trabajadores y empleadores a actuar con la mayor responsabilidad durante el actual periodo de revisiones contractuales para aproximar posturas y acordar términos razonables y decorosos que equilibren las pretensiones salariales con las condiciones económico-financieras de las empresas con objeto preservar empleos e inversiones a la vez de generar mejoras graduales pero firmes en los salarios y condiciones de trabajo.

[1] Información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, cuarto trimestre de 2018.

 

BOLETÍN 002 - 2019