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¿Qué es?

Los trastornos de la alimentación son trastornos del comportamiento que se caracterizan por una alteración grave y persistente de las conductas alimentarias, asociadas a pensamientos y emociones angustiantes 1 , que no pueden explicarse por otra  afección de salud, no son apropiados para el nivel de desarrollo del individuo y no son congruentes con las normas culturales.
Estos incluyen a la Anorexia nerviosa, Bulimia nerviosa, Trastorno por atracón, Trastorno evitativo o restrictivo de la ingesta de alimentos, Síndrome de pica, Trastorno por rumiación o regurgitación.
Se desarrollan con mayor frecuencia en la adolescencia y adultos jóvenes; si bien, la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa son más comunes en las mujeres, estos trastornos pueden ocurrir a cualquier edad y afectar a cualquier género.
Los trastornos de la conducta alimentaria pueden llegar a condicionar graves afecciones a la función física, psicológica y social; es por ello que tienen la tasa de mortalidad más alta de todas las enfermedades psiquiátricas.
Las personas que luchan contra los trastornos alimentarios tienen una angustia emocional intensa y su calidad de vida se ve gravemente afectada. Es importante señalar que a menudo estos trastornos coexisten con otros trastornos psiquiátricos,  como son los trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos por consumo de alcohol y sustancias 1 .

Síntomas

Anorexia Nerviosa:

Hay dos subtipos de anorexia nerviosa:

  • Tipo restrictivo: en el que las personas pierden peso principalmente mediante dieta, ayuno o ejercicio excesivo.
  • Tipo de atracones/purgas: en el que las personas también se involucran en comportamientos intermitentes de atracones (comer en demasía) y/o purgas (vomitar a propósito después de comer en exceso).

Con el tiempo, algunos de los siguientes síntomas pueden desarrollarse relacionados con el hambre o los comportamientos de purga:

  • Los períodos menstruales cesan
  • Mareos o desmayos por deshidratación
  • Cabello y/o uñas quebradizas
  • Intolerancia al frío
  • Debilidad muscular desgaste
  • Acidez estomacal y reflujo (en los que vomitan)
  • Estreñimiento severo, hinchazón y plenitud abdominal después de las comidas.
  • Fracturas por estrés por ejercicio compulsivo, así como pérdida ósea que resulta en osteopenia u osteoporosis (adelgazamiento de los huesos)
  • Depresión, irritabilidad, ansiedad, falta de concentración y fatiga

Bulimia Nerviosa:

Las personas con bulimia nerviosa normalmente alternan la dieta o el consumo de "alimentos seguros"; bajos en calorías con atracones de alimentos "prohibidos"; con alto contenido calórico. Pueden presentar atracones los cuales se definen como  comer una gran cantidad de alimentos en un corto período de tiempo acompañado con una sensación de pérdida de control sobre qué o cuánto se está comiendo.
Las personas con bulimia nerviosa pueden tener un peso ligeramente bajo, peso normal, sobrepeso o incluso obesidad.
Los posibles signos de que alguien puede tener bulimia nerviosa incluyen:

  • Acudir al baño justo después de las comidas.
  • Grandes cantidades de comida que desaparecen
  • Envoltorios y recipientes de comida vacíos “sin explicación”
  • Dolor de garganta crónico
  • Caries dental (por desgaste del esmalte dental por el ácido estomacal)
  • Acidez estomacal y reflujo gastroesofágico
  • Abuso de laxantes o pastillas para adelgazar
  • Diarrea recurrente inexplicable
  • Abuso de diuréticos
  • Sentirse mareado o desmayarse (por deshidratación)


Causas

Es importante destacar que no existe una sola causa para los trastornos alimentarios. Al igual que otras condiciones psiquiátricas, estos trastornos a menudo se agrupan en familias y pueden desarrollarse de manera diversa en diferentes personas. Sin  embargo, las investigaciones en la materia han encontrado amplias similitudes en la comprensión de los principales factores de riesgo, los cuales incluyen aspectos biológicos, psicológicos y socioculturales (como el estigma, los prejuicios, el  bullying en la infancia, estereotipos de belleza).
La evidencia sugiere que los genes y la herencia genética desempeñan un papel importante en que algunas personas tienen un mayor riesgo de sufrir un trastorno alimentario, sin embargo, estos trastornos también pueden afectar a quienes no  tienen antecedentes familiares este tipo de afecciones.
La historia de vida de la persona y el entorno también juegan un papel esencial, al desencadenar la aparición de un trastorno alimentario (p. ej. la presión para hacer dieta o la pérdida de peso relacionada con una afección médica o un factor  estresante de la vida pueden ser la puerta de entrada a la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa para algunas personas).

Tratamiento

Debido a los síntomas diversos que presentan estos trastornos y la gravedad de los mismos podemos llegar a encontrar consecuencias para la salud de las personas como: paro cardíaco, insuficiencia renal, osteoporosis y desequilibrio electrolítico. Por ello, el tratamiento debe ser integral, abordando las complicaciones médicas, psicológicas, conductuales y nutricionales derivadas del trastorno, requiriendo un equipo de profesionales de la salud interdisciplinario; así como asesoría y  compañamiento de la familia y/o red de apoyo de la persona que padece el trastorno.
Con la atención médica adecuada, las personas con trastornos alimentarios pueden retomar hábitos alimenticios saludables, recuperar su salud física y emocional 1 .