Oferta

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Secretaría de la Defensa Nacional y Secretaría de Marina, con el apoyo territorial de la Guardia Nacional, trabajan para reducir la oferta de sustancias psicoactivas.

 

Demanda

Coordinada por la Secretaría de Salud y en colaboración con otras instituciones, se propone mitigar el impacto de los determinantes biopsicosociales para reducir la demanda de sustancias psicoactivas

 

Promoción de la salud mental

La Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones propone una convocatoria social que se apoya en la participación de los miembros de la comunidad, se busca fomentar la aprobación sociocultural del concepto factores protectores y no sólo entendidos como aquellos que protegen contra el uso y abuso de sustancias psicoactivas, sino también aquellos que fortalecen la salud mental y psicoafectiva, bienestar colectivo e individual y construcción de la paz.

 

¿Cómo funciona la ENPA?

Se apoya de elementos comunes que sirven para guiar el proceso de planeación estratégica e implementación: participación de los miembros de la comunidad, eficacia, rentabilidad y sostenibilidad, desarrollados en un marco de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, sociedad civil y representantes del sector privado.

 

Cambiando el paradigma

El modelo prohibicionista criminalizaba a las personas con consumo problemático y reducía sus probabilidades de recibir tratamiento, reinserción social y rehabilitación, en caso de que lo requirieron.

ENPA considera que una mayor comprensión y atención de los factores del entorno, los cuales influyen en el riesgo de consumo de sustancias, repercute en su disminución e implica tratar a la población afectada como una población digna de derechos, evitando criminalizar, estigmatizar y marginar a las personas que consumen.

El consumo de sustancias tiene dos vertientes:

1) La evitación de su uso desde la prevención: proporcionar a las infancias y juventudes las herramientas necesarias que fomenten el autocuidado y la toma de decisiones, así como su capacidad de autodeterminación y

2) El enfoque de reducción de daños, fomentando la responsabilidad de cada individuo en el ejercicio de su libertad pero ofreciendo los programas y servicios necesarios para minimizar los riesgos del uso problemático de sustancias. Ambas vertientes coadyuvan a la formación de individuos responsables.