La sardina es una especie pesquera muy accesible a la población y de alto valor nutricional por su contenido de proteínas, vitamina D2, fósforo, calcio, potasio, vitamina B12, Omega3 y aminoácidos.

Normalmente se tiene la percepción de que la sardina hay que consumirla en lata, pero se puede consumir en fresco y se ve y sabe increíble.

Los mexicanos comemos cada vez más productos pesqueros y acuícolas, lo que se traduce en una buena alimentación y una buena salud; en la medida en que comemos más pescado --y la sardina es el número uno--, obtenemos beneficios para evitar problemas a nuestro sistema nervioso y al corazón; en los niños su desarrollo neurocerebral se acelera hasta en 7 por ciento y además es de muy agradable sabor.

Hace tres años en nuestro país se consumían nueve kilos de pescado per cápita y hoy se están consumiendo más de doce kilos por persona, con lo que se ha logrado alcanzar la meta prevista para el final del sexenio en 2018.