Uno de los momentos más emotivos en la carrera de un seleccionado nacional, es ver la bandera tricolor en todo lo alto, escuchar el Himno Nacional y portar el uniforme que representa al país, algo que han vivido los integrantes del conjunto de Para Taekwondo; comparten a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), sus experiencias al competir por México, en el extranjero.
A días de la Conmemoración del 213 Aniversario de la Independencia de México, Juan Diego García, medallista de oro en los pasados Juegos Paralímpicos Tokio 2020, revela lo orgulloso que lo hace sentir el poder representar al país.
“Es de mucho orgullo portar un uniforme que trae la bandera de México; es muy emocionante y motivante, porque al final, no solamente estás representando a tu estado, o una escuela, sino que es a todo un país y eso me llena de mucho orgullo, sobre todo cuando voy a una competencia internacional”, dijo.
Diego García, originario de Sinaloa, fue campeón del mundo a los 16 años y monarca paralímpico a los 18 años, credenciales que lo avalan como referente; comentó que “vale la pena hacer sacrificios a cambio de representar a tu país”.
“La Bandera de México representa mucha pasión, dedicación y tenacidad, por ser un portador de esa bandera nacional; la llevo con orgullo y siempre busco hacerlo de la mejor manera. Lo que siento al ver el Lábaro Patrio en lo más alto, en una competencia, es de mucha satisfacción, porque al final estás haciendo notar que los mexicanos en dondequiera que se paren pueden hacer un buen papel y todo el sacrificio, todo eso que has dejado de hacer por representar a tu país, vale la pena”, afirmó.
Luis Mario Nájera, quien recientemente ganó la medalla de plata en el Grand Prix París 2023, externó sus sentimientos al estar en el podio de honor.
“Es muy bonito ver la Bandera de México en lo más alto, algo que me pone la piel chinita, inclusive cantar el Himno; no tengo palabras para explicar y espero que en el próximo Campeonato Mundial podamos ver el Lábaro Patrio en lo más alto y muchas veces”, señaló el para atleta chiapaneco.
La yucateca Jessica García, resaltó el espíritu que caracteriza a los mexicanos. “Es un orgullo ser seleccionada nacional; siempre nos hemos catalogado como personas guerreras, personas destacadas en lo deportivo, en lo personal, en cualquier ámbito, creo que ser mexicano es gratificante, somos muy aguerridos y creo que cuando llegamos a un evento internacional hasta se siente la vibra de que le tienen temor a nuestro país, porque saben que son equipos fuertes”, destacó la doble medallista mundial.
“Cuando se escucha el himno se eriza la piel por la emoción y ver en lo más alto la Bandera de México también es una sensación muy bonita por lo que representan sus colores, es muy llamativa y creo que da de que hablar fuera del país, que México esté compitiendo y que se tenga un buen resultado en un evento internacional”, puntualizó Jessica García, quien se encuentra en el segundo lugar del ranking de la categoría K44 -52 kilos.
Mientras que, para la campeona del Grand Prix Mundial París 2023, Claudia Romero, ver el Lábaro Patrio en lo más alto es motivo de orgullo.
“La bandera de México para mi representa todo, mi país, mi tierra, la calidez con la que nosotros los mexicanos arropamos a toda la gente, sobre todo el estandarte que nosotros llevamos para nuestras competencias, que es nuestra bandera, nos hace dar ese extra en cada combate y es muy bonito representar a México”, opinó la número uno del ranking internacional de la categoría K44 -47 Kg.
La poblana rememoró sus sentimientos al conquistar su primera medalla de oro internacional.
“La primera vez fue en el Panamericano Spokane 2018, que fui campeona parapanamericana, se hizo la premiación, vi cómo iban subiendo las banderas y ahí estaba la mía, en el primer lugar; cantar el himno me llenó de mucha emoción y de muchas lágrimas porque fue la primera vez que me coroné como campeona continental”, concluyó.
El movimiento inició en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, cuando se registró el “Grito de Independencia”, atribuido al cura Miguel Hidalgo y Costilla en la población de Dolores, ubicada en la intendencia de Guanajuato, hoy Dolores Hidalgo, Gto. Por decreto del entonces presidente Antonio López de Santa Anna, la celebración se realiza la noche del 15 de septiembre; actualmente, se ha convertido en un festejo de sana convivencia y responsabilidad social para las familias mexicanas.