AGUASCALIENTES, Aguascalientes.- Con 32 años de experiencia en el nado sincronizado, 22 de ellos en México, de carácter fuerte y duro, exigente, perfeccionista y disciplinada, pero comprensiva, cariñosa y amiga de sus alumnas, la entrenadora Olga Aseeva se encarga de preparar a las jóvenes, no solo para el deporte, si no para la vida.
Nacida en San Petersburgo, Rusia, Aseeva habla de lo que le significa para ella ser profesora en esta disciplina.
"Es crecer cada día junto con tus nadadoras, saber que cada día te dedicas a preparar personas, que van a poder defenderse en la vida por todo lo que le deja el deporte, en cuestión de disciplina, de trabajo en equipo, de saber trabajar, estudiar y saber llevar una vida organizada, disciplinada y sana", destaca.
Además, la entrenadora rusa dice que es justo ella quien admira a sus pupilos.
"Aquí los niños dejan todo, dejan su corazón en el deporte, diciendo que esto es su formación para la vida. Me da muchísimo orgullo cada día llegar al trabajo y saber que estoy preparando gente sana para la vida, sana mentalmente", afirma.
Entrenadora nacional de 1991 a 1997, cuando nació su hijo, señala que ella hace las funciones de instructora, de sicóloga y hasta de mamá sustituta.
"Es ser todo, porque te despiertas con ellas, te vas a las camas despidiéndote de ellas, soy como una mamá, yo creo que es la relación cuando tú tienes que aceptar a tu nadador como es, tratando de hacerlo cada día mejor, pero el nadador también te tiene que aceptar como su familia, con la exigencia que tu traes porque es trabajo en equipo.
"Entonces sí, es ser mamá, papá y tratar de sacar adelante a cada niña que busca alcanzar su sueño, en el deporte y en su vida personal", dijo durante las competencias de la ON dentro de su deporte en Aguascalientes.
Desde 1997 trabaja con el Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte (IMCUFIDE), además de mantenerse como entrenadora nacional del equipo junior.
"México es mi segunda casa, estoy viviendo aquí con mi hijo, que tiene 15 años. El deporte debería ser como una obligación por todos los problemas de salud que existen, debemos atraer a más nadadoras para que crezcan personas sanas, personas preparadas para integrarse a cualquier tipo de trabajo", afirma.
Finalmente, Aseeva resume en algunas palabras su mayor satisfacción dentro del nado sincronizado.
"Que las niñas te den las gracias por estar a su lado mucho tiempo, aunque no ganen medalla y cuando te llega una chiquitita de 6 años y te dice muchas gracias por mi medalla, es una satisfacción muy grande, es como criar a tu hijo y cuando las veo como mujeres exitosas, profesionistas, me da más satisfacción porque me doy cuenta que sí preparé a alguien para la vida real, porque las medallas son pasajeras, pero lo que te queda del deporte para el resto de tu vida yo creo que es lo más importante", subraya.