Ciudad de México, a 11 de julio de 2017 (CONADE).- Oel Francisco Verdugo originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas viajó 11 horas hacia Oaxaca para que su hijo José Ramón Verdugo, demostrara sus lanzamientos de fuego en la Academia CONADE de béisbol.

La onceava sede de pruebas de la Academia, trajo al estadio Eduardo Vasconcelos, casa de los Guerreros de Oaxaca, a Oel Verdugo, quien además de ser entrenador en el diamante, es periodista de deportes.

“Me parece una forma excelente de aprovechar el talento de los muchachos”, comentó el padre de José Ramón.

El joven aspirante, José Ramón quien realizó pruebas para la categoría de 13 y 14 años de edad, cuenta con un padre orgulloso, ya que además de cubrir el evento de Academia, veía con detenimiento los movimientos de su hijo.

Todo inició porque desde pequeño, el joven pelotero era hiperactivo lo cual lo llevó a canalizar toda su energía en el deporte, el béisbol fue el que le llamo más la atención ya que sus padres decidieron que era mejor meterlo en alguna disciplina que medicarlo.

“Primero lo metí al tenis, pero en lugar de agarrar las pelotas con raqueta, las lanzaba como si fuera béisbol”, afirma el padre de Ramón.

Así fue como el entrenador comenzó a involucrarse cada vez más en el béisbol, y a informarse con el objetivo de aprender más de él, lo cual pudo combinar también con su profesión de reportero, en donde empezó a escribir y a difundir más sobre este deporte.

“Yo era futbolero, fui jefe de prensa de un equipo profesional, pero hoy ya no sé cómo está el asunto del futbol porque el béisbol nos ha ganado” expresa Oel Verdugo.

José Ramón ha agarrado gusto propio por el deporte, trabaja cuatro días por semana, corre mucho, hace spring training, trabajo de potencia de piernas, pruebas de tiros, se encuentra mucho más centrado y su calidad de vida ha mejorado.

Además de traer a su hijo a las evaluaciones, el padre de Ramón tomó el curso de entrenador en la Academia CONADE de Béisbol, ya que le gusta estar en el terreno de juego, convivir y aprender de los profesionales y de los niños también.

“Yo creo que el hecho de estar aquí ya es ganancia, son experiencias para los niños que están aquí, la vida no se termina, si quedan contentos, excelente, si no pues a seguir trabajando, pues yo estoy seguro que algo bueno nos puede llegar tanto deportistas como seres humanos”, cierra con esta frase motivacional.

El pequeño pelotero fue uno de los exponentes que resultó ser preseleccionado en esta fecha de pruebas, por lo que superó los tres días de evaluación, haciendo valer la distancia del diamante de Oaxaca y su hogar en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.