Autor: José Alonso Novelo Baeza, titular de la  Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios
 
El pulmón es un órgano muy sensible y está diseñado anatómicamente para intercambiar de manera inmediata, de afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera, de manera saludable, solamente oxígeno al 21% y CO2, respectivamente. No acepta sin daños consecuentes ninguna otra sustancia inducida al mismo.
 
Es en la década de los 80, cuando se comienza a tomar conciencia científica de los daños que no solamente conlleva el fumar sino también de los riesgos asociados con el humo de segunda mano, es decir el daño a fumadores pasivos. A la fecha se reconoce que el tabaquismo es la principal causa de muerte prevenible a nivel mundial, junto con las guerras, el alcoholismo y el consumo de drogas ilícitas.
 
Los avances científicos y el estudio del cuerpo humano han permitido tener información más detallada y específica respecto del funcionamiento de nuestro cuerpo como en ninguna otra época en la historia. Estudios exhaustivos han demostrado que los daños provocados por el consumo de tabaco son afectaciones tales como bronquitis crónica, enfisema pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y exacerbación de otras enfermedades bronco pulmonares. El tabaquismo es factor de riesgo para enfermedades no transmisibles (ENTS): cáncer (boca, faringe, laringe, esófago, pulmón, riñón, vejiga), padecimientos cardiovasculares (enfermedad coronaria), y enfermedades respiratorias crónicas que causan alrededor de 41 millones de muertes al año y 15 millones de muertes prematuras a nivel mundial. También se ha asociado con accidentes cerebro-vasculares, cataratas, pérdida auditiva. Por sí solo, el tabaco es la causa de 8.1 millones de muertes al año en el mundo2,3.
 
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT 2016), en México 14.9 millones de personas fuman4. Las estadísticas muestran que en nuestro país la esperanza de vida de los fumadores se acorta hasta en 5 años y medio respecto de los no fumadores. Se estima que anualmente mueren más de 51 mil personas por enfermedades atribuibles al tabaquismo, es decir 141 personas al día5.
 
Los cigarrillos contienen tabaco y es conocido que entre la lista de sus 600 componentes se encuentran la nicotina, nitratos y nitritos, benzopireno y otros hidrocarburos aromáticos policíclicos. Al quemarse, generan óxidos de nitrógeno, amoníaco, monóxido de carbono y alquitrán las cuales conforman todas, sustancias muy nocivas a la salud6.
 
Asimismo, una vez que hace combustión, el humo de tabaco, conocido como humo de segunda mano, contiene alrededor de 7 mil sustancias, de las cuales 250 son dañinas para la salud y alrededor de 70 se sabe que causan cáncer. Entre las sustancias contenidas en el humo encontramos químicos: formaldehído, benceno, polonio-210, cloruro de vinilo; gases venenosos: monóxido de carbono, ácido cianhídrico, butano, amoníaco, tolueno; metales tóxicos: cromo, arsénico, plomo y cadmio, entre otros7,8
 
La nicotina es el componente mayoritario del tabaco y responsable de la adicción. De acuerdo con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), por cada cigarrillo un fumador ingiere entre 1 y 2 mg de nicotina. Esta droga se distribuye rápidamente por el sistema nervioso: en sólo 7 segundos llega al cerebro, y en 20 alcanza las extremidades inferiores.

Recientemente se han adoptado otras modalidades conocidas como “vaping” o “vapeo” a través de cigarros electrónicos y dispositivos para la administración de nicotina
y tabaco, nuevos y emergentes. Categorizados como Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), Sistema Alternativo de Consumo de Nicotina (SACN) o Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN), consisten básicamente en un sistema electrónico que calienta un filamento para la vaporización de cartuchos desechables o recargables que pueden o no contener nicotina en forma líquida, disuelta en propilenglicol, saborizantes, aromatizantes (diacetil), que enmascaran y suavizan sabores y efectos al momento de la inhalación y compuestos orgánicos volátiles.
 
Dependiendo de la marca de los cartuchos, el vapor producido por estos dispositivos puede contener sustancias tóxicas (cadmio, níquel, cromo, plomo, arsénico y silicatos), así como compuestos carcinógenos (B-nicotirina, nitrosaminas, hidrocarburos aromáticos) y otros carbonilos, además de producir partículas ultrafinas que pueden inhalarse profundamente en los pulmones. Otras investigaciones han encontrado partículas de estaño y plata, así como hierro, cerio, lantano, bismuto y zinc; esto debido al filamento que se calienta hasta vaporizar el líquido.
 
Originalmente estos dispositivos nacieron como una alternativa para aquellas personas que buscaban dejar de fumar. Sin embargo, existen documentos como el emitido por la European Respiratory Society (ERS) Paper on Tobacco Harm Reduction, que señala que entre el 60% y el 80% de los usuarios de los cigarros electrónicos continúan fumando cigarrillos convencionales generando un uso dual. Asimismo, la Declaración de las Sociedades Científicas Neumológicas Ibero- Latinoamericanas, emitieron un documento sobre los dispositivos electrónicos de liberación de nicotina, advirtiendo que dichos dispositivos no han demostrado efectividad para dejar de fumar y que, por el contrario, se presume de efectos adversos a la salud en el corto plazo sin descartar los daños a medianomediano-largo plazo, hoy desconocidos por el corto período de observación.

La creciente popularidad de estos dispositivos ha generado una alerta sanitaria en varios países del mundo, debido a que la población juvenil que no ha tenido contacto con el consumo de tabaco es más susceptible a inducirse en el consumo de nicotina a través de estos dispositivos y mudar al consumo tradicional, gracias al marketing y a las estrategias que la industria utiliza para incursionar con sus productos al mercado. En 2018, un estudio de Campaign for Tobacco Free-Kids reportó que se comercializan alrededor de 15,000 aromas exclusivos en las soluciones líquidas con y sin nicotina, que los hacen más atractivos para este sector de la población.

Asimismo, de acuerdo con la Asociación Americana de Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés), existen dispositivos como los pod mods, cuya cantidad de nicotina por cartucho es equivalente a la contenida en una cajetilla de cigarros, si se comparan los 8 mg contenidos en un cigarro convencional (de los cuales sólo se absorben de 1 mg a 2 mg en el humo que se inhala)9 contra la cantidad de nicotina que estos productos pueden contener (de 6 mg/ml hasta los 36 mg/ml)10, lo que los hace altamente adictivos.
 
La popularidad en su uso y la adicción asociada a los mismos, ha generado que la Organización Mundial de la Salud la considere como una “epidemia química”. Tan solo en los Estados Unidos, de acuerdo al último reporte del Centro de Control de Enfermedades y Prevención (CDC, por sus siglas en inglés), de fecha 24 de octubre de 2019, se han registrado 1,604 casos asociados al vapeo (36% personas de 21 años de edad o menos) y se han documentado 34 muertes por complicaciones respiratorias agudas asociadas a al uso de estos dispositivos. El único común denominador de los pacientes afectados es precisamente el uso de vapeadores.
 
Actualmente existen disposiciones que regulan el consumo de tabaco y sus derivados en seguimiento a las recomendaciones emitidas en el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT 2003/2004) promovido por la Organización Mundial de la Salud.
 
En México contamos con la Ley General para el Control del Tabaco (LGCT) publicada en mayo de 2008 y su Reglamento publicado en mayo de 2009. En las fechas en que fueron aprobados el CMCT y la LGCT, los cigarrillos electrónicos o dispositivos vaporizadores con usos similares no habían hecho presencia en el mercado global, por lo que ninguno de estos cuerpos normativos los enuncia explícitamente.
 
Sin embargo, la LGCT en su artículo 16, fracción VI establece expresamente la prohibición de comerciar, vender, distribuir, exhibir, promocionar o producir cualquier objeto que no sea un producto del tabaco, que contenga alguno de los elementos de la marca o cualquier tipo de diseño o señal auditiva que lo identifique con productos del tabaco.
 
En virtud de la LGCT, la comercialización de cigarrillos electrónicos está formalmente prohibida y la instancia facultada para vigilar y sancionar el incumplimiento de lo dispuesto por la Ley es la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
 
De conformidad con la evidencia científica, a la fecha se puede afirmar que los dispositivos para la administración de nicotina y tabaco nuevos y emergentes, en cualquiera de sus modalidades, constituyen un riesgo para los usuarios y para aquellas personas que sin usarlos están expuestas a sus emisiones, ya
que contienen sustancias como el propilenglicol o glicerina, así como metales como el níquel y el plomo y nitrosaminas, entre otros, todos ellos elementos tóxicos,
por lo que podemos concluir que son indudablemente dañinos para la salud.
 
Por ello y con el propósito de proteger a la población de los riesgos sanitarios asociados a su uso, el Sistema Nacional de Salud se ha pronunciado por mantener la prohibición de comercializar los cigarrillos electrónicos o dispositivos vaporizadores con usos similares, así como las soluciones y mezclas utilizadas en estos dispositivos
 
 
1History of Tobacco. Boston University Medical Center. https://academic.udayton.edu/health/syllabi/tobacco/history.htm#begin
2Framework Convention Alliance. Tabaco: un producto de consumo humano único. Dr. Eduardo Bianco
3El Convenio Marco de la OMS para el Control de Tabaco – Progreso en las Américas. Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la
Salud.
4Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017 (ENCODAT).
5Estimaciones del modelo para el Estudio Global de Carga de la Enfermedad (GBD, 2017). http://ghdx.healthdata.org/gbd-results-tool
6American Cancer Society. Sustancias químicas nocivas en los productos de tabaco.
7Framework Convention Alliance. Tabaco: un producto de consumo humano único. Dr. Eduardo Bianco
8Centers for Disease Control and Prevention. Secondhand Smoke (SHS) Facts.
https://www.cdc.gov/tobacco/data_statistics/fact_sheets/secondhand_smoke/general_facts/index.htm
9American Cancer Society, “Why People Start Smoking and Why It’s Hard to Stop”
10VAPER, Train, How do I choose an e-liquid strength? 2016