Para proteger la salud humana, los gobiernos en muchos países del mundo controlan los niveles de contaminantes atmosféricos utilizando diversas herramientas normativas. Entre éstas se encuentran las normas de calidad del aire, que establecen concentraciones aceptables para la población en términos de los riesgos que los contaminantes representan para la salud humana. Así, dichas normas definen las concentraciones aceptables durante diferentes periodos de exposición, ya que en algunos casos se considera una concentración menor, pero durante un tiempo de exposición mayor, también representa un riesgo para la población. En nuestro país, la Secretaría de Salud es el órgano responsable de evaluar la evidencia de los impactos de la contaminación atmosférica en la salud y establecer los límites permisibles de concentración de los contaminantes en la atmósfera. La siguiente tabla resume los indicadores con los que se evalúa el cumplimiento de las NOM de salud con respecto a cada uno de los contaminantes criterio. Se muestra además el tipo de dato base que se utiliza en el cálculo y el tiempo para calcular la métrica, el tipo de exposición, la frecuencia tolerada, los valores límite, los criterios de suficiencia de información y la NOM que corresponde a cada contaminante. Para reducir las repercusiones de la contaminación atmosférica urbana sobre la salud pública es preciso reducir las fuentes principales de contaminación, en particular la combustión ineficiente de combustibles fósiles para el transporte motorizado y la generación de electricidad, y mejorar la eficiencia energética de los edificios y las fábricas.
Reducir los efectos sanitarios de esta forma de contaminación escapa en gran medida a la voluntad de las personas y exige más bien la actuación de las autoridades públicas en los planos nacional, regional e incluso internacional.
El sector de la salud pública puede desempeñar un papel protagónico promoviendo un enfoque multisectorial de la prevención de la exposición a la contaminación atmosférica, para lo cual debe involucrarse y apoyar el trabajo de otros sectores (por ejemplo, transporte, vivienda, energía, industria) a fin de elaborar y aplicar políticas y programas a largo plazo encaminados a reducir la contaminación del aire y mejorar la salud.
Contaminante |
Dato base utilizado para la evaluación |
Exposición | Frecuencia tolerada |
Valor límite Indicador con el que se evalúa |
Norma Oficial Mexicana |
---|---|---|---|---|---|
Partículas PM10 |
Promedio 24 horas |
Aguda | No se permite |
75 µg/m³ Máximo |
NOM-025-SSA1-2014 |
Crónica | -- |
40 µg/m³ Promedio anual |
|||
Partículas PM2.5 |
Promedio 24 horas |
Aguda | No se permite |
45 µg/m³ Máximo |
|
Crónica | -- |
12 µg/m³ Promedio anual |
|||
Ozono (O3) |
Dato horario |
Aguda | No se permite |
0.095 ppm Máximo |
|
Promedio móvil de 8 hora |
No se permite |
0.070 ppm Máximo |
|||
Dióxido de azufre (SO2) |
Promedio de 8 hora |
Aguda |
1 vez al año |
0.200 ppm Segundo máximo |
|
Promedio de 24 hora |
Aguda |
No se permite |
0.110 ppm Máximo |
||
Dato horario |
Crónica | -- |
0.025 ppm Promedio anual |
||
Dióxido de nitrógeno (NO2) |
Dato horario |
Aguda |
1 vez al año |
0.210 ppm Segundo máximo |
|
Monóxido de carbono (CO) |
Promedio móvil de 8 hora |
Aguda |
1 vez al año |
11 ppm Segundo máximo |
|
Plomo (Pb) |
Promedio aritmético de tres meses |
Crónica |
No se permite |
1.5 μg/m³ |