En 1700 llegó al trono de España una dinastía abierta a las ideas de la Ilustración que inició una serie de cambios conocidos como reformas borbónicas, cuyo espíritu modernizador alcanzó todas las esferas de la vida pública de la metrópoli española y sus colonias.

En Nueva España, la ceca —concesionada hasta entonces— pasó a manos de la Corona, como Real Casa de Moneda de México, y fue dotada de máquinas con las que, por primera vez, se logró hacer piezas perfectamente circulares y acordonar o imprimir en su canto un grabado parecido a un cordoncillo, poniendo fin a la práctica del cercén.

Por su diseño, estas monedas se conocen como columnarias o de mundos y mares; en él se observan las columnas de Hércules, entre estas, dos hemisferios que representan el Imperio español y encima una corona que los protege bajo la leyenda vtraque unum (‘ambos son uno’). Fueron concebidas para su acuñación exclusiva en las cecas coloniales a partir de 1732 y están consideradas entre las monedas más bellas jamás acuñadas. Resultaron tan exitosas que se consolidaron como el principal objeto de exportación novohispano y fueron moneda de curso legal en diversas partes del mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, las llamaron pillar dollars.

Esta pieza se produjo en España y distintos territorios de Latinoamérica, como fue Perú. Conoce la historia de su Casa de Moneda en: https://mucen.bcrp.gob.pe/museo/.

La Columnaria a pesar de dejarse de producir cerca de 1771, sigue  siendo un referente internacional en la producción e historia de las monedas. Por ello la Casa de Moneda de México produce réplicas de la histórica pieza en plata y la comercializa. Da clic aquí para conocer los productos de Casa de Moneda de México.

Felipe V 2 reales México  1732  sin ensayador plata  prueba de troquel  reverso.


 

Matriz muestrario de escudos, leones y castillos.

Matriz para reverso Columnaria