El granizo se forma dentro de nubes de tormenta (cummulonimbus), dónde las gotas de agua son impulsadas hacia zonas frías de la atmosfera y las congela, a su vez éstas congelan a otras gotas, permitiendo que se aglutinen unas con otras y cuando se vuelven pesadas, y las corrientes de aire no las soportan, caen en forma de pedriscos. Su tamaño varía dependiendo de la cantidad de gotas de agua que puedan retener.

La madrugada del 30 de junio de 2019, se presentó una granizada en Jalisco, considerada por muchos, como extraordinaria; sin embargo, también se han presentado granizadas importantes en otras ciudades, como en Guanajuato el 1 de julio de este mismo año, o en la Ciudad de México en agosto de 2018; esto no significa que sean por el cambio climático, ya que se necesitaría hacer un análisis climatológico de la zona.

Las tormentas de granizo o granizadas pueden dañar automóviles o casas de materiales precarios, así como causar lesiones graves en las personas y el ganado. En grandes concentraciones pueden obstruir el drenaje y generar inundaciones.

Estas tormentas suelen tener un desarrollo muy particular y puntual, es decir, no alcanzan grandes extensiones y tienen una duración relativamente corta. El verano es la temporada ideal de presencia de este fenómeno.

Es importante estar atentos a la información que emite el Servicio Meteorológico Nacional y seguir las recomendaciones de las autoridades de protección civil de tu localidad.