México es un país con alta sismicidad, la que se manifiesta especialmente a lo largo de la costa del Pacífico. De manera particular, desde hace aproximadamente dos décadas se identificó a la costa del estado de Guerrero como una zona con alto potencial sísmico.

Cabe afirmar que, hasta el día de hoy NINGUNA institución o persona ha logrado establecer un procedimiento confiable para predecir sismos, en ningún país, pese a que algunos investigadores le han dedicado esfuerzos y recursos considerables. Los huracanes y las erupciones volcánicas mayores son fenómenos relativamente predecibles si se tiene un monitoreo constante y detallado. En el caso de los sismos no es así.

Considerando la frecuencia con que ocurren, su distribución geográfica y el tamaño de los sismos en México, entre otros aspectos técnicos, los ingenieros mexicanos han elaborado reglamentos de construcción para hacer o mantener más seguras nuestras edificaciones, por lo que su aplicación constituye unas de las medidas más efectivas para la mitigación del riesgo sísmico.

Asimismo, se han desarrollado y divulgado por parte de las autoridades de Protección Civil, las medidas de seguridad que se deben aplicar antes, durante y después de la ocurrencia de un sismo, así como procedimientos de coordinación y organización para la atención de una posible contingencia en los ámbitos federal, estatal y municipal, por lo que se recomienda prevenir, mantenerse informados y participar activamente en tareas de protección civil.