Este día tiene un significado mucho más profundo que las simples palabras que la describen porque su razón de ser está dirigida a tomar conciencia sobre la situación de la mujer frente a la violencia, el fortalecimiento de los derechos humanos en beneficio de niñas y mujeres que son blanco de agresiones, y la aplicación de leyes que conlleven a la eliminación de la impunidad de quienes discriminan a la mujer.

La fecha fue elegida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en febrero de 2000 para honrar la memoria de las hermanas Mirabal, tres activistas políticas de la República Dominicana que fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden del gobernante dominicano, Rafael Trujillo.

La ONU ha declarado que la violencia contra la mujer constituye un obstáculo no sólo para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz, sino que también impide a la mujer el goce de tales derechos y libertades, debido al descuido de la protección y fomento de esos factores.

La violencia contra la mujer está definida en la Declaración de las Naciones Unidas como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.

El lema para este año es “Pinta el mundo de naranja: #EscúchameTambién”, el cual es un llamado a escuchar y a creer a las personas sobrevivientes, a poner fin a la cultura del silencio, y es un exhorto para que no se cuestione la credibilidad de las víctimas y se denuncie al agresor para que rinda cuentas ante la justicia.

Además, se pondrán en marcha “16 días de activismo” que concluirán el 10 de diciembre, con eventos tales como teñir de naranja edificios y monumentos en todo el mundo, con lo que se busca recordar la necesidad de crear un futuro sin violencia de género.

ONU Mujeres, en concordancia con los valores de esa institución, prestó en 2017 asistencia a más de 6 millones de personas mediante el Fondo Fiduciario de la ONU para Eliminar la Violencia contra las Mujeres para poner fin a este problema, y participó en la iniciativa Spotlight de la Unión Europea para erradicar las diversas formas de agresión contra niñas y mujeres en todo el mundo.

En 2017, el gobierno de México presentó el Protocolo para la Atención de la Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, con el fin de apoyar a las mujeres y a las autoridades a tener una orientación adecuada sobre cómo combatir la violencia de género.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) llevó a cabo varios diagnósticos en torno a la violencia contra la mujer, y recomendó que en todas las entidades se tipifique la discriminación como delito a la luz de la perspectiva de género, de acuerdo con el principio de igualdad entre mujeres y hombres.

Además, destacó la necesidad de eliminar la falta de congruencia e inconsistencias precisamente en esas leyes que promueven la igualdad y la no discriminación, y ha insistido para que todas las regulaciones incluyan a la violencia feminicida y la responsabilidad del Estado al no cumplir con sus deberes de prevenirla, erradicarla, investigarla y sancionarla.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informó que hasta octubre de este año se han registrado 728 feminicidios en todo el país.

La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016 informó que en México casi 7 de cada 10 mujeres ha sufrido violencia, y que el 43.9% de ellas han sido agredidas por su pareja; de los 46.5 millones de mujeres de 15 años y más que residen en el país, se estima que 30.7 millones de ellas (66.1%) han padecido al menos un incidente de violencia emocional, económica, física, sexual o discriminación en los espacios escolar, laboral, comunitario, familiar o en su relación de pareja.

La encuesta abunda al señalar que el 66.1% de las mujeres en México ha sufrido al menos un incidente de violencia a lo largo de su vida: El 49% de las mujeres sufrió violencia emocional, 29% violencia económica o patrimonial o discriminación, 34% física y 41.3% sexual a lo largo de su vida en al menos un ámbito.

Las diez ciudades más violentas del país, añade, son Ciudad de México, estado de México, Jalisco, Aguascalientes, Querétaro, Chihuahua, Yucatán, Durango, Coahuila y Baja California.

A nivel mundial, una de cada dos mujeres ha sido objetivo de violencia por parte de su pareja; el 48 por ciento de las mujeres casadas no decide sobre las relaciones sexuales, uso de anticonceptivos o su salud sexual, y de 750 millones de mujeres y niñas casadas antes de los 18 años, 200 millones han sufrido mutilación genital.

ONU Mujeres dio a conocer este año que en México se cometen al día 7.5 feminicidios, en promedio, al presentar su informe “La violencia feminicida en México, aproximaciones y tendencias 1985-2016”. Agregó que en los últimos 32 años hubo en el país un total de 52 mil 210 muertes de mujeres por homicidio.

Desde 2009, con la campaña “Di NO. ÚNETE” se designó el 25 de cada mes como Día Naranja, iniciativa que pretende movilizar a la sociedad civil, activistas, gobierno y el Sistema de la ONU para que amplíen los efectos de dicha empresa.