Con el objeto de cubrir las necesidades de mantenimiento y evitar el traslado de equipos especiales en las distintas áreas del Aeropuerto Internacional de Puebla se diseñó y fabricó el primer modelo de la Unidad de Mantenimiento Aeroportuaria (UMA), integrado por cinco unidades, una principal y cuatro más de apoyo de acoplamiento rápido, conocidas como remolques.

La unidad principal es la encargada de controlar y remolcar cualquiera de las secciones adaptadas mediante una pantalla con tecnología touch; sus dos principales adaptaciones son: un cepillo para barrido de fines en la parte frontal y otro en la parte posterior, contando con un depósito con capacidad para dos mil 500 litros para agua y cuatro tomas neumáticas laterales, entre otros complementos.

Remolque de pavimentos.

Remueve el caucho, mediante un agente químico y agua a presión, distribuyendo ambos elementos a través de cabezales y el tallado de dos cepillos de dos ejes verticales y otro horizontal, para barrido de lodos y residuos.

Remolque de pinturas.

Pinta franjas de 20 a 60 centímetros de ancho, con la aplicación de microesfera, por medio de dos pistolas, contando con capacidad para realizar un trabajo continuo de hasta 180 m2

Remolque eléctrico

Realiza tareas referentes a la corriente eléctrica o apoyo en labores nocturnas de mantenimiento. Cuenta con una torre de iluminación con cuatro lámparas de mil watts cada una, que puede elevase hasta nueve metros. Tiene una autonomía de 68 h, gracias al motor diésel. Cuenta con una soldadora generadora multitareas. Este equipo realiza soladura manual con electrodos revestidos, de arco metálico con gas (IIG) y de arco tungsteno y gas (TIG).

Remolque de alturas.

Apoya en las labores de mantenimiento de las instalaciones elevadas del aeropuerto, tales como luminarias, limpieza de fachadas, cristales y torres de luz, entre otras actividades, llegando a una altura no mayor a 14 metros.