Sin lugar a dudas, las TIC han generado un contexto de inmediatez, permitiendo el acceso a la información en cualquier momento y han impactado en los ámbitos de la comunicación humana, posibilitando la interacción con personas y culturas geográficamente distantes, ahora al alcance de un “click”. Esta es nuestra realidad, presente ahora en prácticamente cada uno de los aspectos de nuestra vida.

 

Su incorporación a la educación va más allá de la integración de dispositivos electrónicos y recursos tecnológicos al aula de clases. De manera evidente, requiere la transformación de las prácticas y metodologías docentes, teniendo como punto de partida un cambio en las creencias frente a los distintos entornos donde se puede lograr el aprendizaje (Hernández, 2017). El rol del docente implica ser gestor del aprendizaje de sus alumnos, a partir de la estructuración de un ambiente que promueva el aprendizaje significativo, por lo que los aprendizajes no se focalizan en el aula, sino que sitúan la experiencia y contexto de los estudiantes, manteniendo así conexión con las necesidades de una sociedad dinámica.


Según Cabrol y Severin (2010), el uso de las TIC implica tres dinámicas clave: 1) personalización, posibilita una educación al mismo tiempo masiva y personalizada; 2) precisión, acceso a información actualizada y uso correcto de los datos y la información disponible para la toma de decisiones; y 3) profesionalización, es decir, la formación continua de los profesores, quienes han de ser aprendices cada día de los procesos que gestionan en las escuelas.
 

Las TIC presentan múltiples ventajas para el aprendizaje, los estudiantes, los profesores y los centros educativos (Majo y Marqués, 2001, citado en García y López, 2011), entre las que se encuentran el atractivo que genera en los estudiantes, el cual tiene un efecto positivo en la motivación; la flexibilidad en el acceso a la información ; la posibilidad de establecer contextos colaborativos; el acceso a múltiples recursos educativos, así como el desarrollo de habilidades de búsqueda y selección de información. Otra de las ventajas es la versatilidad en su uso; revela múltiples propuestas concretas para la incorporación de las TIC al desarrollo de competencias lingüísticas, matemáticas, ciencias, educación física, adaptables a diferentes niveles escolares, las cuales están al alcance del docente “a un click”.

 

Por: Lic. Romina Félix Berumen, Facultad de Psicología, UNAM

 

Referencias

Cabrol, M. y Severin, E. (2010). TIC en la Educación: Una innovación disruptiva. Aportes No. 2, 2010.

Hernandez, R.M. (2017). Impacto de las TIC en la educación: Retos y Perspectivas. Propósitos y Representaciones, 5(1), 325-347

http://dx.doi.org/10.20511/pyr2017.v5n1.149

García, F. y López, F. (2011). Influencia de las TIC en al Aprendizaje significativo. Universidad Internacional de la Rioja.

https://reunir.unir.net/bitstream/handle/123456789/94/TFM_GARCIA_ROMERO_FELIX_OSCAR.pdf?sequence=1