En el 2020, San Luis Potosí obtuvo el primer lugar en producción de piloncillo

La señora María de los Ángeles Hernández acompañada de su familia, elabora pan de muerto artesanal en la comunidad de Ojo del Pinto del municipio de Mexquitic de Carmona, S.L.P., en una tradición que heredó de su padre. Y la cual busca preservar está tradición enseñando a sus hijos y nietos. Su producción es peculiar y en cada pan se puede percibir el dulce y crujiente sabor de un horno de leña.

La señora Ángeles prepara el pan de muerto tradicional, con harina, levadura, royal, manteca, y en un metate se muele por separado la canela y el anís, además hace un té de canela que lleva anís, piloncillo.

La preparación es sencilla pero cansada.  Una vez lograda la masa y la consistencia adecuada en unas láminas individuales, se va diseñando el pan. Después se meten al horno de leña  para su cocción.

De los ingredientes mencionados resalta el piloncillo, producto producido por nuestros Héroes de la alimentación en el estado de San Luis Potosí, cabe mencionar que existen cuatro Ingenios Azucareros: Alianza Popular, Plan de San Luis, Plan de Ayala y San Miguel del Naranjo. En cada zafra se cosechan alrededor de 1,000, 000, toneladas por ingenio, por lo que las industrias de piloncillo son una alternativa para aprovechar las toneladas de caña no procesada para la producción de azúcar, entrando en otras cadenas productivas como la industria de panadera y de elaboración de dulces por mencionar algunos ejemplos.

En 2022, en San Luis Potosí, existen más de 2 mil productores dedicados al piloncillo, de los cuales 25% son mujeres principalmente de los municipios de alta y muy alta marginación de los municipios de Tanlajás, San Antonio, Huehuetlán, Tancanhuitz, Aquismón, Tampamolón, Tamazunchale y Coxcatlán. Estas productoras son pertenecientes en su mayoría a las etnias tenek y náhuatl de la Huasteca potosina.

La señora Ángeles nos cuenta que la actividad de la elaboración de pan de muerto artesanal, no solo es una manera de continuar las tradiciones de su familia, también es una forma de conservar las tradiciones del ejido, al igual que la producción de caña, que también, nuestros Héroes de la alimentación transmiten de generación en generación. Gracias a ellos, en estas fechas podemos disfrutar del piloncillo y de las diversas transformaciones de los alimentos del campo a tu mesa.