La extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS) fue uno de los aparatos del Estado encaminados a vigilar, controlar, detener y exterminar a grupos y movimientos disidentes. Para evitar que estas antiguas prácticas y estructuras de persecución vuelvan a presentarse, es necesario que la ciudadanía tenga información sobre este pasado oscuro, por lo cual aquí se ofrecen algunas pistas que alumbran aspectos de su origen y primeros años.
La creación de este órgano de vigilancia se remonta al periodo del presidente Miguel Alemán Valdés (1946-1952). La institución fue estructurada desde las sombras y con la intervención del Poder Ejecutivo, por lo cual permaneció fuera de la estructura visible de la Administración Pública Federal. Por ese motivo, su origen resulta en gran medida un enigma al no existir un documento que institucionalizara su creación.
A pesar de tal problemática, sabemos que la DFS inició sus operaciones en marzo de 1947, con la designación del teniente coronel Marcelino Inurreta de la Fuente como su primer director y la incorporación de diez de los mejores oficiales egresados del Colegio Militar, los que conformaron el primer núcleo de trabajo que tuvo este organismo y al que podemos conocer de manera tangencial a partir de las gestiones iniciales ante el Estado Mayor Presidencial para la entrega de pistolas reglamentarias (imagen 1).
Imagen 1. Petición de pistolas reglamentarias para agentes incorporados a la DFS (1947)
Otro de los documentos que nos brinda información es la carta del general brigadier Elfego Chagoya Ortega en la que comunicaba el traslado de un elemento del 8º Regimiento de Caballería y que nos permite saber que la cabeza de la DFS recibía su correspondencia en Palacio Nacional. Además, podemos apreciar la elite político-militar con conocimiento del proceso de integración del aparato de vigilancia: el Presidente mismo, el Jefe del Estado Mayor Presidencial y el Director Federal de Seguridad, los generales de brigada de cuerpos y regimientos implicados de donde procedían los trasladados, la brigada responsable del transporte y peajes (imagen 2).
El estrecho vínculo de la institución con la oficina de la presidencia implicó que los primeros hombres que integraron este cuerpo de vigilancia fueran recomendados o autorizados directamente por el Presidente de la República, quien buscó en todo momento personas leales e incondicionales a su figura. La otra vía de ingreso fue a través de las recomendaciones que otros mandos o secretarios de Estado llegaron a exponer al director de la DFS.
Imagen 2. Notificación del acuerdo presidencial para integrar a la DFS al mayor de caballería Félix Pérez (1947)
Sin embargo, para poder ser aceptados como agentes debían de cumplir con diez requisitos, entre los cuales se encontraba el contar con familiares dentro de la dependencia, situación que pone de manifiesto el estado de hermandad que buscaba generarse dentro de la DFS. Aun así, los requisitos podían ser pasados por alto en caso de la existencia de un acuerdo presidencial (imagen 3).
Imagen 3. Requisitos para ser agente de la DFS (1950)
En los primeros años, la identidad y lealtad construidas sirvieron para desempeñar las tareas ordenadas para salvaguardar los intereses del gobierno y la seguridad del Presidente de la República; sin embargo, aunque los mecanismos de cohesión lograron generar una identidad entre sus miembros, no subsanaron las limitaciones formativas, analíticas y operativas, por lo que uno de los problemas recurrentes entre los primeros agentes de la DFS fue la inexperiencia y falta de conocimiento sobre los servicios de inteligencia y de seguridad nacional.
Para profesionalizar al cuerpo de la DFS se optó por recurrir a militares estadounidenses y a su aparato de inteligencia. Desde principios de mayo de 1947, varios agentes fueron capacitados en las instalaciones de la Procuraduría del Distrito Federal, mientras que otros tomaron clases de defensa personal con el coronel Rex Applegate, quien durante la Segunda Guerra Mundial fue capacitado por el ejército británico y desde 1943 formaba parte de la inteligencia militar, mismo año en el que publicó el libro Kill or Get Killed (Asesina o sé asesinado) con un sistema de combate desarmado, lucha con cuchillo y con armas no convencionales.[1] Además dos instructores compartieron la estructura administrativa del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), principal aparato de inteligencia y espionaje norteamericano a cargo de J. Edgar Hoover, con quien Marcelino Inurreta parece haber hecho el acuerdo (imagen 4).
Imagen 4. Impartición de curso del FBI a agentes de la DFS (1947)
Lo anterior no quiere decir que se subsanaran los problemas de capacitación, lo que se puede inferir por la propuesta del teniente de Infantería Daniel León García, también agente 127 de la institución, a fines de 1952 para racionalizar el trabajo y la capacitación de sus compañeros. Expuso un plan que contemplaba tres aristas en torno a la capacitación: la cobertura de la institución, el enlace para afinar la seguridad, y la elaboración y entrega de informes. Así mismo propuso atender cuatro aspectos: el físico, el técnico, el legal y el político (imágenes 5, 6 y 7).
Imágenes 5, 6 y 7. Proyecto de trabajo y capción para el personal de agentes de la DFS (1952)
Se creó también una estructura de espionaje con la adquisición de vehículos, canales de comunicación confidenciales, bases de datos de medios de información, biométricos y la adquisición de armas, entre otras herramientas que con el paso del tiempo fueron mejorando para pasar desapercibidas. Aunado a ello, se integraron determinados perfiles profesionales con el fin de que contribuyeran a las tareas de la DFS, entre ellos fotógrafos para el registro gráfico y científicos para la realización de diversas pruebas, en especial en el campo de la criminalística. La experiencia adquirida en materia de homicidios y el poseer un laboratorio de criminalística llevaron a Inurreta a sugerir a la Procuraduría General del Distrito y Territorios Federales, a la Policía Judicial y al Servicio Secreto de la Policía del Distrito Federal que todos los casos en la materia fueran canalizados a la DFS para formar el Escuadrón de Homicidios (imagen 8).
Imagen 8. Propuesta de creación de un grupo de trabajo de la DFS especializado en homicidios (1948)
Por la vinculación de origen con la oficina presidencial, la DFS mantuvo un flujo de información constante de las cuestiones que se presentaban. Para ejemplificar cómo se desarrollaba esta línea de mando podemos remitirnos al expediente 703.4/508 del fondo Presidentes de la sección Miguel Alemán Valdés, quien ordenaba al coronel Marcelino Inurreta, director de la DFS, investigar el conflicto suscitado entre los estudiantes de la Universidad de Guadalajara y la Universidad Autónoma de Guadalajara. La investigación concluyó que no se trataba de una agitación política, sino de una simple pugna entre grupos de estudiantes, unos católicos y otros socialistas, lo que “no tiene más importancia que los puñetazos y pedradas que se lanzaron ambos grupos y que ya quedó totalmente resuelto”, todo lo cual se informó a Alemán Valdés.[2] Más allá de la conclusión a la cual llegó la DFS sobre este asunto, años más tarde cobraría relevancia ante los nexos formados entre los movimientos ultraderechistas de Guadalajara y la DFS.[3] Este expediente exhibe perfectamente las relaciones de trabajo y comunicación entre el Poder Ejecutivo y esta extinta oficina que con el paso del tiempo estaría involucrada en los peores crímenes de la Guerra Sucia en México.
Bibliografía consultada
Camacho, Zósimo, “El Yunque, aliado de la DFS y el Ejército contra comunistas: Luciano Ruiz Chávez”, en Contralínea, Ciudad de México, 4 de noviembre de 2021, en <https://contralinea.com.mx/el-yunque-aliado-de-la-dfs-y-el-ejercito-contra-comunistas-luciano-ruiz-chavez/>. [Consulta: 27 de abril de 2022.]
Webb, James y Todd, Tank, Military Combative Masters of the 20th Century, New Zeland, Todd Group, 2005.
Referencias de imágenes:
Imagen 1. Marcelino Inurreta al coronel de Infantería, Santiago P. Piña Soria, jefe del Estado Mayor Presidencial, México, 18 de marzo de 1947, en AGN, México Contemporáneo, Administración Pública Federal S. XX, Secretaría de Gobernación Siglo XX, Dirección Federal de Seguridad, caja A20 1/103, expediente 5-0, legajo 1, f. 183.
Imagen 2. General de brigada Elfego Chagoya Ortega, subdirector de la sección de caballería, al general de división comandante de la 1ª zona militar, México, D.F., 7 de agosto de 1947, en AGN, México Contemporáneo, Administración Pública Federal S. XX, Secretaría de Gobernación siglo XX, Dirección Federal de Seguridad, caja A20 1/103, expediente 5-0, legajo 1, f. 141.
Imagen 3. Dirección Federal de Seguridad, Requisitos para ser agente de la DFS, Ciudad de México, circa 1950. AGN, México Contemporáneo, Administración Pública Federal S. XX, Secretaría de Gobernación siglo XX, Dirección Federal de Seguridad, caja A20 1/103, expediente 5-0, legajo 1, f. 25.
Imagen 4. Marcelino Inurreta de la Fuente, director Federal de Seguridad, a Santiago P. Piña Soria, Jefe del Estado Mayor Presidencial, México, D.F., 29 de mayo de 1947, en AGN, México Contemporáneo, Administración Pública Federal S. XX, Secretaría de Gobernación siglo XX, Dirección Federal de Seguridad, caja A20 3/103, expediente 5-15-2, legajo 1, f. 36, 37 y 38.[JRME1]
Imágenes 5, 6 y 7. Daniel León Garcia, teniente de infantería y agente 127, al director Federal de Seguridad, México, D.F, 6 de diciembre de 1952, en AGN, México Contemporáneo, Administración Pública Federal S. XX, Secretaría de Gobernación siglo XX, Dirección Federal de Seguridad, caja A20 3/103, expediente 5-15-2, legajo 1, f. 36, 37 y 38.
Imagen 8. Marcelino Inurreta de la Fuente, director Federal de Seguridad, memorándum, México, D.F., 7 de octubre de 1948, en AGN, México Contemporáneo, Administración Pública Federal S. XX, Secretaría de Gobernación siglo XX, Dirección Federal de Seguridad, caja A20 3/103, expediente 5-15-2, legajo 1, f. 04.
[1] Marcelino Inurreta de la Fuente, Informe rendido sobre los desórdenes en Guadalajara, México, Distrito Federal, 20 de enero de 1950, en AGN, Fondo presidentes Miguel Alemán Valdés, caja 804, exp. 703.4/508, f 115.
[2] Zósimo Camacho, “El Yunque, aliado de la DFS y el Ejército contra comunistas: Luciano Ruiz Chávez”, 2021.
[3] Webb y Todd, Military Combative Masters, 2005, pp. 52-54.