Las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX fueron sumamente difíciles para la libertad de expresión en México. Los medios de comunicación tuvieron un control político severo, la mayoría estaba directamente bajo la influencia del Estado mexicano. Desde periódicos hasta estaciones de radio eran víctimas de censura, la cual les impedía cubrir cualquier nota relacionada con movilizaciones sociales.

La revista Proceso fue uno de los pocos medios que asumieron el riesgo de traspasar la censura y el control del Estado. Surgió el 6 de noviembre de 1976 como un medio independiente, bajo la dirección de Julio Scherer García. Durante su gestión, la revista abordó uno de los capítulos más impactantes en la historia contemporánea de México: la Guerra Sucia.

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Imagen 1: Foto del expediente creado por la DFS

Creada como una voz disidente dispuesta a asumir riesgos en defensa de la libertad de expresión, Proceso destacó en un periodo en el que la mayoría de los medios optaban por la autocensura para evitar represalias. Sobresalió al transgredir los límites impuestos y proporcionar una plataforma para abordar críticamente temas sociales y políticos que eran evitados por otros medios.

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Imagen 2: Reproducción de una portada de PROCESO, presentada por la DFS.

Debido al estricto control que ejercía Luis Echeverría sobre los medios de comunicación, desde su inicio se establecieron mecanismos de vigilancia hacia la revista. La Dirección Federal de Seguridad (DFS) elaboró diversos informes en los que alertaba al presidente sobre el inicio de operaciones de la revista:

“La revista “Proceso” saldrá a la luz pública el próximo día 6 del presente mes y es dirigida por JULIO SCHERER GARCIA”.[1]

Otros informes anticipaban los contenidos futuros de cada número, proporcionaban información detallada acerca de los individuos que trabajaban en la revista y de aquellos a quienes entrevistaban, por ejemplo, un informe presentado el 24 de febrero de 1978 reportó lo siguiente:

“La revista “PROCESO” dirigida por el SR. JULIO SCHERER GARCIA está recopilando datos además de una entrevista a través de una persona no identificada a fin de publicar en su revista un artículo con el título de “LA ENTREVISTA CON UN GUERRILERO. CARLOS MARIN coordinador de la Revista “PROCESO” es la persona encargada del análisis y corrección del material recibido”[2].

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Imagen 3: Informe de la DFS que detalla los inicios de la revista

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Imagen 4: Informe donde se describen actividades de la revista y algunos nombres

El hostigamiento y vigilancia hacia la revista Proceso constituyen un claro ejemplo del autoritarismo de la época. Se trató de un caso más de acoso y seguimiento político de la DFS hacia un grupo, organización o individuo que expresara pensamientos divergentes al régimen o que estuviera bajo sospecha de hacerlo.

Informes, como los que daban seguimiento a las actividades de la revista, pueden consultarse en el Archivo General de la Nación (AGN). Su estudio es necesario para la preservación de la memoria, y la búsqueda de la verdad y la justica para la no repetición de esos hechos.

Fuente Primaria:

Versiones Públicas, DFS, REVISTA "PROCESO", caja 20, legajo 293.

Referencias:

Castilleros del Saz, Marcelo, “La historia triste de Excélsior”, La jornada, en línea: https://www.jornada.com.mx/2005/12/31/sem-marcelo.html Consultado el 05/01/2024

Sin autor, “Golpes a la libertad de expresión, la crisis del Excélsior”, Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en línea: https://www.cndh.org.mx/noticia/golpes-la-libertad-de-expresion-la-crisis-del-excelsior Consultado el 05/01/2024

[1] Versiones Públicas, DFS, REVISTA "PROCESO", caja 20, legajo 293.

[2] Ibid.