La soya (Glycine) es una oleaginosa de la familia de las papilionáceas que procede de la especie Glycine ussuriensis. Algunas investigaciones registran su existencia en China hace ya más de 5000 años y su uso como alimento en esa nación se documenta en 2800 a. C., luego de que las religiones orientales prohibieron el consumo de carne animal, por lo que la soya se posicionó como un cultivo imprescindible en Oriente para obtener proteínas. En el siglo XVIII llegó a Europa y a principios del XIX, a Estados Unidos, donde su cultivo adquirió una mayor importancia dentro de los países occidentales.
El ciclo vegetativo de la soya oscila de tres a siete meses; las hojas, los tallos y las vainas son pubescentes; la semilla generalmente es esférica, el tamaño es mediano (100 semillas pesan de 5 a 40 gr, aunque en las variedades comerciales oscila de 10 a 20 gr) y es rica en proteínas y en aceites.
La soya o soja se consume en su forma simple o a través de alguno de sus derivados (tofu, leche, salsa, etc.), mismos que se han expandido en el mundo como parte de una opción de alimentación que nutra y que supla las proteínas provenientes de productos pecuarios, principalmente. Otros usos son como alimento para el ganado, elaboración de aceites comestibles o lubricantes industriales, grasas vegetales, pinturas u otros derivados industriales.
Consumir soya trae múltiples beneficios a la alimentación humana; cinco de ellos son:
- Ayuda a la circulación de la sangre
- Auxilia en el control de la diabetes
- Estimula la concentración
- Disminuye los bochornos
- Aporta un alto valor nutricional
Al respecto de esta oleaginosa, el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) publicó un boletín mensual en el que destaca que la producción de soya a mayo es 30.1% menor en comparación con el mismo mes del año anterior (en el que se obtuvieron 311 toneladas más); sin embargo, es de mencionarse que las cosechas aún son incipientes.
En el periodo que se reporta, destaca que Chiapas es la entidad que aportó 100% del total nacional: comparado con el mes anterior, dicho estado ha cosechado 2.2 veces más.
Considerando los dos ciclos productivos (otoño-invierno y primavera-verano), se registra hasta mayo un área total de siembra de 14,518 hectáreas, siendo Yucatán el que ha sembrado la mayor superficie con 2,230 hectáreas. Hay que destacar también que Chiapas es la única entidad que ha registrado cosechas en 134 hectáreas con una producción de 258 toneladas, correspondiente al ciclo otoño-invierno.
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