Muy buenos días
sean todas bienvenidas, en esta fría mañana y tarde, aquí a la
Secretaría de Educación Pública que nos ha tocado.
Está entrando al
país un frente frío que es lo que tiene esta condición, pero yo les
agradezco mucho que a pesar del frío, que a pesar del clima estén todas
ustedes aquí y que hayan atendido esta invitación que les hemos hecho a
poder tener este diálogo. Un diálogo que para nosotros en la Secretaría
de Educación Pública y de manera muy particular para un servidor, para
el secretario de Educación, es fundamental.
Eso es lo que
estamos haciendo ahora que estoy recorriendo el país y a cada estado al
que voy visito escuelas, y después de tener una ceremonia cívica con el
abanderamiento de la escolta, visitar algún salón de clases, después
tengo un diálogo respetuoso, pero totalmente abierto y sin filtros con
las maestras, con los maestros y con las madres y los padres de
familia. Un diálogo, porque yo he decidido que no quiero ser un
secretario que se quede nada más aquí en este hermoso edificio, que es
su casa también, con estos murales de Diego Rivera, de Montenegro, en
una oficina muy bonita, en donde, además, me gusta mucho mi trabajo,
pero no he querido ser un secretario que se quede en su escritorio y que
se entere de qué es lo que sucede en la primera línea que son nuestras
escuelas.
Las escuelas que
además son nuestra segunda casa y quiero estar visitándolas para conocer
yo, de manera directa, qué pasa en las escuelas; conocer a los alumnos;
conocer a los maestros; a las maestras y por supuesto, a ustedes a
las madres de familia y a los padres de familia.
Y por eso he iniciado esos recorridos con esos diálogos en las escuelas.
De igual forma,
hemos iniciado también diálogos aquí en este mismo patio con las
maestras y los maestros que tuvieron una calificación destacada en las
recientes evaluaciones.
De igual forma,
un diálogo abierto que tuvimos aquí en donde todas las maestras y los
maestros se pudieron expresar, dar sus puntos de vista, decirnos qué
creemos que debemos de mejorar con la evaluación, cómo se sintieron
después de la evaluación y que pudiéramos platicar y conversar sobre la
Reforma Educativa.
También he tenido
un diálogo así con estudiantes universitarios. Particularmente con
estudiantes de universidades tecnológicas y politécnicas.
Y el día de hoy,
con este diálogo, estamos arrancando otra parte fundamental que es el
diálogo con las madres y los padres de familia.
El día de hoy no hay padres de familia, sólo hay madres de familia, porque quisimos iniciar este diálogo en el contexto del Día Internacional de la Mujer, sólo con ustedes.
El día de ayer el presidente de la República, en Aguascalientes, en el contexto del Día Internacional de la Mujer,
dio a conocer varias medidas particularmente de apoyos para mujeres
emprendedoras de créditos, y desde ahí nos dio la instrucción a todo el
gabinete, que en estos días nosotros también pudiéramos tener un diálogo
con mujeres, que pudiéramos platicar qué es lo que estamos haciendo
para ayudar a que haya una mayor equidad entre hombres y mujeres.
¿Cuáles son los
retos? Y por ello, es que siguiendo esa instrucción del presidente, le
platiqué y le planteé la posibilidad de tener este diálogo de que su
instrucción se pudiera cumplir teniendo este diálogo con ustedes, con
madres de familia.
Me dijo que por
supuesto, además, les manda un saludo el presidente de la República, y
así es como estamos empezando y este será el primer diálogo de muchos
que podremos tener con ustedes, con padres de familia, reitero, con
maestros, con estudiantes, además de los propios que estamos teniendo en
las escuelas. Y eso me da mucho gusto porque el día de hoy nos permite
poder platicar de dos factores que además de estar unidos son
fundamentales para el país.
La educación y el papel que tienen ustedes madres de familia y en general, las mujeres en la educación.
Creo que aquí todos estamos de acuerdo que la educación es lo más importante que puede tener un país.
Es a través de la
educación como vamos a poder construir un verdadero desarrollo
económico y social del país. Es a través de la educación como también
vamos a encontrar un país en paz, con menos violencia y es a través de
la educación como vamos a poder tener mexicanos más felices y mejor
desarrollados.
¿Por qué? Porque
con una buena educación, se podrán obtener mejores empleos, empleos
mejor remunerados; pero sobretodo, con una buena educación, cada quien
se puede dedicar a lo que le apasiona, a lo que le gusta, porque tiene
los conocimientos y las herramientas. Y si no hay una buena educación,
pues entonces uno se tiene que dedicar a lo que pudo o a lo que
encontró.
Y esa es la clave
de la educación, es la clave para que tengamos mejores mexicanos, para
que tengamos mexicanos, reitero, más felices, con un mejor desarrollo; y
por lo mismo, es también la clave para que tengamos un mejor país: un
país más próspero, un país más libre, un país más justo.
Y es por eso que
la Reforma Educativa y la transformación que estamos haciendo en esta
materia, es —como lo ha dicho el presidente— la más importante de todas
las reformas que se están llevando a cabo en este momento.
Y en esta transformación, las mujeres son clave.
Decía hace ya
muchos años, en el año de 1943, un gran secretario de Educación que tuvo
este país, don Jaime Torres Bodet, que por cierto, ahí está su estatua
junto a la de José Vasconcelos, dos grandes ex secretarios de Educación.
José Vasconcelos,
el primer secretario de Educación del país, cuando se fundó esta
Secretaría de Educación en el año de 1921, cuando era presidente Álvaro
Obregón. Y José Vasconcelos fue el primer secretario.
Y don Jaime
Torres Bodet, que fue un intelectual, un poeta, un diplomático muy
importante de México, fue dos veces secretario de Educación, y en muchos
aspectos fue el fundador de mucha de la educación moderna y de las
mejores cosas que ha tenido la educación Pública de nuestro país. La
primera vez que fue secretario de Educación, fue en el año de 1943,
cuando era un hombre joven: tenía apenas 41-42 años, era presidente
Manuel Ávila Camacho; y la segunda vez, fue con el presidente Adolfo
López Mateos, ya en los años 50 y 60.
Pero decía en el
año de 43, don Jaime Torres Bodet, que la educación es lo que forja una
nación. Y en ese sentido, yo les puedo decir que son, en gran medida,
las mujeres —ustedes— quienes están forjando al país.
¿Y por qué lo
puedo afirmar? Déjenme darles algunas cifras. Ya lo anticipaba antes la
oficial mayor, a quien felicito; una mujer muy talentosa, muy
comprometida, que además de ser una muy buena madre, es una
extraordinaria funcionaria, que me consta, trabaja aquí de sol a sol,
con gran eficiencia, para que esta secretaría pueda funcionar. Muchas
gracias, Irma, y felicidades.
Algo anticipaba
la oficial mayor, pero déjenme darles algunas cifras: el 66 por ciento
de los docentes de Educación Básica, son mujeres; y en el caso de
Educación Media Superior, es un poco más del 50 por ciento; y en el caso
de los Consejos Escolares de Participación Social, a los que ustedes
pertenecen, 3 de cada 4 miembros son mujeres. Es decir, un poco más del
75 por ciento de quienes participan en los Consejos Escolares de
Participación Social, como ustedes, son mujeres.
Eso quiere decir
que en gran medida, la educación del país, que es la manera en cómo se
forja la patria, como se crea un país, como se desarrolla un mejor país,
está en manos de las mujeres; y eso para nosotros, es un gran gusto, es
un gran orgullo, y es también una gran responsabilidad.
Pero déjeme decirles que están demostrando que las mujeres cumplen muy bien con esa responsabilidad.
Le doy otros
datos. En la reciente evaluación que se hizo a los maestros, no
únicamente las mujeres son más numerosas dentro del cuerpo magisterial,
sino que también están demostrando que son las mejores maestras.
En Educación
Básica, de entre los maestros que obtuvieron un resultado Bueno,
Destacado o Excelente, así lo obtuvieron el 46 por ciento de las
mujeres; mientras que fue únicamente el 34 por ciento de los hombres. Y
en Educación Media Superior, quienes obtuvieron estas calificaciones
destacadas fue el 55 por ciento de las mujeres y únicamente el 41 por
ciento de los hombres.
Es decir, estas
mujeres —ustedes— que están forjando este país a través de la educación,
sin lugar a dudas, además están demostrando que se puede y creo que
todos lo hemos vivido.
Déjenme
platicarles que en mi caso, en lo personal, así lo viví también. Mi
mamá, quien es maestra, es maestra universitaria, es antropóloga e
historiadora, y es profesora investigadora en la universidad; da clases
en la universidad; desde que yo nací —como ahorita describí a la oficial
mayor—, mi mamá estudiaba y después trabajaba y desde entonces, no ha
parado de trabajar. Y ha hecho, como muchas de ustedes y como muchas de
las madres de México, un gran esfuerzo para poder aportar a la casa,
para poder mantener la casa, para trabajar, y además poder sacar
adelante a su hijo, que estudiara, que pudiera tener un futuro
prometedor.
Y creo que eso es
lo que todas las mujeres de México hacen, es lo que todas las mujeres
de México realizan; y que en la educación, repito, se vuelve
particularmente importante. Son ustedes quienes están, en gran medida
forjando este país, forjando a las familias; como todos los mexicanos,
creo que lo conocemos, lo hemos vivido y hemos tenido esa experiencia.
Y además, este
momento que están viviendo, que estamos viviendo, es particularmente
importante. No únicamente, como siempre a través de la educación, y en
gran medida a través de las mujeres, que son quienes están educando y
forjando este país, que siempre ha sido muy importante, pero que hoy el
rol es aún más importante.
¿Por qué? porque
estamos precisamente a la mitad de una de las transformaciones más
importantes que está teniendo nuestro sistema educativo. Estamos en un
momento que pocas veces, en un momento histórico, que pocas veces un
país tiene la oportunidad de tener.
Es el momento en
donde tenemos una reforma que está transformando prácticamente todos los
puntos neurálgicos de la educación; que está transformando, sí; que
está transformando la propia organización política del sistema
educativo, para que, como se ha dicho, el Estado recupere la rectoría
que merece y que la educación pueda llevar buen rumbo.
Pero estamos también transformando a las escuelas. ¿Cómo? La estamos transformando con este programa de la Escuela al Centro,
que permite una reorganización interna de las escuelas —que ustedes
conocen muy bien— y que entre otras cosas, fomenta de manera muy
decidida la participación de los Consejos Escolares de Participación
Social, que fueron reconocidos legalmente por la Reforma Educativa, y
que esta reorganización de la escuela permite un, vaya, nos va a
permitir que se utilice mejor el tiempo y suba la calidad del
aprendizaje.
También, como
parte sustantiva de esta transformación de las escuelas, estamos
transformando la infraestructura de las escuelas, o de muchas de ellas.
Con este programa —que ustedes también conocen— de las Escuelas al CIEN,
en donde se están invirtiendo 50 mil millones de pesos para poder
arreglar un poco más de 33 mil escuelas en todo el país, y que
precisamente, es dentro de los Consejos Escolares de Participación
Social que estaremos conformando Subcomités de Infraestructura, para que
sean las madres de familia y los padres de familia quienes vigilen que
el dinero que se asignó a la escuela, llegue; se aplique de manera
adecuada, y se cumpla con la obra.
Ésa es una
transformación fundamental: cambiar la organización y la infraestructura
de las escuelas. Después está el cambio, en mejorar y tener un
desarrollo profesional docente, es decir, en tener mejores maestros.
¿Y cómo lo
estamos haciendo? Lo estamos haciendo, primero, con las evaluaciones
¿Para qué? Porque con las evaluaciones podemos saber qué está haciendo
bien el maestro, y en qué debe de mejorar, y a partir de tener una
radiografía muy clara de cuáles son las áreas de oportunidad y en qué
puede mejorar un maestro, viene la capacitación.
Programa de
capacitación, que anunciamos este lunes, que va a tener una inversión
histórica: pasó de 200 millones de pesos, a más de mil 800 millones de
pesos: es un incremento de casi 900 por ciento. ¿Por qué? Porque la
reforma apuesta a capacitar y a formar mejores maestros, es parte
fundamental de esa transformación; y hoy, gracias a la evaluación, en
dónde podemos conocer los resultados detallados de cada maestro, podemos
construir un traje a la medida de las necesidades de cada maestro para
poderlo evaluar.
Y después vendrá,
que es lo que toca en abril, el cambio en los contenidos de la
educación. Necesitamos mejores planes y programas de estudio, y por eso
en el mes de abril vamos a estar presentando los nuevos planes y
programas junto con un nuevo esquema de modelo educativo.
Vamos a presentar
estos documentos, vamos a convocar a foros para que expertos, para que
pedagogos, para que maestros y para que, por supuesto, también madres y
padres de familia nos puedan dar su punto de vista.
Recogeremos esos
puntos de vista, haremos los ajustes que pensemos que sean adecuados y
en el verano estaremos teniendo los nuevos planes y programas. A partir
de estos convocaré a comisiones para que puedan redactar los nuevos
libros de texto y las nuevas guías de materiales educativos en función
de los nuevos planes y programas, y que éstos puedan entrar en vigor en
el ciclo escolar 2017-2018.
O si requerimos
más tiempo, porque también se va a requerir capacitar a los maestros,
que ustedes conozcan los nuevos planes, etcétera, podrán entrar en vigor
en el ciclo 2018-2019. Aquí no queremos apresurar nada de más, porque
lo más importante es que quede muy bien.
Y de esta manera,
si lo ven, estamos transformando a las escuelas, estamos transformando
la calidad de los maestros, estamos transformando lo que se enseñan, es
decir, los planes y programas.
Y ésa es una
transformación fundamental en la que ustedes, las mujeres, son claves.
Son claves porque son la mayoría de los maestros de este país y además
nos están demostrando que los mejores, porque las madres de familia son
quienes más participan en estos consejos escolares de participación
social, y, por lo tanto, este gran cambio también se está forjando
gracias a ustedes, las mujeres.
Déjenme, para
finalizar mi participación y que podamos abrir este diálogo para que
podamos platicar sobre los retos que ustedes ven en sus escuelas, en el
sistema educativo, platicar de la reforma, las dudas que tengan,
etcétera, simplemente decirles qué acciones que además de que están
ayudando a este cambio educativo y a mejorar la calidad de la educación,
ayuda también a las madres de familia, particularmente a madres de
familia, muchas como ustedes, que tienen que trabajar.
El primer punto han sido las Escuelas de Tiempo Completo.
Esas escuelas de tiempo completo tienen horarios de seis o de ocho
horas en lugar de cuatro horas que es el horario normal, esto permite y
da más tiempo a que los niños estén en las escuelas ayudando a las
madres que trabajan, además en muchas de estas escuelas de tiempo
completo hay alimentación, ahí los niños pueden desayunar o comer, lo
cual también ayuda a las madres de familia.
Y déjenme darles
un dato, porque claro que nos gustaría que todas las escuelas del país
fueran de tiempo completo. Cada escuela de tiempo completo tiene un
costo 150 por ciento mayor que el de una escuela que no es de tiempo
completo; por eso, hay que ir poco a poco.
Pero para que se
dimensione el esfuerzo que se ha hecho, cuando inició el gobierno del
presidente Enrique Peña Nieto había 7 mil escuelas de tiempo completo en
todo el país. Hoy, a tres años de distancia, hay 25 mil escuelas de
tiempo completo, es decir, en tres años casi se han hecho 20 mil
escuelas de tiempo completo.
La meta es que cuando termine este gobierno podamos llegar a cerca de 40 mil Escuelas de Tiempo Completo,
que sabemos que son de gran utilidad no sólo para la educación, que es
el fin central, sino también ayuda a las madres de familia y a toda la
familia en su conjunto.
Segundo. Como parte del programa de la Escuela al Centro
vamos a tener lo que hemos llamado las escuelas de verano. ¿Qué es lo
que va a pasar? Que durante el verano vamos a abrir varias de las
escuelas públicas, para que los niños, las niñas y los jóvenes de
escuelas públicas puedan asistir a estos cursos y a estas escuelas de
verano de manera totalmente gratuita.
En estas escuelas
de verano tendrán actividades culturales, artísticas, deportivas y, en
los casos que sea necesario también, remediales para los niños y los
jóvenes que no hayan salido muy bien en alguna materia durante el año.
Esto, además de
que va a complementar la educación de los niños de una manera divertida
durante los veranos, ayudará a las madres de familia a que durante el
verano, los niños no tengan que estar encerrados en la casa o solos en
las calles, o con las madres preocupadas, saliendo a trabajar, sin saber
cuánto tiempo estarán con los niños durante el verano.
Este mismo verano
2016 vamos a iniciar con un programa piloto de las Escuelas de Verano
en ocho entidades del país para ver cómo funcionan, para probarlo, para
ver que hay que ajustar y en el verano de 2017 lo vamos a volver un
programa nacional.
Tercera medida. También como parte del Programa de la Escuela al Centro,
hemos decidido que a partir del próximo ciclo escolar se va a
incrementar en una hora la jornada del preescolar. Hoy las jornadas de
preescolar son de tres horas y las vamos a convertir de cuatro horas.
Esto va a ayuda a
agregar una hora de preescolar al día, equivale a aumentar un año más
de educación preescolar, que hoy --como todos sabemos--, es fundamental
esa parte de la educación inicial, si ésta bien llevada para el futuro
desarrollo de los niños.
Y esto además,
también podrá ayudar a las madres que trabajan, porque habrá una hora
más de preescolar y nos va a permitir, aunque sea, poder trabajar una
hora más u organizarse de mejor manera y de mejor forma.
Pero así como
estamos trabajando y avanzando en estos temas que, reitero, ayudan a la
calidad de la educación, pero que también buscan ayudar a las familias y
particularmente a las madres de familia, tenemos todavía algunos retos
en materia educativa para poder tener una mayor equidad de género.
Si bien, por
ejemplo., por cobertura el país ha avanzado mucho, hoy el 50 por ciento
de los alumnos de Educación Básica son niñas; en Educación Media
Superior es también el 50 por ciento; incluso, en Educación Superior es
ya el 49 por ciento, es decir, prácticamente mitad y mitad.
Eso ha sido un
gran avance del país. Pero hay dos temas en particular en donde tenemos
que avanzar y en donde vamos a estar trabajando.
Primero, de
acuerdo a las evaluaciones que hace la OCDE a los alumnos, la prueba
PISA, si bien las niñas, en promedio, tienen un mejor resultado en
español que los niños. No es así en el caso de matemáticas.
Necesitamos
trabajar y así lo vamos a estar haciendo con las niñas de México para
que puedan mejorar los conocimientos de matemáticas y mucho de esto está
relacionado simplemente, increíblemente, pero muchas veces con ciertos
tabús, como de los que hablaba ahorita la oficial mayor, en donde muchas
niñas no entran de lleno al tema de las matemáticas, porque se
considera que es más un asunto de hombres.
Y esto se
traslada al otro tema que debemos de mejorar sustancialmente. Si bien el
global de la matrícula de Educación Superior es ya mitad y mitad
hombres y mujeres, en las carreras tecnológicas, científicas o de
ingenierías, únicamente el 30 por ciento de la matrícula son niñas o
jóvenes mujeres. Y también esto en gran medida se debe a que
culturalmente se ha pensado que hay ciertas carreras que son propicias
para las mujeres y otras que son más propicias para los hombres.
Y esto es muy
injusto por dos motivos: primero, porque estamos cerrando la oportunidad
a que muchas mujeres que tienen una vocación científica o tecnológica o
que les gustan las ingenierías lleguen a estas carreras, y en segundo
lugar, porque precisamente hoy en día en un país como el que está
México, en donde por ejemplo cada vez es más importante la industria
automotriz o la industria aeroespacial. México es hoy ya el cuarto
productor de automóviles del mundo; la industria aeroespacial, es decir,
la de los aviones, lleva cinco años creciendo al 15 por ciento anual, y
que demandan ingenieros, gente que haya estudiado tecnología o temas
relacionados con ciencias, son precisamente los empleos formales que
mejor están pagando. Y al no tener más mujeres estudiando estas
carreras, estamos privando también que en un futuro puedan acceder a los
mejores empleos, y también vamos a estar trabajando en ello.
Así pues, yo
simplemente les quiero agradecer su amabilidad de venir el día de hoy
aquí; reiterarles la importancia que tiene para mí el tener estos
diálogos con todos los que tienen algo que ver con la educación del
país: con maestros, con alumnos y, por supuesto, con madres y con padres
de familia, e inaugurar estos diálogos el día de hoy con madres de
familia que sean, una vez más, bienvenidas a ésta, su secretaría, y yo
me pongo a las órdenes para sus preguntas, para sus dudas y para que
podamos iniciar este diálogo.
Muchas gracias.
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Mensaje del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer
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