Licenciado Jesús Mena Campos, director general de la CONADE.

Licenciado Justino Compeán, presidente de la Federación Mexicana de Futbol.

Licenciado Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano.

Licenciado Héctor González Iñárritu, director general de Selecciones Nacionales.

Distinguidos deportistas; familiares y amigos.

Representantes de los medios de comunicación.

 Señoras y señores:

Hoy que abanderamos a los futbolistas que merecerán la representación nacional en los próximos mundiales juveniles de futbol, recuerdo las palabras del escritor y Premio Nobel Albert Camus, quien decía: “todo lo que sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al futbol”.

El futbol es compromiso, es integración, es tolerancia y es un proceso de mejora continua de las capacidades y libertades humanas. Permite abandonar el hábito individualista de creer sólo en el resultado del esfuerzo propio y reclama adquirir confianza en el talento de los compañeros de equipo, lo que nos eleva por encima de particularidades, unificando criterios y superando diferencias.

Recordando alguna frase del director alemán Robin Dutt: México no sólo necesita buenos futbolistas, también necesita buenas personas.  Ustedes, jóvenes, deben ser ambas cosas.

El Presidente de los mexicanos, Enrique Peña, ha reconocido la importancia que para el desarrollo del individuo y de la sociedad tiene el deporte y lo ha establecido como una prioridad, y no como un mero complemento de las políticas públicas.

El objetivo de este gobierno es democratizar la práctica del deporte. Queremos mexicanos preparados mentalmente, pero también físicamente. Queremos mexicanos sanos en todos los planos de su desarrollo, desde la escuela inicial hasta el alto rendimiento. Y en este propósito, la disciplina es clave.

Les he entregado a nombre del Presidente de la República, la Bandera Nacional.  La he encomendado a su coraje, a su dignidad, a su amor por México, con todo lo que el lábaro patrio representa desde que el Ejército Trigarante lo asumiera como símbolo de la unidad y de la independencia nacional.

Hoy abanderamos a ganadores; a jugadores campeones del mundo que ahora competirán en una categoría más alta, y al equipo que participa como vigente triunfador del torneo Sub 17.

Sabemos que esta generación de futbolistas, más que ninguna otra, tiene una mentalidad triunfadora, y eso nos inspira a todos los mexicanos a seguir dando pasos adelante.

Reconozco que si se han ganado un lugar en este equipo, es por su entrega y profesionalismo.  Les deseamos el mayor de los éxitos en Turquía y en los Emiratos Árabes. No olviden que tenemos plena confianza en ustedes y que son ejemplo para la niñez y la juventud mexicanas.

El Presidente Enrique Peña en la ceremonia de entrega del Premio Nacional del Deporte en diciembre pasado, señaló: “Cuando los mexicanos nos ponemos la camiseta y la llevamos con orgullo y con gallardía, podemos vencer cualquier desafío y cualquier reto”.

Luego de haber ganado con el Barcelona todos los títulos posibles en una temporada, decía Pepe Guardiola que si uno deseaba repetirlos no había más fórmula que una: trabajar, nunca igual, sino más y mejor cada día. Hagamos de esta regla una máxima de conducta, no sólo para el futbol, sino para la vida misma.

La grandeza de México se forja con el trabajo y el liderazgo de su gente y, en especial, de los jóvenes.

Queremos ver a México, todos, convertido en una potencia deportiva mundial. Por eso, Ulises, vamos a seguir como nos invitaste, su camino. Que las próximas competencias futbolísticas permitan que este sueño de ser una potencia futbolística se transforme, gracias a ustedes, en una realidad.

Muchas gracias.