México, D. F., a 10 de abril de 2014.

Señor Benoît Hamon, Ministro de Educación, Enseñanza Superior e Investigación en Francia.

Señor Jacques Comby, Presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Conferencia de Presidentes de Universidades.

Señor Antoine Grassin, Director General del Campus France.

Compañeras y compañeros.

A principio de este año, cuando se perfilaba el propósito del Presidente Hollande de visitar México, me acerqué de nuevo a uno de nuestros grandes escritores mexicanos, Premio Nobel de Literatura, y quien apenas hace diez días cumpliera 100 años de haber nacido: Octavio Paz, cuyo inicio de su carrera diplomática y también de su desarrollo artístico significó la admiración por el espíritu francés que tan decididamente ha influido en el desarrollo de la humanidad, y que alimentó su vasta y fascinante obra.

Las expresiones de la civilización francesa nunca se han reducido al plano nacional, por el contrario, sus postulados trascienden lo universal en la educación, en el arte, en la cultura y en la ciencia. México y Francia mantienen una fructífera relación de casi 200 años, en la que han compartido valores fundamentales de manera constante. Las semillas de las ideas ilustradas que viajaron a nuestro país donde germinaron con intensidad, gracias al espíritu que los mexicanos reclamaban, dieron como fruto principal la Independencia.

Para México resulta hoy muy importante esta visita luego de que nuestros mandatarios se reunieran en el Palacio del Elíseo, en octubre de 2012, y acordaran el relanzamiento de una relación bilateral siendo que entre sus principales hilos conductores están nuestra gran afinidad cultural y educativa.

Francia, aquí se ha dicho, es uno de nuestros más importantes socios en términos de cooperación técnica, educativa y científica, así como uno de los países que recibe más estudiantes mexicanos en el mundo, mientras que los franceses son la primera comunidad estudiantil extranjera en México. Como ejemplo de nuestra viva relación, destaco que en el territorio nacional hay, por ejemplo, 38 Alianzas Francesas y cerca de 30 mil ciudadanos del país galo que aquí habitan.

Nuestro intercambio cultural y educativo se rige por el Convenio de 1970, y el Acuerdo Magno de Cooperación de 1992. Contamos con alrededor de 500 instrumentos establecidos entre instituciones educativas de los dos países, que en los años recientes se han incorporado programas de becas, estancias para maestros de Educación Básica y asistentes de idiomas; en este último programa desde el año 2012 han participado más de mil 800 estudiantes mexicanos.

Destaca de igual forma el proyecto de renovación de las instalaciones de la Casa de México en París, un espacio de gran tradición que proporciona condiciones óptimas para que los estudiantes mexicanos que visitan la Ciudad Luz, tengan una estancia adecuada y puedan obtener mejores resultados académicos en el marco de un enriquecedor ambiente intelectual.

Como lo han señalado muchos expertos, a medida que avanzamos en el siglo XXI, la dimensión internacional de la educación superior se hace más importante y al mismo tiempo más compleja.

Las sociedades contemporáneas exigen que los jóvenes cuenten con canales de movilidad mediante los cuales puedan fortalecer su proceso educativo y tener una perspectiva global. En esa línea, el Convenio Sobre Reconocimiento Mutuo de Diplomas, Títulos  y Periodos de Estudio de Educación Superior, que suscribiremos el día de hoy, permitirá que los alumnos franceses y los mexicanos puedan continuar sus estudios de nivel superior en alguno de los dos países, preparando a los egresados para que sean capaces de desempeñarse en el terreno profesional y en el social, en el marco de un sistema mundial caracterizado por la globalidad y el multiculturalismo.

Vivimos en una época dinámica en la cual los avances tecnológicos, sociales y culturales  nos exigen la reflexión sobre los retos que compartimos como países, tratar éstos con un enfoque binacional, requiere de una perspectiva capaz de asimilar los contrastes y la más amplia gama de matices.

Para asumir los desafíos que la sociedad y la economía del conocimiento nos exigen, es indispensable incrementar las actividades de investigación en todas las áreas del conocimiento desde una perspectiva cooperativa, por tal motivo, felicito a las instituciones que han convocado a este Simposio sobre la Educación Superior y la Investigación.

Estoy seguro de que la experiencia y la capacidad de los ponentes, brindarán resultados que en mucho beneficiaran el futuro diálogo de los Centros Educativos de Nivel Superior de nuestras dos naciones.

Nuestros pueblos se hermanan también a través del respeto que guardan por el saber y sus manifestaciones, la educación y cultura fungen como sólidos puentes que en la historia han mantenido a nuestros dos países sumamente cercanos, a partir del diálogo se han consolidados los lazos intelectuales que hoy nos permiten caminar juntos.

Recordando las palabras del pedagogo francés Célestin Freinet, quien decía lo siguiente: “No es posible preparar a los alumnos para que construyan en el mañana el mundo de sus sueños.  Si nosotros no creemos en esos sueños, no es posible prepararlos para la vida; si nosotros ya no creemos en la vida, no será posible mostrarles el camino si nosotros ya nos hemos sentado, nos hemos cansado y nos hemos desalentado en la encrucijada del camino”

Con la realización de este Simposio, confirmamos el compromiso mutuo de proporcionar a nuestros jóvenes más y mayores herramientas, porque creemos en ellos y creemos con firmeza y optimismo en lo que pueden hacer en un futuro que pertenece a todo el mundo.

Muchas gracias.