Nació en Piedra Pesada Municipio de Xochistlahuaca, Guerrero el 27 de enero de 1974, hablante de la lengua amuzgo. Heredó de sus padres la habilidad para elaborar hilos de algodón así como las distintas técnicas para tejerlos con telar de cintura. A los siete años de edad, podía confeccionar desde una pequeña servilleta hasta un huipil floreado completo.

El deseo de apoyar económicamente a su familia y a las artesanas locales, la llevaron a comercializar sus productos textiles, en principio, en Acapulco, Chilpancingo y Ometepec. Con el paso del tiempo, comenzó a llevar las prendas fuera del mercado local, hasta llegar a la Ciudad de México. Las dificultades que tuvo que enfrentar debido a que sólo hablaba amuzgo la motivaron a aprender español como segunda lengua, hecho que la impulsó a presentarse en distintos espacios, particularmente en exhibiciones artesanales de diversas localidades.

En 1995 promovió la fundación del grupo pionero “Flor de Canazúchitl” con las artesanas de Piedra Pesada. Su creación tuvo un efecto multiplicador en la región,  ya que hoy cuenta con media docena de cooperativas, asociaciones u organizaciones similares, establecidas por muchas otras mujeres con base en los esfuerzos y propósitos trazados por Victorina: hacer visible la presencia de las indígenas y generarles un empleo justo remunerado; fomentar la utilización de recursos naturales de la región; y, simultáneamente, rescatar y transmitir la elaboración de los tejidos artesanales amuzgos de origen prehispánico, lo que incluye la realizacíon de nuevos productos a partir de la recreación de los tejidos autóctonos.

Cuenta con gran reconocimiento por su excelencia en la manufactura de textiles en telar de cintura, altamente especializada en prendas de algodón coyuchi (‘del color del coyote’, color castaño), verde y blanco, así como tintes naturales e hilos industriales. Por su esfuerzo para defender y preservar las técnicas y los diseños ancestrales, y por su enorme capacidad para relacionarse y gestionar, favorablemente, apoyos económicos para el sustento de las artesanas de su zona. Su tenacidad y enormes dotes artesanales, le permitieron participar en 2011, en el Primer Encuentro Latinoamericano de Tejido Artesanal: Tejiendo la Patria Grande, en Buenos Aires, Argentina.

Ha obtenido apoyos del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC), de FONART, de la Secretaría del Trabajo y de la Universidad Autónoma Metropolitana, para la adquisición de materias primas, para la realización de cursos de tintes naturales, para la realización de cursos y talleres de elaboración de hilos de algodón, diseños y nuevos productos; así como para el sostén de artesanas de la tercera edad.

Por cuanto corresponde a otros logros individuales, desde 1997 —y hasta la fecha— imparte el taller de telar de cintura en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Ha conquistado diversas distinciones, tanto por su trabajo plasmado en los huipiles amuzgos como por su labor encaminada a proporcionar bienestar a los pueblos originarios, en especial a las mujeres de su estado y de todo el país. Al respecto, destaca el primer lugar en el Gran Premio Nacional de Arte Popular FONART, en la modalidad de ‘Textil en algodón’ (1995); la ‘Mención’ por su participación y compromiso a favor de las mujeres rurales de México, en el Foro Nacional: Aportaciones de las Mujeres Rurales para un Desarrollo Rural Sustentable, efectuado en la Cámara de Diputados de la Ciudad de México (2010); el galardón del Concurso Nacional de Expositores del Pabellón Artesanal Texcoco 2010; Reconocimiento de la COPARMEX-Guerrero por participación en el encuentro de negocios Impulsando Juntos a Guerrero.

Se hizo acreedora al Premio Nacional de Ciencias y Artes porque representa un rescate y revalorización del telar de cintura en una prenda emblemática como es el huipil, además de conocer y trabajar todo el proceso, desde los tintes naturales hasta el terminado del textil, implementando una gran originalidad y creatividad. Además de ser una mujer indígena cuya lengua materna es el amuzgo.