Continua e integral. Es sistemática porque se apega a las normas y políticas que establece la propia Escuela, de conformidad con los lineamientos establecidos en la directiva de sistematización pedagógica. Es continua porque se lleva a cabo a lo largo del ciclo lectivo y por el tiempo que dura cada uno de los cursos. Es integral porque los procedimientos que se emplean consideran el aspecto cognoscitivo (capacidad del alumno para aplicar, analizar, sintetizar, establecer juicios críticos), el aspecto afectivo (valores, sentimientos, actitudes hacia el aprendizaje, las asignaturas, reacción ante la enseñanza) y el aspecto psicomotriz (habilidades, destrezas en la realización de procedimientos).