Boletín No. 007

• El Titular de la SEDATU, Jorge Carlos Ramírez Marín, acompañó al Presidente Enrique Peña Nieto, en la ceremonia
• Dar lugar a un México justo, incluyente y próspero: dijo

El Secretario de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU), Jorge Carlos Ramírez Marín, acompañó este lunes al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en la presentación de la Política Nacional de Vivienda.

En la ceremonia, celebrara en la residencia oficial de Los Pinos, el titular del Ejecutivo Federal destacó que uno de los propósitos fundamentales de la presente administración es impulsar las acciones y acelerar los pasos en todo lo que permita asegurar el pleno derecho de las garantías y beneficios que la Constitución consagra para todos los mexicanos.

Explicó que el nuevo modelo de Política Nacional de Vivienda está enfocado a promover el desarrollo ordenado y sustentable del sector, a mejorar y regularizar la vivienda urbana, así como a construir y mejorar la vivienda rural.

Antes, el Secretario de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU), Jorge Carlos Ramírez Marín, afirmó que la nueva Política Nacional de Vivienda pretende consolidar un México incluyente y próspero, con un modelo que permita el desarrollo ordenado y sustentable en el campo y las ciudades.

Ramírez Marín explicó que en México se vive en dos dimensiones, la agraria, que ocupa más de la mitad del territorio nacional, donde viven más de 30 millones de mexicanos y las 383 ciudades, de las cuales 59 son llamadas zonas metropolitanas, donde habitan más de 70 millones de mexicanos.

Aseguró que el reto del Presidente Enrique Peña Nieto, es transformar estas dos dimensiones con un solo propósito, lograr efectivamente el México incluyente y un México próspero.

“Ese sólo propósito representa que hagamos finalmente iguales a los hombres que habitan cualquier parte de nuestro país y que tienen exactamente los mismos derechos”.

En esa lógica, dijo, se han propuesto modificaciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, y por ello se presenta hoy la Política Nacional de Vivienda sobre la cual se establece el eje que puede construir las verdaderas oportunidades de desarrollo urbano, de acceso a los servicios y de vida digna que esperan todos los mexicanos.

El titular de la SEDATU insistió en que lograr el desarrollo urbano es la meta principal de estas políticas, para lograr ciudades ordenadas, planificadas, sustentables e inteligentes.

Para la presente administración, mencionó Ramírez Marín, la idea es dar lugar al desarrollo que merecen los habitantes de las ciudades y del campo en México. “Dar lugar efectivamente a un México justo, un México incluyente, un México próspero”.

Ramírez Marín refirió que con esta política se pretende lograr un compromiso de avanzar hacia un esquema que genere armonía en el crecimiento, en beneficio de las comunidades a las que aspiramos.

Finalmente comentó que la política de vivienda tendrá un enfoque social y promoverá los valores humanos.
La nueva Política Nacional de Vivienda se basa en cuatro estrategias: la primera busca lograr una mejor coordinación interinstitucional, transitar hacia un modelo de desarrollo urbano sustentable e inteligente, reducir el rezago de vivienda y procurar un lugar digno para los mexicanos.

La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) es la instancia coordinadora de la política de vivienda, y preside la comisión intersecretarial en la materia.

Lo anterior de acuerdo a lo publicado en el Diario Oficial de la Federación la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI), la Comisión para la Regulación de la Tenencia de la Tierra (CORETT) y el Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO) serán sectorizados y coordinados por la SEDATU.

Además de que esta dependencia suscribirá convenios con el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), así como con los gobiernos estatales y municipales.

La segunda estrategia busca transitar hacia un modelo de desarrollo urbano sustentable e inteligente. Por lo que en adelante, el Gobierno de la República hará uso del financiamiento de viviendas para orientar el desarrollo territorial y urbano del país.

Los créditos y subsidios del Gobierno de la República serán reorientados al fomento y al crecimiento urbano ordenado, a fin de elevar la calidad de vida dentro de las ciudades y promover el rescate de espacios urbanos, así como construir viviendas verticales y desarrollos certificados.

La tercera estrategia pretende reducir el rezago de vivienda, por lo que el Gobierno Federal impulsará más de un millón de acciones de lotificación, construcción, ampliación y mejora de hogares, tanto en el campo como en la ciudad, de este millón de acciones más de 500 mil corresponden a nuevas construcciones.

Ahora el papel de la banca privada en el otorgamiento de créditos a la vivienda, por lo que se incrementarán los apoyos para la adquisición de vivienda de las mujeres y hombres que forman parte de las Fuerzas Armadas del país, y de las agrupaciones policiacas.

La SEDATU coordinará con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público un nuevo mecanismo de seguridad social, enfocado a la adquisición de nueva vivienda para que policías, tanto Federales, estatales y municipales.

La cuarta estrategia procura una vivienda digna para todos los mexicanos, la cual se convierta en un mejor hogar con los servicios básicos.

El Gobierno Federal realizará más de 320 mil acciones de mejoramiento a la vivienda, en el caso específico del campo, se realizarán más de 97 mil acciones en materia de vivienda rural.

Estas acciones de ampliación y mejoramiento de vivienda serán focalizadas de manera prioritaria en las áreas estratégicas que prevé la Cruzada Nacional contra el Hambre, en los 400 municipios que este Programa prevé donde se encuentra una doble condición lamentable entre los mexicanos, es decir, la pobreza extrema y la carencia alimentaria.

Como parte de esta cuarta estrategia, se impulsarán dos acciones específicas: primero, coordinar con los Organismos Nacionales de Vivienda una estrategia que permita alcanzar la meta de que toda vivienda popular financiada o subsidiada por el Estado cuente, con al menos, dos espacios, dos recámaras, y evite tener espacios muy reducidos para las familias mexicanas.

Y finalmente, la segunda, para asegurar que el desarrollo urbano se dé en condiciones de equilibrio con el sector rural, y con respeto al medio ambiente, y los recursos naturales.