Discurso No. 004

Palabras del secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, en la reunión de la Comisión Ejecutiva de la Comisión de Desarrollo Metropolitano de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO).

México, D.F. 17 de enero de 2014.

Muchas gracias señor gobernador.

Algunas ciudades, algunas de las más emblemáticas ciudades en materia de desarrollo urbano -Chicago, Vancouver- son producto de una planeación que siguió a una gran tragedia, generalmente incendios. A diferencia de estas ciudades, yo creo que la mejor manera de describir la tarea del desarrollo urbano en México la ha dado el subsecretario Alejandro Nieto, nosotros tenemos que reparar los motores del aeroplano, asegurándonos de que siga volando.

Esa quizá es una muy importante definición en el momento en que podemos corroborar, estimados amigos, señor gobernador Moreno Valle, presidente de la CONAGO, a quien agradecemos su muy atenta invitación; y sobre todo la anfitrionía siempre generosa, sobre todo en espacios, como este impactante Palacio de Minería, al señor jefe de Gobierno, don Miguel Mancera y por todo este esfuerzo de organización milimétricamente ejecutado por el señor gobernador, presidente de la Comisión de Desarrollo Metropolitano de la CONAGO, don Francisco Olvera Ruiz.

Y si quieren entender qué significa milimétrico, toquen un poco estas mesas que tenemos hoy como servicio para esta mesa rusa, son absolutamente reciclables, o sea, con esta magnífica presencia al mismo tiempo cumplimos un compromiso ecológico, porque estas mesas son recicladas y reciclables, es decir, fueron desperdicio y terminando esta reunión otra vez lo serán y quedarán listas para volver a servir. Ese detalle cuidado, yo creo que suma nuestro reconocimiento al deseo de hacer bien las cosas, lo cual le agradecemos al presidente de esta Comisión, y le agradecemos sobre todo el espacio para el pronunciamiento del Gobierno Federal. Muchas gracias gobernador, Francisco Olvera Ruiz.

Decíamos amigos, que el día a día de la planeación metropolitana está lleno de problemas urgentes que requieren soluciones inmediatas.
Grupos ciudadanos con diferentes visiones sobre cómo debe aprovecharse el espacio público; y sobre todo, recursos monetarios y temporales escasos que superan por mucho las necesidades de las ciudades. Sin embargo, el deseo de superación de las personas que suelen emigrar en busca de mejores oportunidades, ni conoce, ni respeta divisiones territoriales, ciclos presupuestarios o competencias de gobierno, son ellos los que han conformado lo que hoy llamamos zonas metropolitanas.

Zonas metropolitanas que son mucho más que la suma de partes administrativas. Nuestras ciudades son organismos vivos que deben orientar las aspiraciones y el ímpetu de cientos, de miles de personas hacia el bien común, cuando no decenas de millones de personas hacia un bien definido como común, pero un bien acotado por derechos que tienen que cumplirse con otra palabra: justicia.

Para atender sus problemas se deben utilizar métodos parecidos a los que usa la ciencia médica, hacer diagnósticos precisos para plantear tratamientos adecuados y evaluar resultados a lo largo del tiempo. Las ciudades como organismos vivos no aceptan soluciones únicas ni estandarizadas, cada una requiere su propia receta.

Y ese sentido, la instalación de esta Comisión de Desarrollo Metropolitano de la CONAGO, es el espacio justo donde los especialistas pueden compartir experiencias y coordinar acciones para procurar la salud de sus demarcaciones, de ahí la trascendencia de la instalación de esta Comisión.

Y los primeros especialistas resultan ser quienes hasta ahora han hecho uso de la palabra y atestiguado esta instalación, los señores gobernadores -a quienes agradezco esta oportunidad- de Aguascalientes, Durango, Coahuila, Jalisco, México, Morelos, Tlaxcala y por supuesto, nuestros anfitriones ya mencionados, el jefe de Gobierno del Estado de México, el señor gobernador de Hidalgo y el señor gobernador de Puebla; insisto, de ahí la trascendencia de esta Comisión.

Quisiera poner un ejemplo de las tareas que tenemos que acometer, por ejemplo Tokio. En 1960 los ciudadanos de Tokio tenían en promedio la mitad de los ingresos que tenían los habitantes de París, menos inclusive que lo que tenían, en la década de los 60’s, los habitantes de Santiago de Chile o de Buenos Aires, Argentina, ciudades latinoamericanas. Pero hoy, gracias a algunas decisiones específicas, nadie puede dudar que la alta productividad de Tokio, basada en el desarrollo urbano, sustentable y ordenado, le permite tener los salarios más altos del mundo, en comparación casi con cualquiera otra ciudad del mundo.

La primera inversión importante a realizar en Tokio fue un sistema de transporte público efectivo, que logró conectar los puntos más importantes de la ciudad y potenciar su rendimiento.; en contraste, en gran parte del mundo occidental el énfasis está en la infraestructura para los automóviles. El problema es que, de acuerdo a investigaciones de la UNAM, en México específicamente, vivimos un fenómeno conocido como “tráfico inducido”, que quiere decir que mientras más infraestructura vial hay disponible, más congestión vial propiciamos.

Un ahorro del 10% en el tiempo gastado en vialidad provoca, paradójicamente, un incremento, no una disminución en el volumen de tráfico en viajes breves del 3.8%, en viajes largos del 11.3%. Esto resulta preocupante, cuando de acuerdo a datos del Instituto de Políticas para el Transporte, sólo el 21% de los fondos para movilidad contenidos en el Presupuesto de Egresos de la Federación se utilizan para mejorar los sistemas de transporte, y en cambio, el 65% lo utilizamos para el mantenimiento de vialidades.

Es importante, entonces, que en espacios como este podamos redefinir la conveniencia de mejorar vialidades y al mismo tiempo proponer nuevos sistemas de transporte que efectivamente propicien que la movilidad ciudadana se convierta en una realidad.

Hoy escuchamos en las expresiones de los señores Gobernadores la preocupación por temas como este, la preocupación por el tema de la movilidad, que en esta agenda metropolitana de la CONAGO coincide con el problema del cambio climático -expresado por el señor gobernador del Estado de México y reiterado por el jefe de Gobierno del Distrito Federal en un extraordinario pronunciamiento- los problemas de la urbanización, los problemas de gobernabilidad, los problemas del financiamiento a largo plazo y todas ellas conforman una agenda ambiciosa que sin duda tendrá buenos resultados.

Una agenda que nos esperanza poder contribuir cuando instalemos el Instituto de Estudios e Investigación para el Desarrollo Metropolitano, ya propuesto por esta Comisión y respaldado por el Gobierno Federal, para que podamos ir resolviendo todas estas paradojas del tráfico, de la sustentabilidad, de la administración, de la gobernabilidad. Incluimos en esta agenda la cohesión social, los temas medio ambientales, la innovación científica como materias afectadas por el desarrollo urbano, materias que, insisto, tenemos que resolver en una forma útil y eficiente para los ciudadanos.

Reconocer esta problemática, la problemática que representa la territorialidad sobre el espacio, nos permite reconocer su dimensión; sirve para poner en perspectiva los pasos que tenemos que dar para entender los fenómenos a los que nos enfrentamos. Ahí está la experiencia japonesa, la experiencia de muchas otras ciudades que podrán ser recogidas y analizadas. Espacios donde podamos crear, donde podamos innovar, donde podamos concluir que los recursos públicos deben emplearse, particularmente los metropolitanos, en obras que merezcan ser recordadas por su eficiencia, por su durabilidad, por su importancia para resolver problemas ciudadanos y, por qué no, por su estética, aquí está este magnifica espacio que nos lo recuerda y nos lo demuestra; obras que merezcan ser recordadas, no solamente obras en las que los ciudadanos puedan pasar el tiempo o resolver singularmente una necesidad.

Decía un famoso investigador, James Kunstler, detrás de la inversión masiva hay siempre un tema importante, no confundir a los ciudadanos con un consumidor, no confundir al ciudadano simplemente con un consumidor, los ciudadanos necesitan espacios para convivir, los consumidores simplemente lugares donde puedan realizar el consumo; no confundir las ciudades con elementos comerciales, la principal diferencia es que mientras los consumidores se segmentan por su poder adquisitivo y por eso hay ciudades de ricos y ciudades de pobres, los ciudadanos somos uniformes en cuanto a derechos y obligaciones, y los gobiernos deben dar el ejemplo de que esto es algo que pueden lograrse, y que son recíprocos y complementarios las obligaciones del gobierno y las de los ciudadanos, y los derechos de los ciudadanos respaldados por el gobierno.

Porque es dentro del derecho de la ciudad donde instituimos y realizamos la igualdad de oportunidades, para que efectivamente la ciudad sea disfrutable por todos, y los espacios autentico lugares de culminación de la justicia social y de los derechos humanos sin segregación ni diferencia de ningún tipo. Salvaguardar el cumplimiento de este precepto es el principio que debe guiar las acciones de esta Comisión.

Por eso es muy importante ratificar las facultades federales que tiene a su cargo la SEDATU en materia de coordinación metropolitana, facultades que nos proponemos ejercer, pero facultades que solamente son realizables en el consenso y con la colaboración de los gobiernos estatales cuya responsabilidad nos encomendamos, y con cuya responsabilidad alcanzaremos la culminación de nuestros objetivos en beneficio de los ciudadanos.

Por eso, es imprescindible un espacio como este, creado por la CONAGO, desde donde podamos establecer una red permanente constituida por estas metrópolis para resolver –insisto- los problemas de la ciudadanía. Es sobre el espacio en el que nos interaccionamos unos a otros, y las acciones de gobierno, nuestras decisiones, son las que determinan si ese espacio es o no es propicio para el desarrollo de una autentica ciudadanía.

Es por eso que el ordenamiento territorial fue puesto sobre la mesa desde el inicio de esta administración por el presidente Enrique Peña Nieto con la creación de la SEDATU, pero sobre todo, con el respaldo irrestricto a todas las iniciativas que representen ordenamiento territorial, calidad de vida, mejoramiento del entorno urbano y sobre todo el respeto a los derechos de los ciudadanos a vivir en un espacio donde puedan desarrollarse con equidad, con justicia, y ser parte del México competitivo que aspiramos.

Sabemos que no hay fórmulas universales para las políticas públicas exitosas de desarrollo urbano, que las fórmulas de otros pueden ser o no vigentes en nuestro país; el sentido de imitación es algo que debemos evitar, y en cambio desarrollar -y eso esperamos que sea este espacio- desarrollar las ideas innovadoras, retadoras quizá muchas de ellas, pero a través de las cuales, en ese intercambio de ideas y opiniones construyamos en la pluralidad, el dialogo y el ánimo de acuerdo que por cierto, como bien decía el gobernador Olvera siempre han caracterizado a la CONAGO.

Con ellas, con este espíritu hagamos un ideal para la deliberación pero sobre todo el punto de partida para que los mexicanos merezcan el espacio que deben tener.

Muchas gracias