DIRECCIÓN GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL

León, Gto., 25 de agosto de 2015.

 

Para mí es un gran privilegio estar aquí en este gran estado de Guanajuato, siempre acompañando a Miguel Márquez, Gobernador del estado, en grandes proyectos productivos, que desde la federación, en coordinación con el estado, y con el Alcalde que le toque, en este caso le toca a nuestro gran amigo, el Presidente Municipal de León, Octavio Villasana, estamos siempre impulsando acciones estratégicas, sobre todo en el sector manufacturero de la economía guanajuatense.

Hoy, para mí es un privilegio estar en este gran premio anual, pues es realmente bianual, porque al tener 41 años de existencia y 73 ediciones, pues obviamente va acompañando la moda primavera-otoño, y en ese sentido cuando llegué le dije al señor Gobernador: esta es tu quinta participación. Dice: no, no, no, si me faltan tres años de gobierno. Le digo: no, no te quito años de gobierno. Nada más es bianual, no son tres, son cinco. Y efectivamente, me quita participación del señor Gobernador.

Y tengo que reconocer que es mi primera participación, pero no por ello eso significa que no haya estado yo en la mesa de trabajo constantemente con toda la representación de esta gran industria.

Nos hemos reunido desde que inició este sexenio con quienes en su momento tenían la representación y el liderazgo de la industria en Guanajuato y a nivel nacional, así es que somos conocidos aliados estratégicos en este gran proyecto para esta gran industria.

Y así como hemos trabajado con todas las representaciones, como hacemos con Javier Plascencia, quien ahora dirige la Cámara de Guanajuato y la Confederación del Calzado a nivel nacional le toca el turno hoy encabezarla.

También con los representantes del Estado de México y de Jalisco que hoy nos acompañan el día de hoy sin duda trabajando de la mano.

Pero la presencia de Concamin, de Manuel Herrera, le da un mensaje importante a esta reunión. Y le da un mensaje importante porque justamente representa el esfuerzo integral que estamos haciendo en el desarrollo de una política industrial.

A veces cuando mecánicamente escuchamos el término creemos que es algo que está por comenzar, creemos que es algo que se está por anunciar. La visión de una política industrial se ha venido estructurando desde el primer día de la administración.

El mejor ejemplo que tenemos es justamente lo que fuimos tejiendo de manera fina con la industria del calzado nacional…

Me acompaña Rogelio Garza, quien es quien constantemente está representándome en este esfuerzo y sin duda en coordinación constante con nuestra área de delegaciones, con Jorge Cantú y con quien hoy representa el Gobierno del estado, a Guillermo, que está con nosotros también en esta reunión.

La política industrial del sector calzado quedó enmarcada en una estrategia dividida en tres grandes segmentos industriales. Los calificamos en función de la permanencia y la historia y su evolución a través del tiempo en la economía nacional.

A veces me dicen: ¿por qué clasificar calzado, acero, textil y vestido en un sector que le llamamos el bloque tradicional? Porque lo diferenciamos de los bloques que han venido surgiendo. El bloque más dinámico, que es el automotriz, el aeroindustrial y el bloque del futuro que son las tecnologías de la información. Pero es sólo para diferenciarnos en términos de su clasificación e identificación, pero en sí la esencia del poder diseñar un proceso de pacto por ustedes inició desde el inicio de la administración, valga la redundancia, del Presidente Enrique Peña Nieto, a quien tengo el honor de representar el día de hoy.

En ese momento, en diciembre del 2012 llegó el vencimiento del Decreto que definía el esquema arancelario para la industria del calzado, la industria del vestido y la industria textil. Veníamos evolucionando en automático de un pacto que Concamin hizo en el 2008 con la administración anterior, donde habían aceptado una reducción arancelaria paulatina a través de todos los sectores: la industria química, el acero, el calzado, el vestido, todos los sectores, a cambio de algo fundamental: reducir costo-país. Y en ese compromiso tenían acciones para reducir el costo de la electricidad, reducir el costo de generación de empleos a través de una ley laboral que permitía contrataciones temporales de práctica y de entrenamiento, en una serie de acciones que reducían el costo-país.

En ese momento nosotros nos dimos cuenta desde la Cámara de Diputados, donde en ese momento servíamos al país, que una parte de ese compromiso no venía avanzando: la reducción costo-país, pero la parte de desgravación arancelaria paulatina venía avanzando.

Y cuando llegamos el primero de diciembre del 2012 establecimos que ese Decreto implicaba bajar de aranceles del 20, 25 aranceles de cincos y dieces, la recomendación al Presidente es mandemos un mensaje que temporalmente no continuará la baja automática hasta no cumplirles el compromiso de reducción costo-país.

Hoy, gracias a las reformas estructurales, en promedio el costo de electricidad en el sector industrial ha bajado alrededor de un 32 por ciento en los últimos 12 meses. La experiencia varía por sector industrial, pero por eso siempre les pido a los líderes laborales que compartan con nosotros la experiencia de su facturación eléctrica para poder dar la demostración de lo que ha pasado en el recibo de la electricidad nacional. Ya lo corroboré con los acereros, ya lo corroboré con los automotrices y valida la reducción de casi un 30 por ciento las tarifas del sector. Me gustaría tener la validación del sector calzado en ese proceso.

Así es que reiniciamos los compromisos. Y es una parte fundamental de la base del compromiso de política industrial. La otra parte la empezamos a construir en el gabinete intersecretarial. Nos sentamos con la Secretaría de Hacienda y con el SAT y empezamos a trabajar en el diseño de un proceso que nos permitiera frenar la ilegalidad, la competencia ilegal, la subfacturación obviamente era un contrabando técnico y había que combatirla.

Con la colaboración directa del Secretario de Hacienda recuerdo en una reunión en sus oficinas en Palacio Nacional donde casi estoy seguro que por primera vez se les había recibido a los líderes del calzado en el Salón Panamericano de la Secretaría de Hacienda. Se podía ver la cara todavía de sorpresa de que por primera vez se abrían las puertas para intersecretarialmente tomar acuerdos que condujeran al Decreto el año pasado.

No voy a redundar en lo que ha logrado el Decreto y los compromisos que se establecieron, pero es muy importante sí remarcar que justamente en el diseño de ese compromiso de política industrial no nos confundamos: el Decreto combate la ilegalidad. El freno temporal de la reducción arancelaria nos abre un espacio para ponernos las pilas y trabajar conjuntamente en los dos frentes acordados: en la innovación. El año presupuestal 2014 se asignaron más de 30 millones de pesos a través del Programa PROIND, adicionalmente los recursos de INADEM para seguir trabajando en la red de Centros de Innovación en donde estamos consolidando –ya el compromiso presidencial en Hidalgo- y estamos para textil y vestido y estamos consolidando la parte de diseño en el sector calzado. Y para el 2015 hay 55 millones de solicitudes que están a consideración justamente en el Programa PROIND, de la Subsecretaría de Industria y Comercio.

La idea es aprovechar el espacio -como bien lo dijo el Gobernador- que hemos logrado para poder definir la estrategia y que le sirva de posicionamiento del calzado mexicano en el mercado exterior y en el mercado nacional.

En ese sentido también logramos por primera vez un Acuerdo Nacional de un Convenio, que venía manejándose desde hace casi 10 años, para buenas prácticas comerciales en el sector de las tiendas de autoservicio y las grandes comercializadoras nacionales.

Los reclamos de abuso en contratos unilaterales donde los grandes comercializadores toman espacio de los proveedores nacionales es necesario frenarlo y es necesario generar el espacio y los dientes suficientes para que los agentes involucrados puedan tener un equilibrio en sus negociaciones de comercialización en el mercado nacional.

Ese Convenio le pusimos dientes, restablecimos el papel de la Secretaría de Economía como el del árbitro central y todavía, todavía hay temor por parte de los participantes. Y es entendible porque alguien que es oferente de una gran tienda de autoservicio tiene miedo de ser el iniciador de una queja precisamente por las represalias que en su momento esto pueda tener.

Sin embargo les recuerdo que si logramos aumentar la capacidad de injerencia de este Convenio de prácticas comerciales es porque se reforzaron las leyes de competencia. Si en la vía de la Comisión de Competencia Económica hoy es factible sin necesidad de establecer la identidad de quien demande la investigación, así es que… al Convenio de buenas prácticas… porque hoy tenemos, gracias a la reforma en materia en competencia económica un organismo fortalecido para poder proteger a los proveedores, sobre todo los pequeños y medianos, en esta cadena de proveeduría.

Y cuando inició su intervención mi amigo el Gobernador Márquez estableció la diferencia entre empresarios y políticos. La verdad quiero decirles que este sector ha sido estratégico en siempre tener un defensor y un representante del Legislativo. En mi época fue Norma Sánchez, diputada federal, miembro de la Comisión de Economía y zapatera por familia. Y hoy que soy Secretario de Economía, Betty Yamamoto, miembro de la Comisión de Economía, siempre ha estado respaldando sus procesos, y seguramente, yo le recomendaría estando aquí también la diputada electa Emma Rocha, pues quítenle cabellera para que tengan representante en el Congreso nacional. Están otros diputados federales a quienes saludo, senadores, pero sin duda la industria del calzado siempre ha estado bien representada en el Legislativo federal y siempre han tenido una articulación exacta defendiendo su proyecto y sus intereses.

En resumen: la política industrial no ha iniciado; la política industrial ya inició. Y como está definida hoy en el siglo XXI, la política industrial no es un esquema a ultranza de proteccionismo para que cosechemos… y simplemente extorsionemos al mercado interno. Esa no es la política industrial. La política industrial es abrir los espacios legales de competencia justa que no permiten los dumpings y la ilegalidad para dar un espacio de acción a nuestra industria que pueda definir un proyecto nacional que nos haga aprovechar los 46 mercados que hemos abierto en donde cinco de ellos son los principales compradores de calzado del mundo y donde de la mano podamos ir a conquistar todos los mercados.

Seguirán ustedes teniendo el apoyo del sector Economía, donde se incluye ProMéxico, donde se incluye INADEM, donde se incluye IMPI para la protección de sus marcas y sus diseños y en donde se incluye sin duda el esfuerzo de la Subsecretaría de Industria y Comercio para poder seguir… en ese diseño de política industrial.

Don Manuel Herrera, seguiremos trabajando para reproducir que esta acción de éxito, esta evidencia que tenemos del sector calzado se reproduzca en otros sectores industriales de México.

Muchísimas gracias por estar hoy en esta Inauguración, y los saludos fraternos del señor Presidente y de su continuo apoyo por este gran sector de la economía nacional.

Gracias a todos por estar aquí.